Entre consagración y novedad

Se mueve, dejan todo en el colchón, quizás no a la medida de los Juegos de Buena Voluntad, Espartaqueadas y topes con los antiguos países de Europa del Este, ni tan siquiera como las versiones precedentes del propio Internacional Granma-Cerro Pelado, pero lo cierto es que la lucha cubana se mueve, busca variantes para atenuar la falta de fogueo extrafronteras y piensa en grande, con el horizonte a la vuelta de Río de Janeiro 2016 y una escala próxima en el mundial de Budapest, Hungría, en septiembre próximo.

Esta XLIV versión ha tenido pimienta, con cruentas rivalidades, y la pugna perenne entre figuras consagradas y nacientes, además de la ausencia de muchos de nuestros principales exponentes, lo que ha demeritado en gran medida la calidad de la lid. En ese saco cayeron el doble titular olímpico Mijaín López (120 kg estilo greco) y  el bronce estival en Londres Liván López (66 libre) ambos para no ser sometidos a realizar peso corporal con frecuencia a propuesta del colectivo de entrenadores; además de Gustavo Balart y Javier Duménigo (55), Pablo Shorey (84), Andy Moreno (66) por solo mencionar algunos con palmarés universal.

Amén de esas cuestiones el certamen va teniendo calidad, especialmente gracias a la presencia de armadas de Polonia, le arrebató dos oros a los antillanos en la greco, Francia y Estados Unidos, potencias entre las 11 naciones en concurso.

Así se coronaron el reaparecido Juan Tomás Corrales (55) compitió y entrena en calidad de invitado en el cuartel general del Cerro Pelado, tras verse alejado por una operación en su hombro derecho. Su víctima en pleito revancha con idénticos parciales de 2-0 fue Magdiel Hidalgo. Los 60 vieron acceder al trono por primera vez al santiaguero Ismael Borrero, Pedro Isaac no dio margen a dudas en los 66, como tampoco Yasmani Lugo en los 96, mientras Alan Vera sacó la cara en los 84 para imponerse al bronce olímpico y as de Europa Damian Janikowski por 2-1 (0-1, 2-0, 1-0), deparando los oros en los 74 y 120 para Piotr Przepiorka y Kamil Bkonski, respectivamente.

En cambio en la libre femenina las locales no dieron respiro. La talentosa juvenil Yusnelis López (48 kg) unió esfuerzos a Yamilka del Valle (55) y Catherine Videaux, para dejar sin aliento a cuanta contraria se interpusiera en el colchón, algo que concretaron luego Idirmis Acea (51), Yacqueline Stornell (59), Cándida de Armas (67) y Lisset Hechavarría (72).

Esos desenlaces, antes de cederle la hoguera a Aleynier Hernández (55) y Alejandro Valdés (60). Sobre ellas ahondó el entrenador principal Elio Garraway: “la evolución de las muchachas ha sido evidente, en lo esencial por el trabajo y la disciplina táctica con la que trabajaron sobre las deficiencias. El control del ritmo táctico, la aplicación de ejercicios de coordinación, la preservación de las ventajas y el dominio de las posiciones tanto ofensivas como defensivas las van convirtiendo en luchadoras de consideración.

Casi no fueron pegadas ni sufrieron técnicas de envergadura. Poco a poco irán alcanzando nivel mundial, no solo las establecidas, sino también las noveles como López, Stornell y acea, entre otras.

Toda esa marea en el colchón ante la posible exclusión del deporte de las llaves y los agarres para la cita del 2020. ¿El descontento? Generalizado, no podía ser para menos tratándose de una disciplina pionera. En medio de esa tempestad, OnCuba accedió a conversar con varios de los monarcas.

“Era un rival accesible, a pesar del arsenal técnico que posee, tuve confianza plena en cada momento del pleito y fui fiel al plan táctico que nos trazamos: trabajar intensamente arriba, no cederle los brazos y el tronco en los agarres, desgastarlo. Había visto varios combates de él y ya ves, salió el resultado”, explicó en medio de su festejo el grequista Alan Vera. Justamente sobre eso especificó desde la esquina Filiberto Azcuy: “intentar marcar un punto siempre de pie, conservar la postura, trabajar arriba, así no te ves en la necesidad de ir a los cuatro puntos ni el clinch”.

“Solo tengo un pensamiento en mi mente, el podio mundial. Las contrarias del área no son de mucho cuidado, a excepción de estadounidenses y canadienses. Con el resto creo tener un nivel similar. El peso no constituye dificultad alguna, así que voy en busca de mi objetivo, respetando a las europeas y asiáticas, pero confiada en que poseo madera para lograrlo”, ahondó la holguinera de 24 años Videaux. 

“Ahora con 24 años he adquirido madurez deportiva, estoy listo para superar mis dos séptimos lugares en citas del orbe, voy en busca de una medalla, físicamente he aumentado mi capacidad y a la par he incorporado otras herramientas a mi arsenal técnico. Davian es un rival de calidad, siempre me exige al 100 %. Desde el 2006 combatimos juntos y hoy forcé un poco más en el tercer periodo.

No puedo conformarme con nada de lo que logre, quiero ser el mejor del mundo. Sentenció Valdés, quien definió a su favor sobre Quintana 3-1, 0-3, 2-0.

Cerró así el telón de la penúltima fecha de este certamen. Hoy en el epílogo se conocerá la verdad en la libre varonil, divisiones de 66, 74, 84, 96 y 120 kilogramos.
 

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