Desde comienzos de 2017 Ergo Plus, una nueva “bebida isotónica para atletas de alto rendimiento”, estará en el mercado con dos sabores: naranja y limón. Lo que comenzó como un proyecto que solo pretendía sustituir importaciones y ofrecer un producto deseable en las condiciones del clima tropical, muy pronto pudiera convertirse en una bebida energética de gran aceptación entre los cubanos.
Al menos así lo espera el doctor Luis Ramírez Reyes, jefe del Área de Nutrición del Instituto de Medicina del Deporte (IMD), quien durante los últimos tres años ha dedicado buena parte de su tiempo a la investigación y desarrollo de Ergo Plus.
Producida por el IMD y la empresa mixta Coracan (encargada de los refrescos en polvo que se distribuyen en las redes de tiendas cubanas), Ergo Plus tuvo sus primeras pruebas en 2015, cuando la evaluaron cerca de medio millar de deportistas incluidos en los equipos nacionales de diferentes disciplinas.
“Ellos aportaron sus valoraciones acerca de presentación, sabor y otros elementos en un cuestionario. Con esas respuestas, y con las de sus entrenadores y los especialistas médicos, conformamos el producto final, que es el que ahora pretendemos llevar a la producción con fines comerciales”, explicó Ramírez.
De acuerdo con sus creadores, Ergo Plus aspira, entre otras cosas, a preservar la salud corrigiendo las pérdidas hidroelectrolíticas sufridas durante un proceso de preparación intensiva. Esa es una de las causas fundamentales de los calambres, las contracturas musculares y la demora en la recuperación de capacidades en un atleta, sobre todo en climas cálidos y húmedos como el de Cuba.
“Con este producto nos concentramos en reincorporar al cuerpo minerales como el sodio, el potasio, el magnesio o el calcio”, detalló el especialista. Entre los consumidores que ya puedan dar fe de sus beneficios, sobresale el equipo de béisbol de Holguín, el primero entre los que asisten a la Serie Nacional que lo incorporó al balance nutricional de sus jugadores.
“Ahí radica la principal diferencia entre nuestra propuesta y las de otras marcas comerciales con mucho renombre fuera de Cuba, que agregan elementos colaterales que no contribuyen significativamente al objetivo final: obtener mejores resultados deportivos sin afectar la salud”.
Según Jorge Pável Pino, director del IMD, en los próximos meses comenzará la producción comercial de Ergo Plus, destinada en primera instancia a los centros de la enseñanza deportiva de todo el país y a los equipos nacionales, “aunque también ha despertado expectativa en naciones como México, a donde fue llevado por nuestros competidores en varios eventos recientes”.
Cálculos preliminares indican que con cerca de medio millón de dólares podrían cubrirse las necesidades anuales de este producto por parte del alto rendimiento cubano en sus distintas categorías, para el cual se distribuirá a precios de costo (56 centavos USD por cada bolsa de un 1.5 litros). Para el consumo dentro de Cuba el precio sería superior atendiendo a las tasas intermedias de las redes de tiendas, pero según sus creadores “no tanto” como otros productos que hoy están a la venta, como Red Bull o Gatorade.
Esta bebida a algunos les ha recordado la Maltinga, una propuesta de bebida energética desarrollada en la Universidad de Matanzas y de la que no se ha vuelto a tener noticias.
La Maltinga (nombre que provocó no pocas bromas) era un compuesto elaborado a base de bagazo de malta –o afrecho–, un subproducto de la industria cervecera, y Moringa oleífera, un árbol caducifolio con muchas aplicaciones sobre todo por su valor como alimento humano y animal.