Guilllermo Rigondeaux, ¿la resurrección?

Foto: ESPN

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Guillermo Rigondeaux (16-0, 10 nocauts) dejó de ser el campeón de las 122 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) hace varias semanas.  Una noticia que llegó súbitamente y atascó las expectativas del considerado mejor quinto pugilista libra por libra del panorama rentado. Parecía que todo se esfumaba y sus logros se desvanecían al compás de un chasquido de dedos.

A sus 35 años, “El Chacal”, titular en receso de la Asociación Mundial, quedó al desnudo, a expensas del reconocimiento público, de una posible rectificación. “Si con la faja era difícil encontrar rivales, ahora va a ser mucho peor”, expresó el cubano cuando el OMB lo despojó, debido a los prolongados períodos de inactividad. Pero el azar lo miró con buenos ojos. Para sorpresa de todos fue colocado en la pelea de respaldo en la cartelera estelar del boricua Miguel Cotto y el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, programada para el 21 de noviembre.

Este sábado, “Rigo” se jugó el pellejo y peleó con el alma en cueros. Ante la tosquedad de las promotoras y televisoras, y ante el apoyo casi nulo de los seguidores no estaba obligado a ganar, sino a masacrar; algo que no ocurrió. Como es común, el santiaguero mostró su maestría y técnica depurada sobre el encordado para llevarse una clara decisión unánime en 10 asaltos, cuando todos en el muy lujoso Mandalay Bay Events Center de Las Vegas le pedían un nocaut en unos pocos capítulos.

El filipino Drian Francisco (28-4, 22) fue su rival. Un tipo sin mucho en su hoja de servicio, más allá de su experiencia. Uno que escaló el encerado con poco que perder y demasiado por ganar, y que bajó del cuadrilátero con las manos vacías, par de hematomas en su rostro y la felicidad de haber terminado en pie ante un hombre que lo supera desde todo punto de vista.

Al final las tarjetas de 100-90 dos veces y 97-93, dejaron clara la superioridad de “El Chacal”, quien nuevamente se coloca en el medio de la tormenta. Este éxito reafirma su sobrada calidad y a la vez lo deja lleno de reprobaciones al no poder variar un poco su sistema para dar lo que todos le piden, espectáculo. Nadie duda lo otro, su excelencia.

Lo cierto es que quien más pierde en esta situación es el propio Rigondeaux, capaz de todo, hacer dormir y hacer que te levantes súbitamente del butacón y aplaudir sin cesar. Nonito Donaire, otro filipino, puede concluir parado; Brian Francisco no. Menos cuando las asociaciones te brindan la opción de tomar una nueva bocanada de aire.

El bicampeón olímpico como amateur resurgió de las cenizas, pero se quedó corto. La rechifla y los abucheos de los fanáticos fueron un mensaje alto y claro, y de seguro las tertulias sobre su accionar continuarán. No obstante, ratificó algo para sus detractores: no tumbo, pero ni me pegan y menos me ganan. ¿Resulta eso suficiente para este negocio tan crudo?

“Antes de esta oportunidad parecía que estaba en cero, la televisión no lo quería, y tenía problemas con su antiguo manager que lo atrasaron”, espetó el periodista Jorge Ebro en exclusiva a Oncuba, quien agregó que esta victoria no es la más importante desde el punto de vista boxístico, pero sí de su carrera en sentido general, porque lo mantiene al menos vivo.

El especialista añadió que puede ser el comienzo de algo más importante si Roc Nation (promotora) cumple con sus promesas.”Rigo no solo debe vencer, sino convencer, para acallar las críticas sobre su estilo aburrido”, sentenció Ebro.

“El Chacal” tuvo este sábado la oportunidad de obtener bolsas más jugosas, carteleras excelsas, ganarse la confianza de millones y perdió cada cosa. Sin tapujos, lo acontecido en la Ciudad del Pecado resultó para él más fracaso que triunfo, aunque su mano derecha fue levantada tras el campanazo final.

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Lara expone su corona

Erislandy Lara (21-2, 12 nocauts) es uno de los boxeadores profesionales cubanos más activo en los últimos años. La suerte no le ha dado la espalda al oriundo de Guantánamo como a otros de sus connacionales. Saúl “Canelo” Álvarez, Austin Trout, Alfredo “El Perro” Angulo, Carlos Molina y Paul Williams han sido algunos de sus rivales. Todos de categoría mundial.

Sin embargo, los últimos meses no han estado bendecidos y los contrarios de caché se han negado a enfrentarlo. Uno de ellos, el kazajo Gennady Golovkin lo hizo en julio. No obstante, al monarca del orbe como amateur en Mianyang 2005 no le han faltado contendientes. Ishe Smith y Delvin Rodríguez no fueron competidores de primera línea, aunque sí opciones que lo mantuvieron sobre el ring.

El llamado “Sueño Americano” hará este 25 de noviembre la segunda defensa de su título mediano ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). La pelea estelar de la cartelera de Premier Boxing Champions en ESPN lo opondrá en las 154 libras al esloveno Jan Zaveck (35-3, 9).

El Hialeah Park and Casino, situado en el sur de Florida, será la sede del duelo ante un europeo ex campeón de la Federación Internacional (FIB). A sus  39 años, Zaveck perdió varias de sus mejores dotes y no se vende como un rival exigente. ¿Amenaza? No se cree. Tal vez la incertidumbre recae en ver si Lara es capaz de ayudar al referee a decretar más temprano que tarde el fuera de combate. La falta de contundencia es uno de los elementos que reiteran aquellos que lo critican continuamente.

Otros educados en nuestra Escuela Cubana de Boxeo se presentarán esa noche en el mismo escenario: el cienfueguero Yasmani Consuegra (17-2, 14) ante el estadounidense  John Wesley Nofire (18-0, 14) y el espirituano subtitular olímpico de Atenas 2004, Yudel Jhonson (17-2, 9), frente al también norteño  Daquan Arnett (14-1, 8).

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