El retorno del rey azul

Rey Vicente Anglada retorna como manager azul. Foto: Granma.

Terminó el culebrón de la pretemporada beisbolera en Cuba. Regresa Rey Vicente Anglada al frente de Industriales en una decisión sorpresiva y añorada. Muchos lo pedían pero él se resistía una y otra vez, esquivo ante insinuaciones y rumores.

Su retorno es para los fanáticos del equipo azul el mejor final posible tras la renuncia de Víctor Mesa. En la memoria se mantienen intactos los triunfos de un manager que mereció grandes simpatías y se despidió para muchos prematuramente, envuelto en una aureola de ganador.

Por demás, se acerca el 500 aniversario de San Cristóbal de La Habana, y la capital de la Isla desea celebrar con una buena actuación de su equipo insignia. ¿Volverá con el pimentoso director la ilusión de conseguir un título?

Dice un refrán que segundas partes nunca fueron buenas pero ante el vacío dejado por el explosivo Mesa, la mayoría clamaba por el retorno del Rey. Y es que la era Anglada ha sido la única exitosa en los últimos veinte años de la rica historia azul.

Tres títulos en siete años hacen que pocos recuerden la última corona de Industriales en 2010, lo único rescatable en el mandato de Germán Mesa. Anglada hizo casi invencible a un equipo sin demasiadas estrellas que, sin embargo, solo pudo ser frenado por la segunda versión de la aplanadora santiaguera dirigida por el también estelar Antonio Pacheco.

Víctor Mesa lo trajo de regreso, y es tan irónica la vida que el otrora segunda base habanero barrió en dos finales consecutivas (2003 y 2004) al Villa Clara que dirigía quien lo sacó del anonimato. Ocho juegos que las huestes naranjas jamás olvidarán, como no lo harán las azules.

Víctor consiguió romper el récord de Anglada de 66-23 en una serie de noventa juegos, con sus estratosféricas 70 victorias al frente de Matanzas. Sin embargo, nunca pudo vencer a su amigo y némesis, ni levantar un trofeo con algunas de las tres selecciones –la villaclareña, la matancera e Industriales– que ha dirigido hasta hoy en Cuba.

El campeonato pasado consiguió que el equipo de La Habana volviera al cuarteo semifinalista y revivió los sueños, pero finalmente volvió a perder. Otra vez.

De izquierda a derecha, Tabares con el actor Luis Silva (Panfilo), los managers Víctor Mesa y Rey Vicente Anglada y el conductor Héctor Villar en el estadio Latinoamericano. Foto: Otmaro Rodríguez.
Anglada, segundo a la derecha, en la ceremonia de apertura de la Serie Nacional 57 en el estadio Latinoamericano. Junto a él, de izquierda a derecha, el expelotero Carlos Tabares, el actor Luis Silva (Panfilo), el entonces manager azul Víctor Mesa y el conductor Héctor Villar. Foto: Otmaro Rodríguez.

Ante tantos fracasos, con Víctor y sin él, la vuelta de Anglada resulta un bálsamo y una esperanza. Y también la posibilidad de nuevas sorpresas en el diamante capitalino.

Fue Anglada el director que por primera vez en la historia del béisbol cubano utilizó un line up con nueve bateadores zurdos. Lástima que el partido fuera suspendido, y no se hiciera oficial en aquella temporada del récord.

Fue también el estratega que hizo muy importantes para el equipo a  jugadores en apariencia corrientes como Abdel Quintana, Alden Mesa o Alejandro Regueira. El hombre que le dio la oportunidad de redimirse a Enriquito Díaz con aquel batazo histórico frente a Villa Clara que decretó el final del campeonato con la carrera anotada por Yasser Otamendi.

Ahora Víctor le deja un conjunto que arrastró público y colmó el Latinoamericano. Pero mantiene insatisfecho su hambre de triunfos.

Pudiera ser o no un listón alto en otra época, con otros peloteros, pero más allá de la incertidumbre Anglada tiene la confianza de los aficionados.

Porque es pura entrega desde que era jugador. Porque vive la pelota como en aquella etapa dorada o sino recuerden el inicio del documental Fuera de Liga donde le prohíbe a los jugadores saludarse con los santiagueros dentro del diamante. Porque cohesiona y por eso llamó a todos los capitalinos que juegan en otras provincias. Porque es un hombre que siempre está cerca de sus jugadores, y se apoya en ellos para vencer.

La vida brinda segundas oportunidades. El manager que le regaló tres títulos a los azules, que clasificó a Cuba a Beijing 2008 e inexplicablemente no asumió la dirección del seleccionado olímpico, regresó a la selva. El Rey está de vuelta.

Bajo su mando, los Leones rugirán de nuevo en un ensordecedor coloso del Cerro.

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