La MLB envía un mensaje a Cuba y sus nuevas políticas

La Gran Carpa se ha pronunciado respecto al nuevo golpe de timón que ha dado el movimiento deportivo cubano. La célebre Major League Baseball (MLB) ha tocado el tema con mucha suspicacia, con tacto, casi que mirando de costado las políticas de nueva implementación que se han aprobado en la Isla.

Según un cable de Asociated Press (AP), la MLB considera imposible pronosticar el impacto de la profesionalización parcial del deporte en Cuba. “En vista de que no hemos visto los detalles de este cambio en la política, sería prematuro que especuláramos sobre sus efectos”, plantea un comunicado oficial de la entidad.

Resulta que ahora después de las mil y una trabas que impiden que los cubanos se asocien a las franquicias liga mayoristas, la organización ha declarado que “no hay provisiones ni reglas secundarias en las Grandes Ligas que dificulten a los peloteros cubanos jugar aquí”. Sin embargo, los clubes también han dicho que: “seguirán actuando en cumplimiento de las leyes y políticas del gobierno estadounidense”.

Por su parte John Sullivan, vocero de la Oficina para el Control de Activos en el Extranjero, adscrita al Departamento del Tesoro, ha salido al paso para advertir que la política estadounidense “no ha cambiado” y que “los jugadores cubanos tienen que ser autorizados por una licencia de la Oficina.”

Además, Sullivan añadió a la Asociated Press que “para ser candidatos, los jugadores tienen que demostrar que tienen una residencia permanente fuera de Cuba. Un cambio en las leyes cubanas no afecta nuestro procedimiento de licencias.”

También, Marie Harf, subdirectora de prensa del Departamento de Estado, expresó que “este es un asunto interno de Cuba. En términos generales, Estados Unidos da la bienvenida a cualquier reforma que permita a los cubanos salir de su país y volver a este.”

Todo parece indicar que para que los cubanos puedan jugar en Grandes Ligas seguirán teniendo que acudir a las crudas travesías marítimas o a los abandonos de delegación. No importan las nuevas regulaciones aprobadas en Cuba, la historia se mantendrá intacta.

La realidad es que no hay fórmula posible aún para que un nacido en tierras cubanas pueda jugar al máximo nivel del béisbol.  Cubanos y estadounidenses siguen sin pactar el armisticio, un acuerdo común en materia de béisbol que logre algo de consenso. Por el momento todo seguirá siendo una utopía, un juego donde los protagonistas se van o se quedan.

Foto: AIN

Salir de la versión móvil