Howard Sant-Roos, primer cubano en la final de la Liga española

El alero fue una de las piezas fundamentales del UCAM Murcia en las semifinales del baloncesto español contra el Unicaja Málaga, a quienes superaron para avanzar por primera vez en su historia a la discusión de la corona.

El ala pívot georginao de Unicaja Málaga Will Thomas (d) lucha por el balón ante el alero cubano de UCAM Murcia Howard Sant-Roos (i), durante el cuarto partido de semifinales de la Liga Endesa. Foto: Marcial Guillén/EFE.

El basquetbolista Howard Sant-Roos se convirtió este miércoles en el primer cubano clasificado a una final de la Liga ACB, luego de que su club, el UCAM Murcia, eliminara en semifinales al Unicaja Málaga, líder de la etapa regular del campeonato español.

En el quinto desafío del playoff, el conjunto dirigido por Sito Alonso logró varios hitos históricos, pese a comenzar perdiendo el decisivo encuentro en el que llegó a estar 10 puntos por debajo. En este escenario, Sant-Roos se volvió fundamental, como lo ha sido a lo largo de la campaña.

“Toda la magia local se apagó de pronto tras la primera pausa. Sito Alonso movió los hilos del banquillo y desactivó a los malagueños que no anotaron en juego en los siguientes siete minutos y medio. Fue el momento para que Caupain y Sant-Roos metieran la directa para remontar el encuentro”, reseñó Marca.

El base de Unicaja Málaga Alberto Díaz (d) intenta lanzar a canasta ante la presión del escolta cubano de UCAM Murcia Howard Sant-Roos (#8) durante las semifinales de la Liga Endesa. Foto: Marcial Guillén/EFE.

Por otra parte, un artículo de El País señala que, a partir de ahí, “el equipo murciano se lo tomó con más calma” y “con el cubano Sant-Roos al mando de las operaciones, eligió mejor sus opciones, defendió con solvencia y encontró mejores posiciones para anotar”.

Finalmente, Murcia celebró el épico pase a la primera final de su historia en la cancha del Unicaja, cuando el tiempo se agotó y la pizarra exhibía un 70-79 a su favor.

En lo individual, el desempeño de Howard Sant-Roos fue redondo, al punto que destacó como uno de los mejores jugadores de su equipo. De cara al canasto consiguió 10 unidades, a las que sumó 3 rebotes, 2 asistencias, 2 recuperaciones y un tapón que enmudeció a la afición local. Todo esto le valió para unos 17 créditos de valoración, la tercera más alta de la escuadra murciana.

Este rendimiento ya lo había advertido Ibon Navarro, entrenador de Málaga, al ser cuestionado sobre la importancia que podría tener el cubano en la serie.

“Es un jugador de mucho tamaño con unas habilidades defensivas muy grandes, es un jugador de Euroliga, en Panathinaikos era un secante de primer nivel. Te incomoda mucho por su talla… Una de las principales virtudes, sino la más grande de Howard, es su conocimiento de juego a nivel defensivo. Es muy bueno, muy listo y muy grande”, dijo el director del equipo rival en declaraciones recogidas por el sitio Málagahoy.

Howard Sant-Roos, el maestro de la discreción

En efecto, el rendimiento de Sant-Ross fue fundamental para que el Murcia terminara la temporada con el tercer mejor promedio de puntos permitidos (80.4), únicamente por detrás del Unicaja y el Real Madrid. Además, fue el segundo en recuperaciones por partido (9.21).

“No permitir puntos fáciles al rival es esencial para competir al más alto nivel. Tenemos muy claro que hay que evitar pérdidas de balón para no dar oportunidades de contraataque al equipo contrario”, apuntó Sant-Ross tras la victoria, que deja muy clara la línea de juego y estrategia del plantel murciano.

De esta manera, los chicos de Sito Alonso tomaron desquite de Málaga, que los mandó a discutir el tercer lugar de la Basketball Champions League hace alrededor de un mes.

En esa competencia lograron hacerse con una medalla de bronce que, junto al quinto puesto de la etapa regular y el boleto a postemporada en la Liga, ya valía para catalogar la campaña como sobresaliente.

Sin embargo, esta escuadra siguió creciendo e hizo ciertas aquellas sensaciones que tenía Sant Roos de que podían soñar con ganar un título.

El escolta cubano de UCAM Murcia Howard Sant-Roos (i) lucha con Tyler Kalinoski, de Unicaja Málaga, durante las semifinales de Liga Endesa. Foto: Jorge Zapata/EFE.

Según el sitio oficial de la Liga, la noche de Murcia es histórica por factores que trascienden lo que ya puede ser considerada su mejor actuación de todos los tiempos. Y es que, por ejemplo, son el primer equipo que clasifica a la discusión del título sin haber ganado ningún partido como local (no lo consiguió ni ante Valencia ni ante Málaga), rompieron el maleficio del quinto lugar de la fase regular, que había perdido todas sus series contra el primer puesto y nunca se había colado en la pelea por la corona, y se convirtieron en el onceno conjunto que accede a una final liguera.

En la discusión de la corona su rival no será nada fácil. Hablamos del club más grande de esta competición: el Real Madrid, que llega invicto en postemporada, tras barrer al Barça, y en busca de su corona 37.

La buena noticia para Sant-Roos y compañía es que este año fueron uno de los pocos equipos que supieron arrebatar un éxito a los blancos, doblegándolos 73-61 en la vuelta, aunque cedieron en par de ocasiones: una en Copa del Rey (84-79) y la otra en su primer cara a cara liguero (106-92). Es válido destacar que anteriormente, Murcia solo había estado en postemporada en 1992 y 2016, cuando se despidieron en cuartos de final precisamente a manos del Real Madrid.

El próximo sábado 8, casi 30 años después de que Andrés Guibert se convirtiera en el primer cubano en debutar en la Liga ACB, otro cubano llamado Howard Sant-Roos será el primero que pueda soñar con acariciar el título de una de las mejores ligas del mundo.

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