Más rayas para el tigre

Imagine que la Serie Nacional de Béisbol de Cuba es un tigre que ya perdió su fiereza. Imagine que cada pelotero que se retira del torneo por disímiles causas es una raya más que lo agobia, lo martiriza y que lo convierte en un animalito doméstico que no provoca ninguna reacción en una selva donde la pelota es casi una religión.

Las rayas cada día que pasan son más numerosas, y llegará el momento en que el tigre sea completamente negro porque su cuerpo no asimilará una marca más. Otra vez se producen bajas importantes en los equipos envueltos en el tramo final por la clasificación a la postemporada.

El equipo de Granma sufrió las bajas por intento de salida del país de uno de sus abridores Alain Tamayo y del refuerzo tunero Carlos Juan Viera. Industriales perdió a un hombre importante del bullpen como el zurdo Pavel Pino, y Pinar del Río (octava baja en apenas dos meses) a uno de sus jugadores icónicos: el fornido receptor Yosvani Peraza.

Alain Tamayo es un lanzador con excelente velocidad pero la inestabilidad ha sido una constante en toda su carrera. Su labor fue en gran medida como relevista y cerrador aunque en la actual campaña Carlos Martí lo reconvirtió en abridor. Tamayo en seis campañas ganó 37 y perdió 23 con 23 salvamentos pero su PCL es de 4,09. Como refuerzo estuvo bien con Pinar del Río en la 52 (4-3 con 5 salvados) pero con Villa Clara volvió a la inestabilidad de siempre. A pesar de ganar dos juegos y salvar dos con los naranjas, le batearon para un astronómico 316, y desperdició en varias ocasiones ventajas considerables.

Esta campaña fue más de lo mismo. Alternó salidas de calidad con otras mediocres que lo llevaron a tener un record negativo de 6-8 con 3,70 de PCL y promedio de bateo de los oponentes de 297. Además su control no era el mejor para un lanzador y terminó con alto BB/9 de 4.22. Mayor virtud: la excelente velocidad, que sería una buena carta de presentación en otras latitudes.

El tunero Carlos Juan Viera siempre nos dejó la sensación de tener condiciones suficientes para ser el cerrador estelar de la selección nacional pero nunca concretó la tarea. Relevista por excelencia en cuatro campañas tuvo balance de 20-18 con 33 salvamentos. Su promedio de carreras limpias fue de 3,39, y le batearon para un anémico 229.

Sin embargo, no fue el mismo después de su paso como refuerzo por Matanzas y aquel culebrón entre Víctor Mesa (otra vez inmiscuido en una telenovela al más puro estilo brasileño) y él, cuando fue dado de baja por los cocodrilos matanceros, y después el polémico manager lo volvió a llamar. Los números no mienten: con Las Tunas esta campaña tuvo foja de 2-4 con solo cinco salvamentos y con Granma como refuerzo fue un verdadero desastre: 0-3 con astronómico promedio de 6,30.

A su favor tiene la juventud y excelentes condiciones físicas. Su gran problema: 122 BB en 273.1 entradas para un promedio superior a los cuatro boletos por juego. Si recupera la forma que lo llevó a militar en varias preselecciones nacionales puede triunfar en cualquier béisbol.

La inestabilidad también marcó la carrera de Pavel Pino. Durante seis campañas alternó buenas actuaciones con otras para el olvido. Ganó 24 y perdió 17 juegos con siete salvados. Le batearon para 298 y tuvo un mediocre PCL de 5,05. Sus mejores campañas fueron la segunda vistiendo la franela de Metropolitanos y la tercera cuando debutó con Industriales. Entre ambos torneos sumó 17 victorias aunque le batearon bien. El descontrol siempre lo persiguió y su BB/9 de por vida fue de 4,35.

En esta campaña solo había lanzado veinte entradas con una victoria y sus números no eran nada del otro mundo pero se convertía en una buena opción contra bateadores zurdos en el bullpen azul.

Yosvani Peraza ya vio pasar sus mejores años pero entre 2008 y 2009 fue el mejor slugger de la pelota cubana. Recuerden aquellos jonrones memorables para decidir el partido frente a Australia en el Segundo Clásico Mundial y el que conectó frente a España en la Copa del Mundo del 2009. ¿Y qué me dicen del record todavía vigente de 37 bases por bolas intencionales en la XLVII SN donde además le dieron seis boletos intencionales con las bases limpias al más puro estilo Barry Bonds?

Además el gordo Peraza fue uno de los grandes ausentes en Beijing 2008 cuando ganó un derby de jonrones en la gira asiática e inexplicablemente (en otra historia misteriosa de la que se tejieron varias versiones) quedó eliminado junto a Yuniesky Maya y Osmani Urrutia. Por si fuera poco el gordo es el recordista histórico en jonrones para Pinar del Río en una temporada con 25 en una tierra que albergó a jugadores de la talla de Omar Linares y Luis Giraldo Casanova.

Es de los pocos peloteros que quedaban activos con más de 200 jonrones (249) y terminó con un buen SLU de 509. Finalizó bateando de por vida para 298, un promedio muy bueno atendiendo a sus características de hombre de poder, e impulsó 883 carreras.  Los números defensivos tampoco fueron malos, contrario a lo que puede establecerse como cliché debido a su gran corpulencia. Tuvo un AVE defensivo de 983, y capturó a 221 corredores y solo le robaron 139 bases. Una indisciplina grave terminó con la carrera en Cuba de uno de los grandes slugger de nuestra pelota.

Continúan las rayas y el tigre agoniza. Si no llega un veterinario a tiempo con medidas salvadoras la selva perderá a uno de sus animales distintivos, y Cuba su religión deportiva.

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