Rey Anglada: segunda base de Boston

El mítico jugador de Industriales, Rey Vicente Anglada, asumió el reto y por esta vez jugó la segunda almohadilla de los veteranos de Boston en La Habana, durante uno de los partidos amistosos de softball que desde hace cinco años celebran los norteamericanos frente a antiguos jugadores cubanos.

El choque, calificado como “un juego de viejos amigos” por el iniciador del proyecto, Michael Eizenberg, sirvió para reunir sobre la grama de la Ciudad Deportiva de la capital cubana a glorias del béisbol nacional como el ya mencionado Rey Anglada, Tony González y Pedro Chávez.

Rey Vicente Anglada
Rey Vicente Anglada

Lo interesante del partido, más allá de la calidad competitiva, es la enseñanza de que el deporte puede ser mucho más que músculos y destreza técnica. Este jueves en el estadio infantil Juan Ealo, también llamado Beisbolito, se sintió el ambiente de camaradería que han logrado estadounidenses y cubanos con estas 5 ediciones de los juegos que, unas veces en Boston y otras en La Habana, une a jugadores de ambos países.

softball-cubaestados-unidos6

Anglada, desde su puesto en la defensa, retaba entre sonrisas a Tony González mientras desde ambos dugouts se levantaban columnas de risas sin importar la llovizna que varias veces interrumpió el partido.

“Esta es una magnífica idea”, aseguró Anglada antes de añadir, “el deporte puede hermanar, y esa la principal virtud de este tipo de encuentros: unir bajo una misma pasión”.

Ante la pregunta de por qué jugaba con los visitantes, el exdirector industrialista contestó sonriente, “vinimos a jugar y a pasarla bien entre amigos, por desgracia el segunda base de ellos tuvo problemas y no pudo estar con nosotros, entonces accedí a la invitación de ocupar su puesto. Al fin y al cabo, no se trata de ganar sino de disfrutar el momento”.

El juego quedó sellado por lluvia  en el séptimo capítulo y los veteranos de Boston mandaban en el marcador 15-9.

Sobre la superficie mojada todavía por el aguacero los rivales se abrazaron y levantaron las gorras en agradecimiento al público asistente que les dedicaba aplausos desde las gradas.

Entre bromas cruzadas en espanglish y sentimientos de gratitud, una familia de hombres hermanados por la misma pasión, se retiraba en pequeños grupos, con las manos sobre los hombros y las risas a flor de labio. Mientras, sentado sobre uno de los bancos, resonaban en mis oídos las palabras de Tony: “Este es un juego de amigos, de hermanos, no podemos dejar que el odio de otros nos quite eso. Con pequeñas cosas se pueden hacer otras muy grandes, como unir pueblos”.

Funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana opinan sobre el partido

El Sr. John Caulfield, Jefe de Misión de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, quien fue invitado a lanzar la primera bola por los norteños, mostró su complacencia con este tipo de encuentros al expresar que esta “es una buena oportunidad para cubanos y americanos de conocerse y entender lo que significa realmente la cultura. Si nos relacionáramos así en todas las esferas sería una maravilla”.

Ante la interrogante de si estos intercambios podrían edificarse como puentes de entendimiento entre ambos pueblos, el alto funcionario exclamó: “¡Ojalá! Aún no sabemos eso, pero realmente los jugadores se divierten mucho. Este no es un tema de gobiernos, sino de la gente”.

Como parte del equipo norteamericano, en el shortstop, se desempeñó Conrad Tribble, Jefe Adjunto de la Sección de Intereses, quien tuvo palabras de elogio para sus contrarios y aseguró que “es un verdadero honor compartir el terreno con peloteros de tanta calidad. Personalmente practico con algunos de ellos cada sábado y esta es una gran oportunidad para mí, cualquiera que ganara serñia lo mismo, esto es en esencia un partido de amistad”.

John Caulfield y Hugo Cancio
Hugo Cancio junto a John Caulfield

Por la parte cubana, Carlos Lamar, metodólogo de la Comisión Nacional de Softbol, reconoció la importancia de estos eventos y corroboró el apoyo prestado por el INDER y la federación cubana para el desarrollo de los mismos.

Hugo Cancio, presidente de OnCuba quien también fue invitado al juego, comentó que “la cultura y el deporte siempre construyen lazos de amistad, de reconciliación, de conocimiento. Esta es una gran oportunidad para desatar un poco ese nudo que ha enrarecido la relación entre ambos pueblos. Creo que este tipo de evento deberían celebrarse más a menudo”.

 

Salir de la versión móvil