El cubano Erick Hernández, uno de los máximos exponentes mundiales del dominio del balón, consiguió este sábado otro récord en la llamativa modalidad. Lo consiguió al controlar la pelota por 1:12.05 horas solo con la cabeza, en la posición de sentado y con un lastre de 1.5 kilogramos atados a sus tobillos.
El habanero rompió su propia marca por más de dos minutos —la anterior era de 1:10 horas— en el hotel Mystique Royalton de La Habana, según reporta la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
De esta manera, confirmó sus dotes como hechicero de balones, una profesión en la que ha impuesto ya numerosas primacías mundiales y récord Guinness.
Este sábado, el plusmarquista manejó con maestría todo el ejercicio. Incluso, dio una masterclass de autocontrol y confianza cuando comenzó a soplar el viento y tuvo que pedir a los organizadores que cerraran las mamparas de la terraza del recinto.
“Sobre el minuto 45 comenzó a batir una racha de viento y debí solicitar que cerraran las puertas de acceso al lugar donde me encontraba trabajando. Tuve que retomar el ritmo de golpeo, pero nunca cayó al piso el balón y estoy muy contento con esta nueva marca mundial”, comentó Erick al periodista José Luis López Sado.
Tras concluir el intento con el nuevo récord, el cubano se notaba visiblemente agotado por el desgaste de una prueba en la que su cuerpo sufre por estar durante un prolongado espacio de tiempo en la misma posición.
De acuerdo con la ACN, Erick tuvo que realizar trabajos de fortalecimiento del cuádriceps, espalda alta, dorsales, hombros, trapecios y pectorales, músculos muy exigidos en este ejercicio.
En el proceso de preparación, el entrenamiento de estos músculos es fundamental, porque “sentado y con peso en los tobillos, cuesta demasiado trabajo mantener el equilibrio”, explicó el múltiple recordista del orbe.
A sus 56 años, Erick Hernández no contempla retirarse de la exigente disciplina ni dejar de establecer marcas dominando el balón. De hecho, precisó al periodista José Luis López Sado que en el 2023 buscará otro récord mundial, pero de larga duración y tocando la pelota solo con los pies.