MLB vs MiLB: la angustia del beisbolista de Ligas Menores

Isotopes Park, estadio de Triple A de los Rockies de Colorado. Foto: baseballpilgrimages.com.

Isotopes Park, estadio de Triple A de los Rockies de Colorado. Foto: baseballpilgrimages.com.

La Major League Baseball (MLB) y la organización de las Ligas Menores (MiLB) han prolongado su conflicto de intereses. Tras un artículo publicado en el Washington Post el 18 de marzo, se pudo conocer que los ejecutivos de MLB presionarían en el Congreso para que este no levante la excepción que permite a los beisbolistas de Ligas Menores cobrar salarios por debajo del mínimo federal.
Ya se ha dicho muchas veces. Un jugador en las Menores podría cobrar menos dinero que un vendedor ambulante en el estadio o cualquier otro trabajador honrado vinculado al béisbol.
Las Ligas Menores suponen el puente de llegada a Grandes Ligas. Cada equipo de MLB tiene un equipo en los distintos  niveles: Rookie, Clase-A corta, Clase-A media, Clase-A avanzada, Doble-A y Triple-A. Seis sucursales que, por 30 equipos al máximo nivel, hacen 180 planteles de Liga Menores, con estadio, base de fans, logos, mascotas, y alguna que otra historia de tradición acumulada.
Un beisbolista en las Menores puede ganar entre 10,000 y 13,000 mil dólares al año, mientras un vendedor de comida entre 15,000 y 18,000.
Estructura de salarios en las ligas menores
Primer año profesional: $1,100 al mes.
Nivel Rookie: $1,150 al mes.
Clase-A baja: $1,300 al mes.
Clase-A avanzada: $1,500 al mes.
Doble-A: $ 1,700 al mes.
Triple-A: $2.150 al mes, 2,400 en segundo año y 2,700 tercer año.
Los salarios incrementan 50 dólares por mes cada año que el jugador repita el nivel. Los jugadores también reciben una dieta de alojamiento y 25 dólares por día mientras viajan.
Los beisbolistas en las Menores, los que no pertenecen al Roster de 40, deben continuar trabajando para subsistir cuando termina la temporada. Algunos se marchan a ligas invernales, otros simplemente trabajan.
Ellos no han logrado eslabonar una demanda más impactante porque no poseen ningún sindicato ni representación que los defienda, a diferencia del sindicato de jugadores de Grandes Ligas (MLBPA). Entonces, muchos de estos que tal vez nunca llegarán a las Mayores, sostienen pequeñas demandas con abogados que pueden traspasar ni cambiar la excepción de ley creada.
Garrett R. Broshuis, abogado que reside en San Luis dijo: “Se trata de propietarios multimillonarios que usan su influencia para tratar de pasar algo que no está pasando por los procedimientos normales de la legislatura y que solo va a hacer que miles de jugadores de ligas menores sufran aún más. Aquí solo estamos hablando de las leyes básicas de salario mínimo: las mismas leyes que McDonald’s tiene que cumplir, las mismas leyes que Walmart tiene que cumplir. Y seguramente si Walmart o McDonald’s pueden encontrar una manera de cumplir con esas leyes, entonces Major League Baseball también puede encontrar una manera de cumplirlas”.
Por otra parte, la oficina del Comisionado se muestra austera y dispuesta a proseguir su política dominante sobre la Minor Baseball League.
“Beisbolista de Liga Menores no es una carrera. Es el intento de ser como una avenida hacia las Grandes Ligas donde lo logras o te mueves y haces otra cosa”, aclaró Dan Halem, vicepresidente ejecutivo de MLB.

***

Es cierto, como alegan Halem y la jefatura del Comisionado, que en la época moderna fueron incorporadas las contrataciones por bonos de compensación que vienen a completar estos bajos salarios. Sin embargo, parece una distancia demasiado tangible que un pelotero de MLB cobre $575,000 de salario mínimo y los de Ligas Menores no rebasen los $25,000 en la mayoría de los casos.
En 2014, la revista Sport Ilustrated presentó un estudio con inquietantes resultados. Mientras los salarios de peloteros de MLB incrementaron en 2000 por ciento desde 1976, los de liga menor subieron sólo un 75 por ciento.
La problemática seguirá abierta porque MLB buscará las influencias perfectas para no desacomodar este tipo de mecanismo. MLB es una industria haciendo más dinero que nunca, que supera los 10 billones de dólares y precisamente porque ha logrado reducir muchos gastos entre los que se encuentran la compensación a los jugadores de las Ligas Menores, además de Japón y el mercado de agentes libres ahora con más restricciones.
La lucha de opuestos entre MLB y MiLB amenaza con una huelga para 2021 cuando finalice el Convenio Laboral. Es una amenaza para los equipos de MLB, pues de aprobarse la moción en el Congreso y existir salarios más altos, se quebraría el modelo económico previsto por MLB y se generaría una crisis, lo mismo si los salarios no incrementan y los beisbolistas deciden no jugar más hasta ver una correlación más justa, hasta dejar de ser considerados navegantes o soñadores en una avenida estrecha donde se toca el sueño Grandes Ligas.
Pat O’Conner, el presidente de Minor League Baseball, aclaró que el litigio actual es una amenaza existencial para los clubes de ligas menores, que podrían ver su modelo de negocios volcado si las cortes dictaminan que los jugadores deben ser pagados de acuerdo con la Ley Federal de Normas Laborales Justas.
O’Conner se reunió con algunos legisladores desde que comenzó la campaña por la exclusión y ha ganado parte del apoyo bipartidista.
“Estamos en 42 estados, 160 ciudades. Tenemos más de 3 mil millones de infraestructura, gran parte de la cual todavía está siendo pagada por los clubes y las comunidades donde existen”, dijo.
Todo público y lector de béisbol debe desmitificar las Ligas Menores porque los mismos beisbolistas, en el caso de los cubanos que conozco, lo han hecho. Muchos pidieron sus liberaciones como también dominicanos, norteamericanos o venezolanos; y marcharon hacia otras ligas en México, Japón, Korea, Taiwán o Italia. Sobrevolaron los límites porque del sueño no se vive y las Ligas Menores a veces es sólo estar cerca del sueño, nunca tocarlo.

Salir de la versión móvil