¿Qué sucedió con Cepeda y Yulieski en Japón?

Yulieski Gourriel

De la Nippon Professional Baseball (NPB) han caído dos noticias no muy alentadoras. Una era de esperar y la otra un mazazo (aunque existe esperanza). La primera: una lógica actitud del profesionalismo y la segunda: una pifia del destino. Las dos son informaciones ásperas que cuestan digerir.

El desajuste de Frederich Cepeda delante del home se ha prolongado tanto que los Gigantes de Yomiuri lo han mandado a recomponerse por un tiempo a su sucursal de ligas menores, el Ni-gun. Y cuando todo para Yulieski Gourriel era color rosa y la vida en Japón se le había convertido en un halago, el hombre se ha lesionado, según ha dado a conocer el sitio digital japonés Yakyubaka.

Repito, un par de noticias ásperas. Lo del espirituano Cepeda no asombra, pero no porque dudemos de su capacidad como jugador (un extra clase con el madero de rifle), en lo absoluto, sino porque sus estadísticas desde que aterrizó en el Tokio Dome dan lástima, números raquíticos que ni por asomo concuerdan con su calidad. Pero Frederich no está en Cuba y por tanto la NPB no es la Serie Nacional donde seguramente ya estuvieran entrenadores, directores y hasta periodistas y comentaristas, llenándose la boca con presuntuosas enunciaciones como “Cepeda está mal al bate, pero debe estar al salir del slump, eso podemos asegurarlo”.

El número 23 de los Gigantes se ha topado con una máxima irrefutable del deporte profesional: si estas mal, si tu rendimiento no es acorde con tu salario ni tu aureola mediática, estas perdido, serás bajado del plantel estelar; todos son uno más, sin excepción, cada quién según sus números (desde los que engordan las hojas de anotación hasta los que se suman en las oficinas de la franquicia tras el marketing).

Frederich Cepeda
En los 35 partidos en que participó Frederich Cepeda solo produjo para 171 de average.

En los 35 partidos en que participó solo produjo para 171 de average, un promedio bien pobre que lo llevó a la banca, a perder su estatus como titular dentro de la escuadra. Varios especialistas comentan que los principales problemas del criollo en sus comparecencias al plato han sido los lanzamientos pegados y los rompimientos. Desde el pasado día 12 de julio se encuentra con el Ni-gun intentando limar estas deficiencias.

Allí, ya ha intervenido en 4 partidos y la cosa le ha ido mucho mejor. Ha conectado 6 imparables en 12 turnos al bate para un promedio de 500. Además, ha pisado la goma en 2 oportunidades, acumula un par de dobletes, con 667 de slugging y 500 de OBP. Lo que sigue saltando a la vista son sus ponches, en estos encuentros se ha ido cinco veces hacia la cabaña sin hacer contacto con la bola, situación inusual en él que se caracteriza sobremanera por poseer una excepcional zona de strike. Con el Yomiuri también padeció de lo mismo, 25 ponchetes en 82 turnos, con solo 14 hits, 9 anotadas, dos biangulares, cinco jonrones y 15 carreras impulsadas.

Por otra parte, a Yulieski Gourriel la fatalidad le fue encima sin miramientos. El portal informativo Yakyubaka explícita que el pasaje ocurrió en un partido en el que Yokohama DeNa Bay Stars enfrentaba al Hiroshima Toyo Carp y en su tercera vez al bate del juego, YG10 realizó un swing y producto del mismo comenzó a padecer de un fuerte dolor en la parte izquierda de su cuerpo.

La lesión llega en el mejor momento de Yulieski en Japón, en el preciso instante en que estaba produciendo con mayor soltura desde el cajón de bateo y sus números eran tan buenos que lo habían catapultado hasta agenciarse uno de los puestos por la porfía para apoderarse del novato del año en la NPB. Según los reportes iniciales, Gourriel puede haber llegado al fin de su primera temporada fuera de Cuba por la gravedad de la lesión, aunque aún el Yokohama DeNa Bay Stars no ha emitido ningún comunicado oficial al respecto.

A diferencia de Cepeda, el rendimiento del tercera base de Industriales ha sido excelente. En lo que va de temporada promedia ofensivamente para 340 en 26 juegos, 35 conexiones incapturables en 103 turnos, además de 11 dobles, 6 vuela cercas y 16 anotaciones remolcadas.

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