Tony Castro y el posible regreso de la MLB a Cuba

No fue a un medio cubano, como ya es usual, pero en entrevista con ESPN Antonio Castro, vicepresidente de la IBAF, dejó entrever la posibilidad de que los jugadores cubanos en Grandes Ligas puedan regresar a jugar al equipo nacional, abriendo así una puerta que por décadas estuvo clausurada.

Tony Castro, anterior médico de la selección cubana de béisbol y actual funcionario del organismo internacional, explicó  a la importante cadena deportiva que tras los cambios asumidos por la Isla en materia deportiva, sería necesario transformar también la manera de relacionarse con los jugadores.

“Cuba necesita cambiar también. Somos parte de este mundo. Es un riesgo,  sí, pero en cada momento de la vida se corren riesgos”, explicó Castro en la conversación sostenida con la periodista Paula Lavigne, en el espacio Outside The Lines de ESPN.

Estas palabras, unidas a la reciente apertura para que los deportistas cubanos puedan contratarse en cualquier liga extranjera, constituyen, quizás, el más claro aviso de lo que podría significar un viraje total en la manera en que el país y su dirección política han entendido el deporte.

En cuanto a las evidentes posibilidades que abre para los peloteros y su país de origen, Castro expresó que la actual situación no beneficia a ninguna de las partes. “No es bueno para su bienestar, no es bueno para la familia, no es bueno para nadie. Nosotros perdemos, porque cuando se van, ellos no vuelven para jugar con el equipo nacional de Cuba”. Tras lo cual, y ante la pregunta de un posible regreso a las filas de la selección cubana, sentenció “¿Y por qué no puede ser?”.

Actualmente, en las Mayores juegan 16 peloteros cubanos, los cuales poseen condiciones de sobra para integrar —como en su mayoría han hecho antes— los equipos Cuba. Eso es sin sumar aquellos que forman parte de las franquicias, pero se desempeñan en las Ligas Menores.

Con tales declaraciones, intensificadas además por la ascendencia del directivo dentro de los organismos decisores de Cuba, quedan ahora muchas interrogantes.

¿Quiénes serían llamados a formar parte de los equipos? ¿Será solo el béisbol el deporte beneficiado por estos cambios? ¿Cuál será la posición de los dueños de los equipos de la MLB ante esta posibilidad? ¿El gobierno norteamericano, representado por la OFAC, permitirá que los jugadores de origen cubano jueguen por su tierra en los eventos internacionales?

La realidad es una: por desgracia para público y atletas, el tema béisbol entre Cuba y los Estados Unidos toma un matiz que sobrepasa lo deportivo. “Necesitamos cambiar en los dos lados. Esta es una situación política, pero tenemos que tomar decisiones realistas”, añadió Tony Castro a su entrevistadora.

Cuba ha dado esta vez el primer paso, y con ello lanza una invitación clara a normalizar —dentro de lo posible—  las relaciones entre dos naciones comenzando por una misma pasión: el béisbol. Veremos cómo son recibidas estas palabras en Washington, luego de que el gobierno norteamericano se mostrara impasible ante la nueva política deportiva de Cuba.

Seguramente vendrán ahora tiempos de especulación, tiempos en los que muchos querrán adelantarse a los acontecimientos y tratarán de profetizar. Solo recuerden que en los temas sobre Cuba profetizar es un ejercicio de alto riesgo.

Lo mejor en este caso, como también nos ha enseñado el tiempo, será esperar. En tanto lo único cierto es que la posibilidad está abierta, o al menos ya se está pensado en ella.

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