El nuevo templo del béisbol cubano

Uno de los acuerdos principales del Coloquio sobre la refundación del Salón de la Fama y la creación del Museo del Béisbol Cubano realizado hace unos meses fue establecer como sede  para rendirle culto a la historia de este deporte el Círculo Social «José Antonio Echeverría», antiguo Vedado Tennis Club.

La decisión trajo polémicas fuertes con los matanceros que defendieron a capa y espada el mítico Palmar de Junco, lugar donde se celebró el famoso juego del 27 de diciembre de 1874, y que todavía se mantiene activo como terreno.

Sin embargo en el evento quedó reconocido el Palmar de Junco como un lugar imperecedero del béisbol cubano pero que no reúne todas las condiciones urbanísticas para acoger un proyecto de la magnitud del Museo y Salón de la Fama del Béisbol Cubano.

Razones para una selección

Ahora ¿por qué se escogió al antiguo Vedado Tennis Club (VTC)?

La instalación habanera, además de poseer condiciones arquitectónicas favorables para el ambicioso proyecto, cuenta con una rica historia vinculada al béisbol  en Cuba, y también a  otros deportes.

El Vedado Tennis Club fue fundado el 9 de junio de 1902, y tuvo entre sus presidentes en dos mandatos a Porfirio Franca que hizo mucho por el deporte en esta institución, y que fue uno de los pentarcas que asumió el poder en Cuba entre el 5 y el 10 de septiembre de 1933.

El VTC, en materia de béisbol, fue uno de los equipos que participó en 1905 en el primer campeonato amateur en la categoría de mayores en los terrenos Marino en el Cerro junto a las novenas de Columbia, y la Universidad de La Habana. Precisamente el primer no hit no run en la historia del béisbol amateur en la isla lo propinó un lanzador que pertenecía a este equipo: Mario Castañeda.

En 1914 fue organizada la Liga Nacional de Béisbol Amateur de Cuba, lo cual permitió celebrar el primer campeonato oficial de esa categoría. El torneo lo ganó precisamente el conjunto representativo del Vedado Tennis Club dirigido por Guillermo de Zaldo que obtuvo balance de trece victorias y solo tres derrotas.

Un año después un lanzador de este equipo, Ramón Goizueta,  dejó sin hit ni carrera al Atlético de Cuba para convertirse en el primer serpentinero en propinar un no hit no run en esta liga. En 1916 un bateador del VTC, Guillermo Villalba, estampó record de bateo para la Liga Amateur con un astronómico 538 que nunca fue superado.

Los Marqueses del VTC consiguieron otro hito en la historia del béisbol cubano al ganar cuatro campeonatos de manera consecutiva entre 1925 y 1928 bajo la dirección de Rafael Almeida, uno de los dos primeros cubanos en jugar en Grandes Ligas en 1911 con la franela de los Rojos de Cincinnatti. Esta hazaña solo fue igualada por los míticos Industriales de Ramón Carneado entre 1963 y 1966. Además este equipo fue junto a los Azucareros del Central Hershey los máximos ganadores del béisbol amateur antes de 1961 con siete coronas cada uno.

Otro hecho destacado a favor de la selección de la institución capitalina es que 20 de los 68 exaltados al Salón de la Fama entre 1939 y 1961 jugaron para el VTC o en sus terrenos.

El lanzador Ihosvany Gallegos que posee el record de menos PCL en una Serie Nacional al promediar para solo 0,37 (3 carreras limpias en 72.1 entradas) ha formado a varias generaciones de peloteros como entrenador del  Círculo Social «José Antonio Echeverría»  y todavía, a pesar de su avanzada edad, se mantiene en activo.

Un gigante como Adolfo Luque se dio a conocer como lanzador en el VTC. Otro inmortal como Martin Dihigo laboró como entrenador en el Círculo Social «José Antonio Echeverría».

 Más allá de la pelota

El VTC estuvo entre las primeras asociaciones que apoyaron la práctica del boxeo organizado en Cuba. La primera regata de remo celebrada en Cuba en 1911 involucró al Vedado Tennis Club y al Club Náutico de Varadero, y tuvo como sede las instalaciones de ambos centros.

El primer finalista olímpico de la natación cubana, Manuel Sanguily, que alcanzó el séptimo lugar en los 200 metros pecho en Melbourne 1956 con crono de 2.42.00, se formó allí.

El primer presidente del INDER, Jose Llanusa se convirtió en uno de los principales baloncestistas de Cuba en las canchas del VTC. Llanusa compitió en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, y obtuvo medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Guatemala en 1950. En 1954 fue el entrenador del equipo de baloncesto que asistió a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de México.

El actual Círculo Social «José Antonio Echeverría» se convertirá en un futuro (y esperemos que no sea lejano) en el nuevo templo del béisbol cubano.

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