Este 1ro de diciembre, en el histórico Kremlin de Rusia, quedaron conformados los grupos para la Copa del Mundo de 2018, con los 32 conjuntos clasificados.
Con Rusia sembrado como cabeza del grupo A –quizás el más fácil de los apartados– , se realizó el sorteo en presencia de algunos de los más grandes futbolistas de todos los tiempos, como el brasileño Pelé y el argentino Maradona. A la ceremonia también asistieron el presidente ruso, Vladimir Putin, y el máximo dirigente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino.
El ex delantero inglés Gary Lineker fue el conductor del espectáculo de alrededor de una hora de duración, en el que la periodista rusa María Komandnaya actuó como coanfitriona. Los momentos de mayor suspense fueron los de la integración de los ocho grupos, a partir de cuatro bombos establecidos previamente y que agrupaban a las selecciones clasificadas a partir de su lugar en el ranking mundial de octubre pasado.
Leyendas como Maradona, el brasileño Cafú, el italiano Fabio Cannavaro y el español Carles Puyol , fueron los encargados de sacar las bolas con los nombres de los equipos, para su emparejamiento en los diferentes apartados.
Los grupos
Aunque en estas instancias todos los rivales pueden ser difíciles, a simple vista algunos de los grupos parecen más débiles que otros. Estos son los casos del A (Rusia, Uruguay, Arabia Saudita y Egipto) y el H (Polonia, Japón, Colombia, Senegal), en los que no militan escuadras históricas –excepción hecha con los charrúas– ni favorecidas en los pronósticos para alzar la Copa.
En la cuerda contraria estaría el D, donde la Argentina de Lio Messi –superior en los papeles– no podrá descuidarse ante la pujante Croacia, la sorprendente Islandia y Nigeria, uno de los combinados de mayor tradición en África y que recientemente venció a los albicelestes en un partido amistoso.
Por su parte, los vigentes campeones de Alemania quedaron emparejados con México, Suecia y Corea del Sur en la llave F, otro grupo a priori complicado no tanto para los siempre poderosos teutones sino para determinar su posible acompañante en la siguiente ronda.
Otros favoritos como España, Francia y Brasil deben navegar sin dificultades en la primera fase. Los españoles coinciden con sus vecinos de Portugal –campeones de Europa y colocados como cabeza de serie por su mejor posición en el ranking de octubre –, en un grupo (B) en el que ambos equipos parecen muy superiores a Marruecos e Irán.
Francia es el claro dominador del apartado C, en el que Perú y Dinamarca deben disputar el otro pasaje con perdón de Australia. Y otro tanto puede decirse de los auriverdes en la llave E, en la que Suiza, Costa Rica y Serbia esperan desde ya la mayor clemencia posible de Neymar Jr y compañía.
Entre los conjuntos latinoamericanos, los uruguayos parecen los más favorecidos en un grupo en el que no jugará ninguno de los primeros 15 conjuntos del ranking de la FIFA, a pesar de la sombra que puedan hacerle los anfitriones rusos. Mientras, colombianos, mexicanos, peruanos y ticos tendrán que sudar la camiseta –bastante, en el caso de los aztecas– aunque tienen argumentos para llegar a octavos.
Panamá, en cambio, parece sin posibilidades en un apartado en el que Bélgica –con una generación que podría hacer historia en Rusia– y la siempre potente –aunque no pocas veces decepcionante– Inglaterra parecen a años luz por delante de los canaleros y de Túnez, el cuarto pasajero.
En caso de cumplirse los pronósticos e imponerse la calidad, según el organigrama, podríamos ver una semifinal Alemania-España o Argentina (en dependencia de quién venza en unos hipotéticos cuartos de final) y, por el otro lado, un choque de trenes entre Francia-Brasil.
Pero falta mucho para el mundial, que comenzará el jueves 14 de junio con el duelo entre Rusia y Arabia Saudita. La mesa de las especulaciones está servida ya.
