Oscar Luis Colás, ¿el fichaje sorpresa?

Oscar Luis Colás, lanzando, con su equipo Santiago de Cuba. Foto: Jorge Luis Guibert

Oscar Luis Colás, lanzando, con su equipo Santiago de Cuba. Foto: Jorge Luis Guibert

Muchos aficionados al béisbol cubano repararon en Oscar Luis Colás luego de su contratación por los Halcones de SoftBank de la Liga japonesa. ¿Por qué se habrán fijado los scouts de una de las mejores ligas del mundo en un jugador de apenas 19 años y casi desconocido en nuestra pelota? ¿Qué potencialidades tendría este jovencito que fue fichado rápidamente junto a un jugador de más vuelo como Liván Moinelo?

Oscar Luis Colás no es todavía una figura mediática en Cuba. Pero desde las categorías inferiores el santiaguero ha demostrado su clase, lo mismo como bateador que desde el montículo.

Fue llamado a las filas del equipo nacional en la categoría 9-10 años y militó en las preselecciones de las categorías 11-12 y 13-14, aunque no llegó a hacer el grado finalmente.

Se reivindicaría en los juveniles al integrar dos años consecutivos la selección cubana. Quizás los japoneses le “echaron el ojo” desde la Copa Mundial juvenil de 2015 celebrada en Osaka, en la que la Isla obtuvo el quinto lugar.

En aquel torneo, Colás fue el único jugador cubano con participación como bateador y lanzador. Desde el cajón de bateo como designado tuvo una buena línea ofensiva de 368/350/421 con un tubey y seis carreras impulsadas. Solo el avileño Luis Robert Moirán –que acaba de firmar un jugoso contrato para su edad con los Chicago White Sox– con 406 de average y José Israel García Borrero con 382 batearon más que el santiaguero.

Foto: Jorge Luis Guibert/http://tiempo-extra-90.blogspot.com.
Foto: Jorge Luis Guibert.

Su labor en la lomita fue impresionante. Ganó un juego frente a Sudáfrica y en su única salida no permitió carreras en seis entradas de actuación con apenas 5 hits permitidos, 10 ponches propinados y bateo contrario de 217.

Un año después se convertiría junto al propio José Israel García, al jardinero Pedro León y los lanzadores Pablo Guillén y Josimar Cousín, en uno de los cinco peloteros cubanos que repetiría en el equipo Cuba juvenil medallista de plata en el Panamericano de la categoría celebrado en México.

Con apenas 17 años debutó en la pelota grande en la 56 Serie Nacional con las avispas santiagueras y en apenas 79 veces al bate conectó cinco tubeyes y cuatro jonrones. Además, impulsó 11 carreras, tres de ellas las del empate o la ventaja. A pesar de la premura de su debut tuvo una aceptable línea ofensiva de 278/370/494.             .

En el torneo sub-23 actual demostró todo su calibre como pelotero. Participó en 30 juegos y su rendimiento fue fenomenal. Acumuló excelentes guarismos: línea de 301/415/495 con cuatro jonrones y 23 carreras impulsadas. Fue tanto el respeto que le profesaron los lanzadores de esta categoría que de 18 bases bolas recibidas, 10 fueron intencionales y terminó cuarto en este departamento.

Desde la lomita no fue menor su rendimiento con una victoria y un juego salvado. En 11 entradas de actuación propinó 13 ponches. Los contrarios solo le batearon para un anémico 225.

Oscar Luis Colás es, junto al lanzador villaclareño Yosver Zulueta, uno de los peloteros más talentosos de su generación. Por cierto, los japoneses también le siguen bien de cerca las pistas al diestro de Remedios, que fue el más destacado en el Panamericano juvenil de 2016 y estableció record de ponches con 74 para la categoría sub-23.

No hay sorpresa entonces en el fichaje de Colás en Japón como no la hubo en el del pinero Leonardo Urgellés, que pasó frente a las narices de todos los directores clasificados a la segunda ronda en la pasada serie nacional y nadie lo tomó como refuerzo. En casa del herrero…

Definitivamente los scouts asiáticos saben bien donde fijan sus ojos rasgados.

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