El Campeonato Mundial de gimnasia artística está a la vuelta de la esquina. Dentro de diez días, los mejores exponentes de la disciplina se reunirán en Stuttgart, Alemania, donde estarán en juego los reinados del orbe y una buena cantidad de boletos rumbo a los Juegos Olímpicos del 2020.
Para Cuba, esta cita global es clave en sus aspiraciones de asegurar cupos directos a Tokio, aunque todavía tendrían más oportunidades de clasificación si no logran un resultado relevante en tierras alemanas.
Manrique Larduet, rehabilitado de su intervención quirúrgica en las muñecas, Randy Lerú, Rafael Rosendi y Marcia Videaux serán los exponentes de la Isla, con la particularidad de que no viajarán a Stuttgart con sus habituales entrenadores.
Carlos Rafael Gil y Yareimi Vázquez, responsables de colocar a la gimnasia cubana en planos estelares tras una década en penumbras, han quedado apartados del colectivo técnico, según informó hace unos días al canal Tele Rebelde Pedro Pablo Barrios, comisionado nacional de la disciplina.
El federativo argumentó que los entrenadores afrontaron problemas médicos tras el regreso de los Juegos Panamericanos de Lima, y por ello no llevan actualmente las riendas de la preparación rumbo al Mundial, la cual está a cargo de Esnardo Soto (masculino) y Osniel Blanco (femenino).
Sin embargo, diversas fuentes de la propia cúpula directiva de la gimnasia en la Isla aseguraron a OnCuba, bajo la condición del anonimato, que los dos entrenadores viajaron al el extranjero justo después de Lima para realizar un tratamiento de fertilidad, con total autorización de los jefes pertinentes.
Las mismas fuentes confirmaron que la ausencia fue de solo dos semanas (las dos primeras de la preparación rumbo al Mundial que comenzó el 12 de agosto), lapso que ya se había pactado desde meses atrás. Además, apuntaron que, en aras de no afectar la preparación, tanto Carlos Gil como Yareimi Vázquez dejaron planes de trabajo específicos para sus pupilos.
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Después de todo este embrollo, las autoridades del deporte determinaron sentarse a realizar un análisis de la situación con los mencionados preparadores, pero dicho encuentro se pospone semana tras semana y todavía no hay claridad de que se vaya a realizar.
Esta situación ha provocado reclamos de atletas retirados y radicados fuera de Cuba, de deportistas en activo y de otras figuras, quienes abogan por solucionar el asunto y colocar nuevamente a los dos entrenadores al frente de la escuadra, pero al parecer todas las demandas han caído en oídos sordos.
Como es lógico, el ambiente en la escuadra cubana no es el más puro, sobre todo por la estrecha relación que une a los gimnastas del patio con los entrenadores que los han acompañado desde que eran niños.
Para colmo de males, en los últimos días se ha complejizado la situación al confirmarse la baja de Yesenia Ferrera, subtitular panamericana de Lima en salto, quien no podrá asistir al Mundial por algunas complicaciones personales que, según comentan fuentes de la selección antillana, no fueron tratadas de la mejor manera por los federativos.
Además, algunas deficiencias de los propios dirigentes a la hora de concertar las citas en la Embajada de Alemania en La Habana para solicitar el visado a Europa retrasaron la salida de los gimnastas al Viejo Continente, donde iban a realizar una base de entrenamiento, específicamente en Italia.
Con estos truenos, es imprescindible ser prudente respecto a las posibilidades de Manrique y compañía de completar una actuación relevante, similar, por ejemplo, a la del Mundial de Glasgow, hace cuatro años, donde se logró una histórica clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Larduet dijo a OnCuba que se sentía bien y completamente recuperado de la intervención quirúrgica a la que se sometió a principios de año, aunque el escaso rodaje competitivo puede ser un factor en su contra de cara a la venidera cita en Stuttgart, donde estará la crema y nata de la gimnasia en la actualidad.