Premier 12: Cuba se baña con tulipanes

Cuba no podía seguir durmiendo con esa tristeza, con esa pesadumbre en la sien, no podía seguir estirándose en la cama sabiendo que cada vez que se cruzara en el camino con la escuadra de Holanda tendría que bajar la cabeza para evitar el mofo y tragarse la impotencia. Cuba no daba más, vivía en colores y soñaba en naranja. La tortura llegó a su fin.

El plantel de Víctor Mesa (manager que más ha sufrido frente a los holandeses) pudo sacudirse, soltar todo lo que tenía por dentro y lanzar el grito rabioso de victoria al viento. Si algo tienen que tener claro los aficionados en Cuba es que su selección nacional cuando más presionada está, cuando más arrinconada la ponen, y la alternativa no es otra que separar la espalda de las cuerdas, levantar la testa y comenzar a pelear, es cuando mejor luce, cuando se esmera.

Nada más había arrancado el Premier 12 y la derrota en la jornada 1 del calendario para los cubanos los puso en capilla ardiente, a un paso de la debacle. Canadá nos venció con solvencia y asomaba Holanda, jardín de tulipanes espinosos.

Marcador final: Cuba 6 Holanda 5

Voces del partido

“Cuando salió el batazo sabía que me sobraría, que la línea era tan fuerte que no tenía tiempo para reaccionar, hice lo básico: di algunos pasos en reversa a toda velocidad, me vire de costado y di el salto. Cuando sentí que la pelota entró en el guante y caí, que estaba segura, me dije, lo hicimos”, nos cuenta en exclusiva Lourdes Jr. Gourriel.

Una atrapada descomunal, oportuna, que selló el último out al tenso pulso entre cubanos y holandeses que terminó con sonrisa para los de la isla. “Voy a recordar toda la vida este fildeo, no se ya cuántas veces lo he visto en Youtube”, me escribe en Facebook y deja un emoticón de alegría antes de la despedida.

Era claro, las aspiraciones de una buena demostración pasaban por la reacción de los maderos y que los serpentineros pudieran contener la potente toletería de los tulipanes. El abridor Frank Monthiet comenzó bien pero se disgregó, comenzó a enredarse en los conteos numéricos y el viejo zorro lineup naranja no lo perdonó hasta mandarlo a las duchas. Miguel Lahera vino en su rescate pero la mala defensa del infield no lo acompañó, buen relevo del artemiseño pero tuvo que darle pasó a su coterráneo José Ángel García quien debutó en un evento internacional de primer nivel.

“No pensé que iba a lanzar tanto, cogí la bola en el sexto innings y termine el partido. El equipo está muy contento con mi trabajo. La verdad que me sentía como si estuviera en el 26 de julio (estadio de Artemisa), la slider me estaba rompiendo a la perfección y estaba duro con la recta, los trabajé con eso y con lo que tú sabes que hay pitchear cuando se lleva las letras de Cuba en el pecho”, nos comenta José A. García, lanzador ganador del encuentro.

García se presentó con un exquisito control en sus envíos, su slider era una daga afilada, su recta, el arma secreta para aniquilar bateadores en dos strikes.

Pero, ya les decía, el aporte ofensivo era fundamental. Por fin despertaron los hombres claves, Yulieski pegó dos inatrapables valiosísimos, Despaigne lo emuló, Stayler se llevó los cintillos con indiscutible y batazo de vuelta completa que remolcó a tres compañeros, Alarcón demostró que no puede estar sentado en la cazucha del dugout y Mnaduley le pegó bien a la bola. El resto (Rudy, Borroto, Julio Pablo) se les nota la presión en los ojos, Víctor tendrá que ajustar su alineación.

“Estos pitchers de Holanda nos estaban trabajando con bolas rápidas, me preparé para pegarle a una y salió el jonrón” explica Stayler Hernández, héroe ofensivo.

¿Cómo asumiste tu cambio del lineup?         

Normal, esas son cosas de la pelota, mira para que veas, hoy me fue mejor que con Canadá, esto es así y más en este tipo de torneo, solo hay que salir siempre con disposición para que las cosas te salgan bien.

En el último turno, se vio que Víctor te recriminó por el ponche. ¿Qué te dijo cuándo llegaste al banco?

Nada extraordinario, solo que tenía que concentrarme más, que me había ponchado yo mismo por la mala selección de lanzamientos.

¿Te sientes con confianza con Víctor al mando?

Yo solo no, todos.

La banderilla de Juan Kubala

Antes de que Cuba comience a sacarse la espina holandesa tendrá que sufrir algo. Digamos, poco menos de una hora. Esto es, el tiempo que medie entre las carreras que le fabrican a Monthiet (dos en el tercero y otras dos en el cuarto episodio) y el larguísimo jonrón de Stayler Hernández, ayudado por su propia inspiración ofensiva, el viento que allí bate de izquierda a derecha y la testarudez de Hensley Meulens, empeñado en convertir en mártir al abridor Jair Jurrjens.

Antes de que Holanda comience a ceder la iniciativa en el partido (porque pese al batacazo de Stayler los europeos han empatado y continúan luciendo favoritos en el choque), tendrá que pasar algo. Un milagro, probablemente eso. Algo así como que un veterano se llame José Ángel García, sea un relevista especializado en tres outs, a lo sumo seis outs, y se suba al montículo para sacar una docena a ritmo de un montón de sliders, algunos a tres cuartos, otros casi de costalazo. Pero sliders. Siempre sliders.

Antes de que el equipo Cuba en pleno, con Víctor Mesa en punta, corra a abrazarse en medio del diamante, tendrán que suceder ciertos pasajes como que Lourdes Gourriel Junior, que hace unas horas dejó cuatro mil dudas en el bosque izquierdo, corra hacia atrás en busca de un lineazo y lo fildee in extremis, a la manera de los estelares, con voltereta de acróbata incluida. Y antes de eso habrá que reemplazar a Julio Pablo Martínez en el center (porque el muchacho está desorientado como un barco sin brújula en noche sin estrellas), y será necesario que Miguel Lahera sea un puente entre Monthiet y José Ángel, y que VM –claro está- visite varias veces al umpire.

Antes de que acontezca todo lo que acontecerá y este país debata emocionado en cada peña –el orgullo sobregirado por haber empezado a sacarse la espina holandesa-, hará falta que los bateadores se percaten de que les lanzan afuera por lo dicho del aire en el estadio (Alarcón está claro de eso y batea como le viene en ganas), y que algunos le pongan más paciencia a sus visitas a home plate, y que otros se dejen de la pasividad que ahora los guarda. Será preciso un cambio de actitud que active a los aletargados y apacigüe a esos hombres que pecan de agresivos.

Antes de que anochezca aquí en Taichung, en plena madrugada de La Habana, justo a las 2:56 minutos con sabe Dios cuántos segundos, un equipo le va a devolver la esperanza a un país que ha perdido esperanzas en su equipo, pero jamás le da la espalda y lo secunda a donde quiera, aunque eso implique escamotearle horas al sueño y persistir, altos los estandartes de la fe, firmes las ganas.

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