¿Puede Leinier Domínguez ser campeón de Estados Unidos?

El ajedrecista cubano, radicado en Estados Unidos desde el 2017, ha regresado a las partidas clásicas en el fortísimo torneo nacional norteño, del que puede convertirse en el primer campeón de origen hispano

Tras su reaparición en las partidas clásicas durante el Nacional de Estados Unidos, Leinier Domínguez ha mantenido un altísimo nivel en la Liga Rusa, defendiendo la bandera de los Jinetes de Bronce de San Petersburgo. Foto: Justin Kellar/Saint Louis Chess Club

Tras su reaparición en las partidas clásicas durante el Nacional de Estados Unidos, Leinier Domínguez ha mantenido un altísimo nivel en la Liga Rusa, defendiendo la bandera de los Jinetes de Bronce de San Petersburgo. Foto: Justin Kellar/Saint Louis Chess Club

En su regreso a las partidas clásicas, el Gran Maestro cubano Leinier Domínguez no se ha descolgado de los puestos de avanzada del Campeonato Nacional de ajedrez de Estados Unidos, y mantiene intactas sus aspiraciones de convertirse en el primer monarca norteño de origen hispano.

Tras seis rondas y encuentros frente a estelares como Fabiano Caruana, Wesley So o Samuel Shankland, campeón defensor, Leinier marcha igualado en la segunda posición con tres jugadores –todos con 3.5 unidades–, por detrás de Hikaru Nakamura, líder absoluto con cuatro puntos a falta de cinco desafíos.

Este es un regreso positivo para el llamado “Ídolo de Güines”, quien luego de 21 meses sin competir en el estilo clásico, ha demostrado que no perdió el tiempo y se enfocó en el trabajo y la superación desde su llegada y establecimiento en Estados Unidos en el 2017.

Leinier Domínguez es oficialmente de Estados Unidos

Las mejoras en su juego son evidentes ahora, luego de casi dos años recluido en el estudio, con apariciones ocasionales en torneos rápidos y blitz. En ese lapso, también colaboró con el espacio especializado Chess24, y formó parte del grupo de asesores de Caruana en el Torneo de Candidatos y en la posterior lucha por el título mundial.

Además, creó su propio sitio web, en el cual pueden encontrarse contenidos sobre José Raúl Capablanca y Miguel Najdorf.

El tiempo de inactividad en partidas clásicas “congeló” su ELO de 2 739 puntos, pero pronto se activará nuevamente y aparecerá en el ranking mundial, de seguro entre los 15 o 20 mejores ajedrecistas del planeta.

Por otra parte, hay que darle mucho crédito a Leinier Domínguez por regresar a las partidas clásicas en el Campeonato Nacional de Estados Unidos, un certamen de máxima categoría y extrema competitividad, en el que confluyen, entre otros, Caruana, So, Nakamura, Shankland y el prodigio de 15 años Awonder Liang.

Caruana disputó recientemente la corona del orbe con el fuera de serie noruego Magnus Carlsen, mientras So, medallista de oro en el tercer tablero de la 42 Olimpiada, en Bakú, hace tres años, ha permanecido entre los 11 jugadores de mayor ELO en el mundo desde noviembre del 2015.

Por su parte, Nakamura ha sido uno de los ajedrecistas más constantes de la última década, con más de 2 700 puntos ELO desde abril del 2009 –picos por encima de 2 800 entre junio y octubre del 2015– hasta la fecha. En tanto, Shankland ganó el cetro de tablero de reserva de la 41 Olimpiada en Tromso, Noruega, poco después de coronarse en el Nacional Junior de Estados Unidos.

Leinier no es uno más en este grupo de alcurnia. Campeón mundial blitz en el 2008, medallista de plata en el primer tablero durante la 42 Olimpiada, en Bakú, múltiple monarca cubano y del Memorial Capablanca, el antillano tiene un historial destacado que le permite presentarse sin prejuicios en la lucha por el título norteño.

El turno de Leinier

Hasta el momento, ha hecho un excelente papel con tablas frente a Varuzhan Akobian, Shankland, Caruana, Jeffery Xiong y Wesley So, además de una victoria contra Ray Robson. Le quedan todavía los escollos de Aleksandr Lenderman, Samuel Sevian, Awonder Liang, Nakamura y Timur Gareyev.

Ser campeón de la lid será bien complicado, pero no es ahora mismo una quimera para Leinier, quien se convertiría en el primer monarca norteño de origen hispano, y otro extranjero más con la corona nacional de Estados Unidos, país que tiene una historia interminable de foráneos levantando el estandarte doméstico del juego ciencia.

En los últimos 20 años, por ejemplo, solo tres nativos de Estados Unidos han ganado el torneo nacional. Ellos son Joel Benjamin (2000), Larry Christiansen (2002) y Samuel Shankland (2018), quienes quebraron el férreo dominio de los ajedrecistas nacionalizados.

En este grupo encontramos jugadores de todas las latitudes, desde el alemán Boris Gulko (único hombre que ha ganado las lides nacionales de la Unión Soviética y Estados Unidos), hasta el sirio Yasser Seirawan.

Desde 1999, han ganado también Alexander Shabalov (Letonia), Hikaru Nakamura (Japón), Alexander Onischuk (Ucrania), Yuri Shulman (Bielorrusia), Gata Kamsky (Rusia), Fabiano Caruana (nació en Miami, pero sus padres son italianos, y jugó por ese país europeo entre el 2005 y el 2015) y Wesley So (Filipinas).

El Nacional de ajedrez de Estados Unidos tiene una bolsa para premios metálicos que asciende a 194 mil dólares, que serán repartidos entre los participantes. El titular se llevará 50 000 dólares, mientras el segundo y tercero recibirán 35 000 y 25 000 dólares, respectivamente. Hasta el sexto puesto todos ganarán, al menos, 10 000 dólares, y el último lugar se quedará con cuatro mil.

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