España, tierra prometida para atletas cubanos

Cuatrocentista Indira Terrero. Foto: Reuters

Cuatrocentista Indira Terrero. Foto: Reuters

El secreto a voces se hizo realidad. Orlando Ortega se convirtió el pasado 24 de julio en ciudadano español. O lo que es lo mismo, el nacido en La Habana dio un paso más en pos de competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, justo cuando pasa por su mejor momento deportivo.

La información oficial devino festejo del vallista cubano, líder del ranking mundial 2015 de los 110 metros con vallas, quien exhibió en la red social Facebook su felicidad: “De corazón muchas gracias, gracias a España por esta nueva oportunidad en mi vida y mi carrera, la aprovecharé al máximo.”

Pero todo no paró ahí. El texto donde el Consejo de Ministros anunciaba la nacionalidad por carta de naturaleza a “Orlandito” traía una gran sorpresa. La condición igualmente fue otorgada a nuestro afamado y legendario Javier Sotomayor, considerado el mejor saltador de altura de la historia. Noticia que llegó así, de sopetón.

Monarca bajo los cinco aros en suelo catalán, en Barcelona 1992, el “Soto” ahora es cobijado por una de las tierras que más lo encumbró. Solo se debe dar atrás en el tiempo y rememorar además el récord del orbe (2.45 m) y la distinción Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, en 1993, tal vez un punto a su favor al instante de volver atrás y revisar sus raíces.

El nativo de Limonar, Matanzas, recibió la noticia en suelo nacional y aclaró rápido la duda de la mayoría. “No voy a renunciar nunca a la nacionalidad cubana. A mí me surgió la posibilidad de nacionalizarme español hace dos años. Yo lo acepté, pero no voy a renunciar a Cuba”, señaló a la agencia de noticias alemana DPA.

Pasados los primeros siete meses de este año, España ha concedido la ciudadanía a diez deportistas, más que en ningún otro período anterior. Los datos indican que el tope databa del 2008 y 2010, cuando el gobierno del Partido Popular otorgó la “suerte” por decreto a ocho. Buena parte de esos beneficios recayeron sobre cubanos.

El idioma, el linaje, la cantidad de connacionales que existen en ese territorio y los cada vez menores resultados del campo y pista español,  son detalles que tienen en cuenta y ayudan a que los antillanos “fichen” por España y pongan  su futuro en las pistas ibéricas.

El llamado deporte rey se roba los titulares. La calidad de los nuestros no pasa inadvertida y también ayuda en el proceso. Por ejemplo, el último podio olímpico del atletismo de la nación europea data del torneo multideportivo de Atenas, hace once años, cuando Joan Lino Martínez, abrigado esa propia temporada, obtuvo el metal de bronce en salto de longitud, y sumó otro lauro en el 2005 con su título en el continental bajo techo.

Durante las últimas campañas otros cubanos le han dado resplandor a ese movimiento deportivo. Tal es el caso de la cuatrocentista Indira Terrero, primera figura en su momento en la isla, y que hace solo unos meses entró tercera a la meta en el europeo al aire libre y cerró segunda en el evento de pista cubierta.

La oleada comenzó en 1999. Niurka Montalvo se casó y al poco tiempo de recibir la residencia se divorció. Sin embargo, toda la polémica fue olvidada cuando la estelar saltadora se hizo del oro en el mundial de Sevilla 1999. Fue el inicio de un camino que ahora no encuentra final. Después siguieron uno tras otro. La maratonista Yesenia Centeno, el fornido discóbolo Frank Casañas y el también saltador Luis Felipe Méliz, plata en la lid continental de Helsinki 2012.

Todo ello ha levantado ronchas que no encuentran alivio con pomaditas chinas. Los primeros en salirle al paso públicamente al dilema fueron los vallistas cortos españoles, quienes  firmaron un manifiesto exigiendo a la Federación Española de Atletismo (RFEA) reducir el número de atletas nacionalizados en la selección.

Imagine, que a la entrada de dotado Ortega ya se sumaba la de Yidiel Contreras, con pasaporte desde marzo,  quienes junto al ecuatoriano Jackson Quiñónez coparán las tres plazas para el Campeonato Mundial de Beijing, a iniciarse el venidero 22 de agosto (el sudamericano ostenta la cota nacional -13.33 segundos-, marca que está temblando, debido al acoso de los provenientes de la denominada Escuela Cubana de Vallas. No dude que el líder de la temporada con 12.94 la destroce nada más se vista de rojo y amarillo).

Así, Francisco Javier López, primer español natural en la prueba, junto a Javier Colomo, Arnau Erta, Julián Ortiz, Pedro García, Iban Maiza, Ignacio de Esquiroz y Francisco López-Smith escribieron el referido texto abierto, el cual solicita se sumen atletas de otras modalidades. Los muchachos no aguantan más.

Para otros, atraer estos deportistas, es un alivio para la mala racha de algunas especialidades en el deporte español. Si bien en disciplinas de velocidad -dígase moto o fórmula uno-, natación y fútbol, el panorama es bueno, otras sí corren el riesgo de perder distancia a nivel mundial y alejarse de su historial. Incluso el baloncesto, con varias figuras en la NBA y una liga que hoy se encuentra entre las más competitivas del planeta, incluyó entre los suyos  al reconocido congoleño Serge Ibaka, y a la granadina Sancho Lyttle.

La situación es totalmente diferente para Mauri Surel Castillo. El moreno larguirucho resulta el reverso de la moneda. Recordista nacional cubano en 1.500 metros planos, abandonó la delegación cuando compitió en el Iberoamericano de San Fernando (Cádiz) en 2010. Tras dos años de residencia en España, presentó la petición de nacionalización en 2013 sin obtener respuesta alguna.

Dicen que la suerte es loca y a cualquiera le toca. Esta vez, ese llamado pretexto de los fracasados le ha dado la espalda. Tanto, que el año pasado la RFEA ordenó la lista de atletas urgentes a nacionalizar. Surel era el primero. Hoy, todos son ciudadanos menos él.

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