El equipo brasileño Sada Cruzeiro se convirtió en flamante titular del Mundial de Clubes de Vóley, celebrado esta semana en el Gimnasio Divino Bragas, en la ciudad carioca de Betim. El partido final tuvo lugar ayer domingo, y los locales le recetaron un contundente 3-0 al club ruso Lokomotiv Novosibirsk. Los parciales del juego fueron idénticos 25-20, válidos para desatar el éxtasis en la torcida verdeamarelha, que repletó las más de 7000 capacidades del complejo deportivo que acogió el evento.
La noticia agradable para Cuba: el héroe del Cruzeiro en este último juego fue el capitalino Yoandy Leal, que redondeó así la espectacular faena rendida durante el torneo. Y hay más: net por medio ocupó su lugar entre los regulares del Lokomotiv otro cubano: Oreol Camejo, pieza clave en la victoria de la selección rusa en semifinales ante el multicampeón de citas previas, el Trentino italiano. De hecho, esta resultó la primera ocasión en que un club azurro no dijo presente en el encuentro por el título.
Leal fue un verdadero azote para sus rivales por el oro. Líder en puntos del partido con 13, entre ellos 4 aces y un bloqueo; varios de estos los logró en momentos definitorios de cada set. De manera general se ubicó entre los mejores en varios departamentos ofensivos en el certamen. Según reflejaron las estadísticas previas a la final fue tercero en porciento de ataque (65, 08%), e igual posición entre los bloqueadores (0.64 por set); sexto en el servicio (5 aces, 0.38 por set); y onceno en defensa de campo (1.64), así como entre los máximos anotadores con 55 tantos.
En la conferencia de prensa realizada al terminar el encuentro Cruzeiro-Lokomotiv Yoandy, quien formara parte de ese genial equipo cubano subcampeón universal en la cita de Roma 2010, señaló: “Esto es lo más grande que me ha pasado. Ganar el mundial de clubes con este team y aquí en Brasil es increíble. Quiero dedicar esta victoria a mi familia en Cuba….y a los fans del Sada Cruzeiro. Estoy feliz, Sobre el juego, el servicio fue la llave para el triunfo de hoy.”
Los números de Oreol Camejo en la lid no impresionaron pero, como ya comentamos, su labor en semifinales ante el club Trentino bastó para que se llevara incontables elogios. Le anotó 17 puntos al conjunto italiano, campeón defensor de la justa, entre ellos 5 bloqueos que mucho incidieron en instantes claves de los sets ganados. Válido resaltar además que su efectividad en el recibo (57.89%) fue la quinta mejor del torneo.
Esta fue la novena edición del Mundial de Clubes para varones. Las primeras acontecieron entre 1989 y 1992. A continuación hubo un impasse que se extendió hasta el año 2009 en que se reanudaron. En la recién concluida cita participaron 8 clubes: Sada Cruzeiro (Brasil); Lokomotiv Novosibirsk (Rusia), titular europeo; Trentino (Italia), en definitiva bronce, aquí jugó hasta la temporada pasada Osmani Juantorena; UPCN (Argentina) campeón sudamericano; Kaleh (Irán) y Sportif Sfaxien (Túnez) ganadores respectivos de los torneos de Asia y África; La Romana (Rep. Dominicana) por Norte-Centroamérica y el Caribe; y el Panasonic Panther (Japón), invitado especial.
Fueron varios los jugadores que pertenecen a la elite del vóley los que estuvieron presentes en tierras brasileñas. Junto a Leal compartieron mondoflex Wallace Souza (MVP) y Eder Carbonera. Además de Camejo en el Lokomotiv estaban Alexander Butko y Artem Volvich. Por el Trentino destacaron entre otros Tsvetan Sokolov, Enmanuel Biralelli, el argentino Sebastián Solé y el norteamericano Donald Suxho. Uno que defendió los colores del club japonés Panasonic fue el estelar Dante Amaral. Esta es solo una muestra de las tantas estrellas que pudieron ser disfrutadas en vivo por la afición qué pudo asistir al Gimnasio Divino Bragas.
El talento del vóley cubano sigue dando quehacer en escenarios de todo el mundo. Las actuaciones de Yoandy y Oreol lo ratifican, y no son las únicas. En este preciso instante, decenas de jugadores salidos de la isla se desempeñan en las más disímiles ligas. Ello, por supuesto, nos llena de satisfacción pero, paradójicamente queda el sinsabor de no tenerlos juntos en la selección nacional. Quizás no sea tarde para buscar ese reencuentro, aunque a muchos les suene a utopía. Dialogar sin exclusiones a priori, sobre la base del concilio y el respeto de intereses, sin engaños ni falsas promesas…parece ser un buen punto de partida. Ya es hora.