Lanzador cubano Yunesky Maya afirma que no lanzará contra Cuba en la Serie del Caribe

“Lo primero que haría sería saludarlos…pero no jugaría en contra de ellos.” Así declaró el lanzador cubano Yunesky Maya en una entrevista que le realizara hace unos días el canal Televisión Dominicana.

Con estas palabras el pinareño expresó su parecer en torno a la posibilidad real que existe de enfrentar a la selección de Villa Clara, que representará a Cuba en la venidera Serie del Caribe. Dicha situación acontecería si Yunesky quedara campeón de la Liga Invernal Dominicana con su equipo, o fuera escogido como refuerzo por otro club quisqueyano que se lleve el título y gane su derecho a intervenir en el torneo regional.

Esta afirmación de Maya, figura clave dentro del staff de pitcheo de los Tigres del Licey, despertó la polémica entre los seguidores del béisbol cubano y caribeño en general. Las opiniones se suceden a gran velocidad. Algunas aplauden la decisión tomada, otras la consideran un desconocimiento tácito de lo que implica ser un deportista rentado.

Al parecer la dimensión espiritual de lo que significa “ser cubano”  para Yunesky excluye por completo un eventual duelo en los diamantes frente a un equipo de la isla. No importa si el uniforme dice Villa Clara o Guáimaro, o si el juego forma parte de un evento de clubes y no de selecciones nacionales. En el orden simbólico es Cuba la que está presente y él no se halla dispuesto a rivalizar ante la tierra que lo vio nacer y siente suya. Es su derecho, una decisión individual que merece ser respetada.

De manera pragmática Maya es un atleta profesional y está sujeto a un contrato con una entidad que le paga un salario por su desempeño. Es su trabajo y a él se debe, desde el mismo instante en que firmó el acuerdo que lo hizo parte del roster del Licey. Cuando José Ariel Contreras rubricó su contrato con los Yankees de New York, hace más de una década, este incluyó una cláusula que validaba su decisión de no lanzarle a equipos cubanos. Si en el caso de Maya existiera esa condicionante, no habría problema alguno que debatir. En caso contrario la directiva de los Tigres puede tomar acciones legales ante su negativa, ya sea rescindir su contrato, imponerle una multa o cualquier otra variante.

Es imposible obviar que Maya debe tener además un sentido de pertenencia y compromiso con su actual club y sus compañeros. En un artículo publicado en ESPNDeportes, Jorge Morejón ponía el siguiente ejemplo: “Supongamos que el Licey se corona campeón quisqueyano y en la Serie del Caribe le toca enfrentar en el partido decisivo al Villa Clara de Cuba… ¿Está obligado el manager José Offerman a prescindir de él y entregarle la pelota a un pitcher menos calificado que podría costarle la victoria, sólo porque el cubano no quiere trabajar contra sus compatriotas?.

Un detalle interesante es que en las franquicias que representarán a los circuitos invernales en la Serie del Caribe 2014, que acontecerá  del 1 al 8 de febrero en Islas Margarita, pudiera haber otros peloteros cubanos. De ser así, ¿adoptarían ellos una postura similar a la de Maya? A mi juicio sería una decisión individual que debe ser respetada, aunque su condición de cubanos nunca la pondría en duda por verlos rivalizar con nuestro vigente monarca nacional en ese torneo de clubes. Al final, todos somos Cuba. ¿Ustedes que creen?

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