¿Tres cubanos a Cooperstown?

Luis Tiant

Luis Tiant

Por: Duanys Hernández Torres

 

Los cubanos Luis Tiant, Orestes Miñoso y Antonio Oliva están entre las diez propuestas para ser exaltados al Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown. Los días 7 y 8 de diciembre se reunirá un comité de 16 personas en San Diego que serán las encargadas de decidir la suerte de los cubanos.

Orestes Miñoso es un ídolo en los Chicago White Sox, y fue el primer jugador negro en vestir la franela de ese conjunto. El legendario «Minnie» participó en nueve Juegos de Estrellas y ganó Tres Guantes de Oro. Además posee el record de jugar en las Mayores durante cinco décadas porque debutó en la temporada de 1949, y se retiró  oficialmente en 1980.

El ilustre matancero promedió para un excelente 298 de por vida en las Grandes Ligas, con un OBP de 389, y por si fuera poco impulsó 1023 carreras. El Cometa Cubano se caracterizó por su gran explosividad a la hora de correr las bases que lo llevaron a ganar tres lideratos en estafas y en triples. El llamado a Cooperstown a sus 88 años, después  de varias votaciones en que no ha sido aceptado, sería un regalo exquisito para su fructífera carrera.

Luis Tiant Jr. ganó más de doscientos partidos en la gran carpa. Su foja de 229 juegos ganados y 172 perdidos lo convirtieron en uno de los principales lanzadores de la década del 60 y el 70 en la MLB. Su promedio de carreras limpias en 19 campañas fue de 3,30. Ponchó a 2416 oponentes, completó 187 partidos y propinó 49 lechadas.

Por si fuera poco participó en tres juegos de las Estrellas y ganó dos de los tres juegos que abrió en el clásico otoñal de 1975.  Su actuación en la Serie Mundial de 1975 ganada por la Maquinaria Roja de Cincinatti que comandaba otro cubano, Tany Pérez, fue muy buena. Incluso Tiant abrió el mítico sexto juego  aunque se fue sin decisión al dejarlo empatado a tres carreras. Este partido finalizó con la victoria de los Rojos en el inning 12  pero la apertura de Tiant fue meritoria después de haber ganado el primer juego (con lechada de 173 lanzamientos) y el cuarto para emparejar la serie.

Sus temporadas de 1968 y 1973 fueron sencillamente de otra galaxia. En la llamada «temporada de los lanzadores» ganó 21 juegos, lanzó para 1,68, fue líder en lechadas con 9, y en menos hits por cada nueve entradas (5,30). Esta última marca todavía es record para la franquicia de los Indios de Cleveland. En 1973 tuvo una marca de 20-13, y fue líder en WHIP con 1,09 y en K/9 con 9,22. Tal fue su calidad que su manager en los Medias Rojas de Boston Darell Jhonson dijo en una ocasión: «Si un hombre me coloca una pistola en la cabeza y me dice vas a morir si no ganas este juego, yo no dudaría en poner a Luis Tiant para conseguir la victoria»

Tony Oliva fue uno de los tres cubanos que firmó como profesional después del Campeonato Mundial celebrado en Costa Rica en 1961. Con los Mellizos de Minessota sentó cátedra al jugar 15 temporadas para este club.  Fue llamado al Juego de las Estrellas en sus primeras ocho temporadas y le rompió el record anterior al mítico Joe Dimaggio que lo consiguió en sus primeras seis temporadas.

En 1964 por votación casi unánime fue elegido el Novato del Año. Fue el primero en la Liga Americana en ganar tal condición, y además, ser el líder de bateo con 323. Durante esa temporada fue líder además en hits, dobles, bases recorridas y carreras impulsadas y anotadas. Ganó tres títulos de bateo, un Guante de Oro y en cinco ocasiones el liderato de hits. Acabó con el síndrome del segundo año al ganar el torneo de bateo en 1965 por segunda ocasión consecutiva con un promedio de 321 en un campeonato donde solo tres bateadores compilaron  por encima de 300.

Las lesiones en la rodilla maltrataron al pinareño pero esto no le impidió batear 304 en 15 campañas, y conectar 220 jonrones con 947 carreras impulsadas y 1917 indiscutibles.

Esa tríada de grandes jugadores ya debía estar en el Salón de la Fama de Cooperstown pero quizás su condición de cubano haya atentado contra una exaltación que han merecido por derecho propio. Esperemos que en diciembre se haga justicia.

 

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