Fútbol cubano: Raúl Mederos tiene las manos atadas

A solo horas del debut en la Copa Oro, el seleccionador nacional, Raúl Mederos, observa resignado como se le escapa la posibilidad de conducir a un equipo competitivo, sin opción ninguna de convocar a decenas de futbolistas que Cuba tiene regados por el mundo con un nivel superior al de la Isla.

Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Detrás, el técnico Raúl Mederos. Foto: Otmaro Rodríguez.

Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Detrás, el técnico Raúl Mederos. Foto: Otmaro Rodríguez.

“¿Tres? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Quién da más?” Así están las apuestas sobre cuántos goles le meterá México a Cuba en la Copa Oro 2019 de fútbol, que descorrerá sus cortinas este sábado en el Rose Bowl de Pasadena, California.

Sin visa para el capitán Yordan Santa Cruz, sin ninguno de los legionarios que se desempeñan en diversas ligas profesionales, y luego de una preparación infame que incluyó derrotas frente a onces de menor categoría, la escuadra de la Isla no puede tener un peor panorama frente a sus ojos.

El técnico Raúl Mederos es consciente de ello. Sabe que cuenta con un equipo inexperto, con miles de lagunas tácticas y talento aislado, y sabe también que no puede hacer mucho para cambiar el cuadro: tiene las manos atadas.

La selección: has lo que yo digo y no lo que yo hago

A Mederos le entregaron la selección como una papa caliente hace ya algún tiempo, cuando las menciones sobre la misma tenían que ver casi exclusivamente con derrotas y fugas en masa de jugadores en torneos internacionales.

El técnico cambió de alguna manera ese discurso. Llegaron las victorias en la Liga de las Naciones, la clasificación al máximo nivel de ese torneo, a la Copa Oro, y se abrió también el debate sobre la posible convocatoria de los cubanos establecidos en otros países, algo que los fanáticos demandaban, pero que nadie cercano a la dirección del deporte cubano se atrevía a mencionar.

Raúl Mederos dirige un entrenamiento del equipo cubano de fútbol en La Habana,con vistas a la Copa Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Raúl Mederos dirige un entrenamiento del equipo cubano de fútbol en La Habana,con vistas a la Copa Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Raúl Mederos dirige un entrenamiento del equipo cubano de fútbol en La Habana,con vistas a la Copa Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.

Mederos tenía en su mente un proyecto diferente, inclusivo, con una combinación natural entre los mejores jugadores de la Isla y los profesionales. Al principio la idea parecía calar, y el técnico hasta entregó listas con hombres de interés y probada calidad para sumarse a la dinámica del conjunto.

Comenzaron a saltar los Onel Hernández, Marcel Hernández o Samuel Malamaki Camacho, quienes parecían estar muy cerca de vestir la casaca de las cuatro letras. Pero aquellas eran puras y burdas apariencias…

Paulatinamente, las esperanzas se diluyeron, nadie se pronunciaba respecto al tema, y el silencio, en el contexto del deporte cubano, solo trae malos augurios. Los presagios, en efecto, se confirmaron hace alrededor de un mes, cuando el ya tristemente célebre comisionado nacional, Oliet Rodríguez, aseguró que para jugar con Cuba los futbolistas debían viajar a la Isla para hacer el desgastante proceso de reinserción en selecciones del patio.

Rompiendo con todos los estándares de la FIFA, rompiendo el mecanismo empleado por cientos de países, rompiendo hasta con la lógica del universo, Cuba no convoca a sus futbolistas internacionales, son los propios futbolistas quienes deben postularse para una convocatoria, y no precisamente por lo que hacen en el campo.

Ya con estas pautas grabadas, Mederos tuvo claro el mensaje: “si quieres seguir en el puesto, has lo que yo digo y no lo que yo hago. Limítate a tomar decisiones en la cancha, que del resto de las cuestiones, de las cuestiones que repercuten en lo que haces en la cancha, nos encargamos nosotros”.

Así hemos llegado hasta hoy, con un equipo en crítico cuadro clínico y, lo más triste, con un seleccionador desprovisto de libertades en la toma de decisiones, si es que alguna vez la tuvo. Sus palabras a OnCuba, antes de salir a las giras de preparación, no dejan dudas al respecto.

“No quiero hablar más del tema de la convocatoria, yo no tengo respuesta, no puedo resolver nada, al final solo me estoy buscando problemas. Para saber, hay que ir al INDER y preguntarle a los que allí deciden. Para el fútbol cubano sería un éxito tener a todos los internacionales, pero yo no puedo hacer nada. He dejado de ver videos, de seguirlos, tenía la idea que podía resolverse a corto plazo y no va a ser así”.

El fútbolista cubano Onel Hernández del Norwich City inglés, uno de los absurdamente ausentes de la selección cubana. Foto: Twitter del Norwich City.
El fútbolista cubano Onel Hernández del Norwich City inglés, uno de los absurdamente ausentes de la selección cubana. Foto: Twitter del Norwich City.

Copa Oro: ambiciones y realidades

Aunque los jugadores cubanos saben que deberán escalar una cresta muy empinada en Estados Unidos, nada ni nadie les puede matar la ilusión. En sus mentes, y en la de Mederos, sigue vivo el sueño –o utopía– de superar la fase de grupos en la Copa Oro.

“Estamos mentalizados en competir y obtener de cuatro a seis puntos para clasificar. Es una meta ambiciosa, pusimos la varilla alta, pero no hay nada imposible. En noviembre pasado jugamos en La Habana un partido contra República Dominicana en el que pocos de la prensa nos daban opciones, pero los muchachos hicieron un gran juego y ganamos, lo cual nos permitió acceder a la Copa Oro”, dijo Mederos a OnCuba.

“Estos mismos muchachos son los que nos llevaron ahí, son los mismos que hicieron aquel gran partido. Repito, el objetivo en Estados Unidos es complicado, pero si ellos mantienen el nivel y juegan con seriedad, es posible alcanzarlo”, añadió el seleccionador del combinado antillano, que se medirá en la Copa Oro a México, Martinica y Canadá.

Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Entrenamiento de la selección cubana de fútbol para la Copa de Oro 2019. Foto: Otmaro Rodríguez.
Foto: Otmaro Rodríguez / Archivo.

En la lid, Cuba contará con los refuerzos de Arichel Hernández, Daniel Luis Sáez, Sandy Sánchez y Andy Baquero, todos contratados en República Dominicana, y sufrirán la ausencia de Yordan Santa Cruz, quien no recibió el visado para viajar a Estados Unidos.

Este último detalle trastoca planes y esquemas, y baja considerablemente la posibilidad de cumplir con las expectativas iniciales. Con muy pocas opciones de obtener los resultados planificados, a la selección le queda evaluarse en un escenario de categoría, ver si se ha avanzado algo en las cuestiones tácticas que siempre la golpean.

“Los jugadores deben cambiar la mentalidad en cuanto al trabajo táctico. Ese siempre ha sido nuestro talón de Aquiles. Hay que saber adónde correr y qué hacer con la pelota, dos detalles básicos del fútbol que muchas veces se le escapan a los atletas”, precisó Mederos, quien no quiere que la inminente experiencia sea un mero trámite.

“La Copa Oro es un puente para la Liga de las Naciones, nuestro principal compromiso del año. Pero no queremos ir ahora a Estados Unidos solo de pasada, por participar y ya. Queremos competir y dar la cara”.

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