¡Ojalá llovieran medallas en Toronto!

Cuba sigue anclada en la quinta posición. Recortó distancia, pero no pudo subir la escala. Al parecer, el agarrón por la nuca a Colombia -cuarto lugar en el medallero- es cuestión de horas. Pero mientras esperamos ansiosos un ascenso meteórico en la tabla de medallas. Media isla anda desvelada, mirando la lista. Ya no se disfrutan los Panamericanos, sino que se reza para que nos caigan medallas, para que nos lluevan. Lo cierto es que vienen buenas fechas para los atletas cubanos: el atletismo que acaba de comenzar, el boxeo en su afán de barrer con todos los oros y puede que también algún que otro taewandoca sorprenda. Presagios por concretar, pronósticos al aire. ¿Remontada a la vista? Habrá que ver…Yo no me tiro a la piscina, prefiero esperar afuera, sin ansiedad.

Mujeres de arena

Lianma Flores y Leila Martínez se desmoronaron como efigies de arena. Llegaron a la final del Voleibol de Playa empapadas de favoritismo, y al final, ese peso terminó por enterrarlas. No pudieron cargar con el cartel que las ubicaba como candidatas al título, no pudieron asumir su recorrido impecable y sufrieron contra su propia estela, como si no quisieran recoger lo que habían sembrado en la parcela de Toronto.

En la final, el dueto argentino de Ana Galay y Georgina Klug, no tuvieron presión alguna, la jugaron como si fuera un partido más, como si no hubieran sido vencidas en la clasificación por las propias cubanas, y de esa diversión, sacaron su mejor arma, el juego alegre que a la postre irritó a las nuestras y las mandó a la lona.

Todo el tiempo hubo dos rostros en la arena, como si la net marcara los estados de ánimo de las parejas contendientes. Las argentinas, puro furor. Las cubanas, ganas e impotencia. El partido se alargó hasta el tie break, pero hubiese sido mejor que no llegara a tanto, ese último parcial estuvo de más. Las gauchas arrollaron a las antillanas.

“No estuvimos bien, cero coordinación, cero compenetración, quizás la presión de la final nos haya pasado factura” nos manifestó Leila Martínez, capitana cubana. Mientras, Lianma Flores cree que “ellas fueron mejores y merecieron ganar, jugar finales no es fácil, hay que acostumbrarse, esperamos seguir progresando en los torneos que se aproximan.”

El dueto cubano de Nivaldo Díaz y Sergio González, finalmente, alcanzaron el metal de bronce y de esta manera logran cumplimentar una buena actuación, acorde a los pronósticos precompetencia.

Pegando sin piedad

Los boxeadores cubanos siguen empeñados en no ceder, en barrer a todos sus contrarios. Y la verdad que esa sería una muy buena noticia para la delegación, pues en caso de que se consumara esa barrida de todos los púgiles antillanos, los nuestros saltarían casi, directo, de la quinta posición a la tercera en el medallero general.

Julio C. La Cruz se quitó la espina de la Serie Mundial. Foto: Ismael Francisco
Julio C. La Cruz se quitó la espina de la Serie Mundial. Foto: Ismael Francisco

Ya Cuba tiene a sus diez hombres colocados en semifinales, es decir, con bronce asegurado. En la última jornada, los cinco que subieron al ring bajaron con la victoria debajo del brazo. OnCuba pudo obtener declaraciones de todos los vencedores:

Yosbany Veitía: “No hice nada extraordinario, solo desarrollar mi combate, voy con todo, voy por el oro”.

Yasnier Toledo: “Que estemos todos en semifinales es un buen resultado, eso nos motiva a todos. Lo que queremos es barrer, llevarnos todo, no dejar nada para nadie”.

Julio César La Cruz: “Estaba loco por toparme de nuevo con el ecuatoriano, la última pelea me la había ganado, pero le demostré que soy superior. Ya me quité la espinita, ahora voy por el título”.

Ronniel Iglesias: “Esta pelea me viene muy bien, me da mucha confianza, además, no paré el tren, seguimos invicto, vamos por barrer a todos los contrarios.”

Lázaro Álvarez: “Soñamos con ganar todos los oros, es difícil, pero eso es lo que queremos. En lo personal, me siento bien, estoy en muy buen estado físico”.

El Taekwondo siguió sumando

El taekwondo goza de buena salud, siguió su buen paso y le brindó a Cuba dos preseas más, una de oro y otra de bronce. El lauro llegó de los puños y los pies de José Cobas quien se coronó en los en los 80 kg, mientras que la tercera plaza la alcanzó Daima Villalón en los 67 kg.

El capitalino lució a lo grande, demostró todo su talento y dejó claro sus aspiraciones para el próximo ciclo olímpico. Tuvo un día perfecto, con solvencia. Defensa perfecta, como un frontón infranqueable. Con el contrataque como arma de exterminio en masa, soltando su pierna derecha a la velocidad de la luz, arriba, a media altura, buscando el rostro, el pecho, acercándose al torso rival con su puño en forma de yaga escondida.

Después de disputar su emocionante combate final y de escuchar el himno de la isla, Cobas nos habló: “Tremenda pelea, espectacular, tengo que reconocer a mi rival. Tengo tanta felicidad que no quepo en mí mismo. Es u resultado con el que había soñado desde hace meses. Estoy loco por regresar a la patria para compartirlo con mi familia”.

Por su parte, Daima Villalón, la medallista de bronce, nos expresó que “estuve cerca de llegar a la final, pero estoy muy satisfecha con lo conseguido, no se pudo el oro pero al menos tengo un bronce, le agradezco mucho a mi entrenador”.

José Cobas confirma su talento y se consagra como rey de América.  Foto: Roberto Morejón
José Cobas confirma su talento y se consagra como rey de América. Foto: Roberto Morejón
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