La historia de Cuba en la Serie del Caribe

La isla fue el gran dominador de la Serie del Caribe en su primera etapa (1949-1960), pero desde su regreso en 2014 solo ha ganado un título.

Cuba logró su último título en Series del Caribe en el 2015, cuando los Vegueros de Pinar del Río se agenciaron el éxito. Foto: Ricardo Arduengo/AP/USA Today.

Cuando se habla de la Serie del Caribe, es imposible no mencionar a Cuba, el país más ganador en las doce ediciones iniciales y el único capaz de conquistar cinco cetros seguidos (1956-1960). Además, en la isla (específicamente en el Gran Stadium del Cerro de La Habana) nació el torneo en el lejano 1949, cuando se firmó el primer acuerdo entre los cuatro equipos fundadores.

Durante aquellos primeros campeonatos (1949-1960), los conjuntos cubanos ganaron siete coronas en doce participaciones, y hasta tres planteles cosecharon múltiples coronas. Los Alacranes del Almendares (6-0 en 1949), Leones de La Habana (5-0 en 1952) y los Elefantes de Cienfuegos (6-0 en 1960), fueron tres de los cuatros clubes que se coronaron invictos en ese lapso.

Los Tigres del Marianao fueron los únicos que ganaron dos veces seguidas en la primera etapa. Para tener una idea de la magnitud de la gesta, en la segunda era de la lid (1970-2022), que consta de 52 campañas, solo dos franquicias han logrado ganar dos veces en línea: Águilas Cibaeñas (1997 y 1998) y Criollos de Caguas (2018-2019).

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De las primeras ediciones quedaron varias historias individuales de peloteros cubanos que merecen todo el reconocimiento. En 1949, por ejemplo, los Alacranes de Almendares barrieron para ganar el título. Fermín Guerra, era el mánager de aquel conjunto y, por ende, se convirtió en el primer timonel cubano que ganaba el torneo. En el mismo campeonato, el lanzador Agapito Mayor consiguió tres victorias y ganó el premio de Jugador Más Valioso (MVP). Las tres victorias de Mayor siguen siendo la mayor cantidad para una Serie.

Tres años más tarde, en 1952, otro elenco cubano se coronaría: los Leones de La Habana. En esa ocasión, el matancero Sandy Amorós fue uno de los mejores bateadores del certamen, el cual lideró en promedio de bateo (.450), en jits (9, empatado con otros dos bateadores) y en dobles (4). Esos números le permitieron incluirse en el equipo “Todos Estrellas” como el mejor jardinero izquierdo.

En 1956 comenzó la racha ganadora más grande para un país. Ese año, el receptor Ray Noble terminó siendo el MVP. El oriundo de Central Hatillo fijó el mejor promedio de bateo entre los aspirantes al título ofensivo (.400). Por su parte, Chico Fernández fue el líder en carreras anotadas (10). Ambos, hicieron el All Star del evento. En la misma edición, Camilo Pascual fue reconocido como el mejor lanzador, luego de conseguir par de victorias, laborar en 18 innings y retirar a una docena de contrarios por la vía de los strikes.

En 1957 los Tigres de Marianao presentaron uno de los mejores conjuntos que se ha visto en la prestigiosa competición. El equipo dirigido por Napoleón Reyes tenía figuras como Orestes “Minnie” Miñoso, quien co-lideró la serie en carreras impulsadas (7), José Valdivieso o el MVP de la justa, el estadounidense Solly Drake.

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En el 59, Cuba ganaría por cuarta vez con el Almedares, comandado por Sungo Carrera, quien contó con uno de los mejores cuerpo de lanzadores que se ha visto. En dieciocho entradas, Camilo Pacual pintó una efectividad de 1.50 para ser elegido como el mejor lanzador de la competición. Otro que brillo fue el zurdo Mike Cuellar, quien terminó registrando balance de 1-0 sin admitir carreras. Ofensivamente, las labores de Carlos Paula (.462), Tony Taylor (.346) y Sandy Amorós (.333) fueron apreciables. De ellos, Taylor hizo el All Star, al igual que el torpedero Willie Miranda.

En 1960, Cuba se despidió del Clásico Caribeño con otra soberbia actuación de los estelares Camilo Pascual y Pedro Ramos. El primero terminó una vez más siendo el mejor lanzador del evento, con foja de 2-0, 15 ponches y un promedio de limpias de 1.15. El 14 de febrero, Pascual logró una histórica blanqueada de un hit contra Puerto Rico.

Entre los toleteros, Rogelio Álvarez culminó el evento bateando .333 con par de bambinazos y 12 carreras anotadas, mientras el segunda base Cookie Rojas se voló la barda en una oportunidad y promedió .429.

Durante estos años, el béisbol profesional en Cuba dejó grandes frutos y el país se ganó el título de mayor potencia del Caribe, algo que también se reflejaba en Grandes Ligas, donde era la nación extranjera con más representantes. Sin embargo, a partir de la eliminación del profesionalismo todo cambió: desapareció la liga invernal, una de las más prominentes y respetadas de la región y se perdió toda posibilidad de competir en Series del Caribe, un golpe mortal para el evento.

Tras la salida de Cuba, el gran animador del torneo, este entró en una prolongada pausa por una década, hasta que en 1970 Venezuela, Puerto Rico y Dominicana decidieron revivirlo. Un año después, se sumó México.

Cuba estuvo ausente por un largo período de más de medio siglo (incluidos en la cuenta los años de pausa), hasta que en 2014 se logró el regreso. No fue fácil, se necesitaron muchas rondas de negociaciones, según el comisionado de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, Juan Francisco Puello.

La reinserción cubana se produjo en calidad de invitados, y la realidad fue muy distinta respecto a las primeras experiencias de los años 50. Los resultados son una prueba elocuente: de seis participaciones, solo ganamos un título, con balance de 13 victorias y 17 derrotas en treinta duelos efectuados entre 2014 y 2019.

Actuación de Cepeda en la semifinal de la Serie del Caribe 2015

Durante el período, sin liga profesional, con la Serie Nacional en su peor momento histórico por un éxodo creciente, las posibilidades de Cuba disminuyeron drásticamente, aunque al menos tuvimos la dicha de ver ganar a los Vegueros de Pinar del Río en San Juan 2015. Es imposible olvidar el partido en que vencimos a los Tomateros de Culiacán para coronarnos nuevamente. Además, recordamos la gran versión de Frederich Cepeda, quien fue el MVP del certamen. 

¿Cuántos jugadores han ganado el MVP con equipos cubanos en Series del Caribe? La respuesta es cinco. Agapito Mayor fue el primero en 1949 y después lo siguieron Tommy Fine (1952), Ray Noble (1956), Solly Drake (1957) y Cepeda (2015). De ellos, Fine y Drake son estadounidenses; pero estaban insertados en la liga profesional cubana.

Está por verse si alguno de los miembros de Agricultores, campeones de la primera edición de la Liga Élite, logra un rendimiento estelar como para ser reconocido entre los mejores e impulsar a su equipo en la próxima Serie del Caribe en Venezuela. A primera vista, parece poco probable, pues presentamos una escuadra a la que, al menos desde el papel, le costará competir con el resto de los aspirantes al trono.

Así como la mayoría de los equipos de la región apuestan por mantener alrededor del 80 % de sus nóminas originales y no sumar tantos refuerzos, los Agricultores de Carlos Martí han seguido una línea similar. En principio, podemos sentirnos satisfechos por la recompensa que han recibido los jugadores campeones de la Liga Élite; pero no deben esperarse buenos resultados, porque los equipos son el reflejo de sus torneos.

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