Premier 12: victoria in extremis ante Puerto Rico

Fotos: Ricardo López Hevia

Fotos: Ricardo López Hevia

 

Cuba salió de Holanda y parecía otra en la grama. Desbancar a los tulipanes en la jornada anterior supuso un paliativo, un bálsamo que condujo a la nave de Víctor Mesa a lucir frente a Puerto Rico un nuevo performance que duró hasta la novena entrada del partido. Luego, vino la hecatombe, que por suerte no fue más que un susto, el desnudo de una sucesión de decisiones desacertadas de Víctor Mesa que muy bien que pudieron terminar marcando la rayita de la derrota.

De principio a fin, Cuba guió los hilos del juego, hasta que nos internamos en las postrimerías del encuentro. No había nada que presagiara una amenaza en el pizarrón, pero como cinco carreras no son ventaja (parece que VM32 no lo sabe), los boricuas le fueron encima a los envíos de Yuniel Cano en el noveno capítulo hasta que el empate asomo su testa en las muñecas de Richard Thorn.

Antes, el bombero Héctor Mendoza había sido llamado desde el bullpen para tratar de terminar la faena e ir a descansar. Víctor se tomó el trabajo de ir a visitarlo al box. Uno supone que para advertirle de la tamaña responsabilidad. Minutos antes, cuando solo faltaban tres outs para que Cuba sonriera recogiendo sus bártulos del dugout, Mesa sentó a todo su infield para darles juego a sus suplentes.

De ahí la preocupación de VM32 con la comparecencia de Thorn que llevaba hasta ese momento de 4-3. Mendoza desperdició un par de lanzamientos en zona mala y se puso debajo en el conteo, tomó aire, no le quedaba otra, todos sabíamos, en Cuba y en Taichung, que vendría con una recta lisa. Como en efecto y la bola terminó más allá de las gradas de la pradera izquierda completando las cinco carreras boricuas que decretaron el empate a la altura del innings nueve.

En el extrainnings, Héctor no pudo cumplir y tuvo que ser auxiliado por Danny Betancourt que volvió a realizar un excelente relevo corto. Puerto Rico no pudo anotar ni con la regla schiller y cuando Cuba vino a su turno, con sus suplentes, con la turbación en el pecho, lograron pisar el home plate gracias a un error de medición del propio Thorn que no pudo tocar la primera almohadilla tras una rolata clásica para doble play conectada por el debutante Santoya.

A la postre, una victoria necesaria, casi que obligatoria en las aspiraciones de la isla para asaltar la primera plaza de su grupo, lo que supondría, en el papel, un cruce asequible en los cuartos de finales.

A pesar de sonreír en el encuentro anterior, Víctor no dejo pasar la oportunidad para hacer un par de ajustes en la alineación y amoldar sus piezas de cara a los choques definitorios que están por llegar. Mandó al box a Freddy A. Álvarez para que se hiciera cargo de la situación y se sacara de encima la tortuosa reminiscencia de sus salidas anteriores en eventos internacionales.

El villaclareño cumplió. Si bien no se le vio del todo sólido, implacable e intimidador (extrañamos esa versión de Freddy), pudo sortear con agudeza la tanda boricua.

Marcador final: Puerto Rico 7 Cuba 8

Voces del partido:

“Necesitábamos otra victoria para coger confianza. Los muchachos están muy motivados, ayer después del partido con Holanda tuvimos una charla para decir que sí se puede y volver a bajar los humos, porque con ese juego no hemos hecho nada aún, no podemos confiarnos”, nos comentó Alexander Ramos en exclusiva a OnCuba, coach de primera base de la selección nacional.

Sobre lo que resta del calendario, Ramos, como parte de la dirección del equipo, nos dio su valoración, en cambio, sobre las decisiones de Víctor Mesa no quiso opinar: “Se puede decir que ya salimos de la parte más dura de la fase clasificatoria aunque nos queda Taipei, entonces tenemos que tratar de ganar todos los juegos para que el partido del cruce no sea con los equipos más fuerte”.

Del choque ante Puerto Rico hay que acotar que la tanda alta del lineup volvió a moler y llevo la voz cantante con el madero en ristre. El hombre proa en la alineación y su escudero, siguen sin funcionar, no han carburado nada en lo absoluto. En cada encuentro VM32 ha colocado nombres diferentes, pero ninguno de los ubicados han cumplido con su cometido.

De ahí que Yulieski Gourriel haya venido a empuñar con las bases limpias en la mayoría de sus comparecencias al home, incluso, ha abierto ya 5 innings en esa situación, lo que habla a las claras de la baja producción de los hombres que lo anteceden “Cierto, casi siempre los del medio somos los que tenemos que llegar a las bases cuando tendría que ser al revés. El jonrón de ayer fue con nadie en circulación”, nos expresó Alfredo Despaigne.

Periódico Vanguardia.
Periódico Vanguardia.

Por su parte, el inicialista Alexander Malleta parece estar, al menos en este inicio de torneo, en estado de gracia. Ha conectado indiscutibles en todos los partidos, además de compilar un doblete y un triple. Nos dijo: “Cuando se trabaja bien las cosas salen, me he enfocado en el bateo y hasta el momento todo está ok”.

¿Qué se comenta a lo interno del equipo de lo que queda de clasificación?

“Que no hay tregua. Hay que tratar por todos los medios de ganarle a todo el mundo para clasificar cómodos”.

¿Eso significa que están pensando en escoger rivales?

“No es tan así, no es un secreto para nadie que los asiáticos son los mejores equipos en este campeonato, pero para ganar el oro hay que ganarle al que se te pare delante. No pienso en eso de preferir rivales, yo lo que quiero es ganarle a todo el mundo”.

 

 

La banderilla de Juan Kubala

Parecía que el cielo cubano no dejaría de estar encapotado sobre Puerto Rico hasta que un aguacero torrencial inundara el Borinquen. Al menos eso se vislumbró en el comienzo del juego: dos carreras fabricadas sin sudor, un cómodo pitcher adversario, un rival que lucía torpe sobre el campo…

Sin embargo, algún corring temerario, cierto relajamiento acaso, propiciaron que los de la isla vecina se desperezaran en home plate y cayeran con esa fuerza más sobre los relevistas cubanos. Cinco carreras en el noveno inning y, como por arte de magia, hubo que comenzar de nuevo. Vaya modo de interpretar el suspense tienen los nuestros…

Mis amigos, Puerto Rico –la versión que asiste al Premier 12– ni siquiera denota oficio generalizado. De ahí que me parezca inexplicable que sufriéramos tanto, tantísimo, para sacar esta victoria pírrica que sirve para alimentar el pesimismo con lo que vendrá.

Porque al rival endeble, que era el caso, hay que pasarle por encima sin piedad. Hacerle como esos boxeadores que consiguen un golpe feroz y aun así siguen tirando a diestra y a siniestra, enfrascados más en triturar que en demoler.

Es el instinto. El propio Víctor Mesa, en su etapa en activo, luchaba cada base con denuedo, daba igual el score. Y Kindelán le ponía el extra a cada vez al bate. Y Vinent no relajaba nunca en el montículo. No les bastaba con ganar. Iban siempre por más.

Yo, que vi adormilado el partido, me la pasé extrañando eso. Y no es que piense que cualquier tiempo pasado fue mejor, o que sea tan ingenuo como para imaginar que todavía competimos contra colegiales. Es tan solo que no puedo dejar de ambicionar.

Ya se sabe: los tiempos han cambiado y no volverán las oscuras golondrinas que traían aquellos éxitos apabullantes: 15×2, 21×4, 11×0… Pero si en el torneo había un momento para hacer los deberes sin problemas, ese era el de esta madrugada (el otro, claro está, será versus Italia). La mesa estaba servida, y faltó hambre…

 

 

Salir de la versión móvil