En noviembre comienza el béisbol

Tras varios días de especulaciones sobre el inicio de la 53 Serie Nacional de Béisbol, finalmente ya es de dominio público que el clásico cubano de las bolas y los strikes comenzará el domingo 3 de noviembre, una fecha un tanto inesperada teniendo en cuenta que al año pasado se fijaron los primeros días de octubre como escenario idóneo para dar la voz de ¡play ball!

No obstante, una novedosa colaboración entre el CITMA, el Instituto de Meteorología y la Dirección Nacional de Béisbol ha hecho entrar en razón a esos últimos para atrasar la fecha de comienzo hasta noviembre, dadas las altas probabilidades de lluvias y actividad ciclónica pronosticada para el mes entrante.

En este punto resulta válido elogiar a quien quiera que se le haya ocurrido la idea, pues a nivel mundial es imprescindible el vínculo entre instituciones de este tipo con los organizadores de los eventos, algo por lo que en Cuba, evidentemente, hemos esperado demasiado.

Nunca podremos olvidar la tortuosa final de hace dos años entre Industriales y Ciego de Ávila, que a pesar de terminar en solo cinco pleitos se extendió por espacio de dos semanas, algo parecido a lo que ocurrió en la última disputa del título con Villa Clara y Matanzas como protagonistas.

Tales razones, al igual que los múltiples juegos aplazados a lo largo de nuestras Series Nacionales, demandaban a gritos la entrada en escena de especialistas en meteorología que fueran capaces de alertar a la Dirección Nacional sobre las etapas de más frecuentes lluvias y tormentas.

Ahora, hablando de cuestiones estrictamente deportivas, este anuncio no altera en exceso los destinos inmediatos del béisbol en la Isla, al menos no a simple vista. Me explico.

Según Christian Jiménez, presidente del INDER, todos los managers tenían la orientación de alistar a sus novenas para el 1ro de octubre, fecha prevista para el comienzo de la Serie hasta que llegó el aviso de los meteorólogos.

Con ello se entiende que en apenas dos semanas las 16 selecciones envueltas en la lid estarían en condiciones de afrontar la competencia, pero ahora deben cambiar considerablemente sus proyecciones, pues cuentan con un mes adicional, que en términos de deporte de alto rendimiento tiene un significado notable.

Por ello, queda la duda de cómo los mentores llenarán el vacío de un mes sin competencia, porque los entrenamientos suplen en algún por ciento este déficit, pero no del todo, y los topes de confrontación entre las provincias no son del todo fáciles, pues implican transportación y en ocasiones alojamiento, lo que se traduce en gastos no contemplados en los presupuestos.

En tales circunstancias, hacer leña del árbol caído no tiene sentido, más bien deberíamos agradecer por la naciente colaboración entre los organismos antes mencionados, pero (odio que siempre haya un pero) bien se pudo proyectar con mayor responsabilidad un asunto tan trascendental como el comienzo del principal espectáculo deportivo del país, en el aire y sin fecha fija desde mucho tiempo atrás.

Por lo demás, la Serie será idéntica a la del pasado año, con los mismos e ineficientes 45 juegos en la primera etapa, a la que seguirá una segunda ronda de 42 pleitos con los ocho clasificados reforzados, de los cuales saldrá el campeón.

La única diferencia radica en que no habrá una segunda categoría, decisión sabia a mi entender, pues un torneo de tan bajo nivel, sin el seguimiento del público, no tenía ningún sentido, más con la necesidad latente de utilizar el capital en cuestiones verdaderamente imprescindibles.

En este sentido, aceptable la idea de dar vida a un Campeonato Nacional Sub 23, escenario perfecto para desarrollar el talento joven, aunque (odio que siempre haya un aunque) los meses de agosto y septiembre, como hemos visto recientemente, han estado bien cargados de lluvia.

Dentro de todo este panorama, trascendió también que existe en el calendario de clásico de primera categoría un receso del 30 de enero al 10 de febrero para la participación de Villa Clara en la Serie del Caribe, señal inequívoca de que se mantienen las esperanzas de reaparecer en la lid profesional a pesar de los rumores que nos colocaban más fuera que dentro por las disposiciones de las Grandes Ligas y la administración estadounidense.

Por supuesto, para hablar con más claridad sobre el tema habrá que esperar todavía algunos días, pues mientras la Confederación del Caribe no firme su Acuerdo Invernal con las Mayores es muy complicado incluir el tema de Cuba en la mesa de negociaciones, más si tenemos en cuenta los matices políticos visibles en el asunto.

En tanto esperamos por buenas nuevas, al menos sabemos que habrá pelota en noviembre.

 

 

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