Eugenio George Laffita, considerado por la Federación Internacional de Voleibol como el mejor entrenador de equipos femeninos del siglo XX, falleció en la madrugada de este domingo, a los 81 años de edad a causa del cáncer.
El destacado y reconocido director técnico, dirigiría y llevaría a la gloria a las Morenas del Caribe, valiéndoles tres medallas de oro en Juegos Olímpicos (Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sydney 2000) y Campeonatos Mundiales ( oro en Leningrado 1978 y Sao Paulo 1994, y plata en 1986). En los últimos años se desempeñó como Presidente de la Federación Cubana de Voleibol.
Obtuvo títulos consecutivos en las Copas del Mundo, en Japón, de 1989, 1991, 1995 y 1999, y medallas de plata en las versiones de 1977 y 1985, el título en la Copa de Grandes Campeones de 1993 y plata en 1997, dos preseas doradas y cuatro plateadas en Grand Prix.
Maestro de generaciones, desde el 2005 pasó a formar parte del Salón de la Fama del Voleibol y mereció entre otras muchas condecoraciones la Orden del Collar Dorado de la FIVB, concedida por la Confederación NORCECA, de la cual era hasta el momento de su deceso presidente de la comisión técnica y de entrenadores.
Eugenio George es ya una leyenda, porque su mayor mérito es el de haberle dado al pueblo la emoción memorable del triunfo repetido, y el sabor de la gloria. Los habaneros podrán rendirle póstumo tributo desde las 8:00 a.m. de este domingo en la Funeraria de Calzada y K.
Murió Eugenio George, corazón de la escuela cubana de voleibol
