Judoca cubana que se quedó en París quiere competir por España

Decidió no regresar a la isla tras haber ayudado a la preparación de Idalys Ortiz para los Juegos Olímpicos de París 2024. Pretende solicitar asilo político.

Las judocas Dayle Ojeda (d) y Ayumi Leiva entrenando en Valencia. Foto: Valencia Judo Training Camp/EFE.

La judoca cubana Dayle Ojeda se encuentra entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de Valencia, en España, luego de decidir no regresar a la isla y después de haber ayudado a la preparación en Europa de la multilaureada Idalys Ortiz previo a su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024.

De acuerdo con una entrevista publicada en el sitio web de la federación valenciana de judo, y reseñada por la agencia Efe, la deportista pretende solicitar asilo político en España y luego representar a ese país en certámenes internacionales.

Ojeda, de 30 años, debía retornar a Cuba antes de comenzar la cita parisina, pero tomó una decisión de la cual, asegura, no se siente arrepentida.

“Fue difícil tomar la decisión ya que nadie está preparado para dejar atrás su vida. Es duro dejar a mi familia, amigos, pareja y, sobre todo, el lugar donde uno nace sin poder decir adiós. Ni siquiera a mis compañeros. Pero, insisto, fue lo mejor y no me arrepiento porque fue la mejor decisión. Estoy segura de ello”, afirmó

“Mi sueño no está lejos del sueño de ningún deportista. Siempre aspiramos a ser mejor cada día. Quiero poder representar a España y obtener medallas en eventos internacionales. Mi sueño es participar y ser medallista mundial y olímpica. Ese es mi sueño. Ahora es una meta. De esta forma podré agradecer de alguna manera a España y a los entrenadores que me están dando la oportunidad”, añadió.

Ojeda explicó que en París vivió “días muy difíciles” con “ansiedad” y “muchísimo miedo”, sin tener la certeza de que había dado el paso correcto para el bienestar personal y de su familia.

“Es duro tener que tomar decisiones como estas, pero estoy convencida de que hice lo mejor”, agregó.

Sobre la forma en que ocurrieron los acontecimientos indicó que se separó del grupo y realizó algunas llamadas antes de encontrar a una persona que le ayudó y orientó como comprar un pasaje de autobús desde París hasta Barcelona, donde se quedó por algunos días.

“Mis deseos y mis objetivos eran claros y el nivel de judo de Valencia es muy alto. Me hablaron muy bien del Centro de Alto Rendimiento y sabía que era probable que me ayudaran, como hicieron con el equipo ucraniano en un momento crítico e importante. También allí conozco a Ayumi Leiva, mi compañera de equipo de la selección nacional de Cuba y amiga. Sabía que también me darían su apoyo incondicional, con lo estoy eternamente agradecida”, expuso.

El futuro

Aunque tiene claro cuáles son sus objetivos inmediatos, Ojeda admite que desconoce cuáles serían los siguientes pasos a seguir en su caso, sobre todo lo relacionado con la solicitud de asilo político.

“Si hubiera llegado en avión sería totalmente distinto, pero no me rindo. Todo se puede con el apoyo de los entrenadores y la federación. Intentaré ir a la policía y pedir información a la Cruz Roja. La gente que conozco me está apoyando en este proceso”, comentó.

El viaje olímpico de Idalys Ortiz

A su vez, explicó que “son muchísimos” los motivos que le impulsaron a dar el importante paso y entre ellos mencionó “las ganas de poder mejorar como atleta y poder sentir que puedes crecer sin que te detengan o te digan que no puedes, fueron algunos de esos motivos”.

La deportista confirmó que en Cuba dejó a su madre, quien le apoyó muchísimo en el momento de tomar la decisión. También en la isla permanecen sus hermanos y su sobrino, entre otras personas.

“Es una mezcla de todos esos sentimientos. Por un lado, estoy triste. Pero quizás el día de mañana sienta felicidad o satisfacción al saber que he dado un paso importante para mi vida y que puedo ayudar a la familia, cumplir un sueño o lograr un propósito en mi carrera deportiva. Tengo algo de remordimientos, aunque mi conciencia está tranquila. Me sentí algo insegura porque sentía miedo de que algo no fuera a salir como pensaba en ese momento. He tenido muchos sentimientos, pero ahora me siento en paz y con tranquilidad”, ratificó.

“Esperé hasta el final para irme a España y poder desarrollarme como atleta y tener la oportunidad que jamás tuve en Cuba. Siento que soy capaz de ganarme con mis esfuerzos esta oportunidad y siento que nadie me puede quitar ese derecho”, afirmó. 

“Dejar a tu familia, a tus amigos, a tu ciudad, tu vida y cambiar a un mundo nuevo, que no sabes que te vas a encontrar, es difícil. En el caso de los cubanos tenemos una dificultad añadida, el saber que no puedes volver y no puedes ver a tu familia por un largo tiempo se hace aún más difícil. Aún así, son muchos los que toman está difícil decisión. En mi caso personal, es cuestión de superación y oportunidades”, explicó.

La judoca expuso que “la situación en Cuba es difícil” y recordó que “en otro momento, muchos españoles fueron a Cuba a realizar sus proyectos porque en España era difícil todo”.
 
“Ahora nos pasa a nosotros. Podía haber ido a Estados Unidos donde tengo familia, o también en Francia. Pero creo que la elección de España es la mejor para mi objetivo deportivo y para sentirme socialmente integrada. Espero y deseo realmente que me concedan el asilo y demostrar pronto que tengo el nivel deportivo necesario para representar a España con orgullo, ya que me está dando la oportunidad de mi vida”, concluyó.
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