Un cubano en la élite mundial del tenis

Alain Álvarez Legrá (a la derecha) con su hermano Ernesto en el Open de Miami 2016. Foto cortesía del entrevistado.

Alain Álvarez Legrá (a la derecha) con su hermano Ernesto en el Open de Miami 2016. Foto cortesía del entrevistado.

Cuando se habla hoy de tenis no se suele pensar en Cuba. Ni sus grandes estrellas –como Roger Federer, Novak Djokovic, Rafael Nadal o las hermanas Williams– ni sus escenarios más reputados en la actualidad guardan relación con la Isla.

Sin embargo, 2016 dejó una historia que une a Cuba con la élite del llamado deporte blanco. Su protagonista fue Alain Álvarez Legrá, un cubano radicado en los Estados Unidos que comienza a darse a conocer como árbitro en eventos de primer nivel. El clímax de su todavía joven carrera fue su inclusión como imparcial en el más reciente US Open, uno de los cuatro torneos más importantes del circuito internacional.

Alain comenzó como árbitro en 2007, cuando era profesor de Inglés en el Preuniversitario Vocacional Friedrich Engels de Pinar del Río. Se inició por intermedio de su hermano Ernesto Álvarez Legrá, en un torneo juvenil en las canchas de arcilla del complejo deportivo Guamá en la urbe pinareña.

“Las canchas de Pinar del Río siempre van a estar en mi mente –comenta tras su experiencia en Nueva York. Mis comienzos no fueron tan difíciles porque siempre conté conel apoyo de mi familia y tenía a Ernesto como guía. Él es el mejor árbitro cubano que he conocido y ha sido fundamental en mi carrera. Pero al llegar a los Estados Unidos todo cambió drásticamente y me tuve que abrir camino solo”.

¿Cómo fue tu inclusión en el US Open? ¿Qué pasó por tu mente cuando recibiste la noticia?

Sabía que me podían seleccionar pues había aplicado con tiempo para el torneo. El año anterior se me había hecho un poco tarde pues había empezado en la Asociación Internacional (ATP/WTA) en el mismo 2015 en el Miami Open, después de estar desde 2014 trabajando para la Asociación de Tenis estadounidense (USTA). Antes de Nueva York había arbitrado ya en varios torneos, entre ellos el de Miami junto a mi hermano.

Al recibir la noticia de mi elección para trabajar como árbitro en el Gran Slam me sentí increíble. Recordé el camino que he recorrido para llegar a este punto,de todos los que me han ayudado desde que empecé oficialmente en el tenis, del esfuerzo personal que ha implicado para mí.

Soy informático en una empresa de seguros médicos en la Florida, un trabajo que me lleva bastante tiempo, así que para mantenerme en el tenis tengo que esforzarme al doble. Por suerte tenía el antecedente de Cuba, donde era profesor de inglés, informático y árbitro de tenis. Toda esa preparación me ha rendido frutos.

¿Cómo fue tu experiencia en la ciudad que nunca duerme?

Llegar a New York, a trabajar en uno de los certámenes más prestigiosos del mundo, es un sueño hecho realidad. Me reuní con colegas y amigos con los que hacía tiempo no compartía como Luis Alfonso, un coterráneo que debutó conmigo en este US Open. Por lo que sé, solo nosotros dos y una señora llamada Sara y cuyo apellido no recuerdo, somos los únicos cubanos que hemos arbitrado en un US Open.

Profesionalmente resultó espectacular. Pude ver y trabajar con los mejores jugadores y árbitros del mundo, lo cual fue impactante al principio, pero me fuisuperando con el trabajo diario y con los consejos delos colegas.

Los árbitros de tenis en los Estados Unidos tienen un nivel elevado y muy parejo. El reto más importante para todos es la tecnología del Ojo de Halcón. Es algo que presiona, pero después de cada punto uno se concentra mejor hasta que se va acostumbrando. Lo que no se puede olvidar es que está ahí para bien del juego y para tu constante superación”.

Alain en el US Open 2016. Foto cortesía del entrevistado.
Alain en el US Open 2016. Foto: Cortesía del entrevistado.

¿Qué opinas del nivel de los árbitros cubanos en la actualidad?

En el deporte, el nivel de los árbitros va casi siempre a la par del nivel de los atletas. Pero en el caso de Cuba, donde no existen hoy tenistas de gran nivel, hay árbitros que sobrepasan la calidad de los jugadores cubanos y han sido reconocidos internacionalmente en varios torneos a los que han tenido acceso. Mi hermano es un ejemplo de ello.

Esto es algo que también sucede con los entrenadores que actualmente trabajan en varios países de América Latina por colaboración o contratos personales, algunos de los cuales han alcanzado muy buenos resultados por su faena.

¿Qué esperas después de tu experiencia en Nueva York? ¿Qué crees que puede representar en tu carrera?

Considero mi trabajo en el US Open como un escalón más en el difícil camino al éxito. Reafirma la idea que me tracé en los inicios de mi carrera de no conformarme con la mediocridad y ser lo mejor posible en esta profesión. Los viajes, las largas jornadas de trabajo y el reto que significa cada torneo, solo puede ser soportado por el amor que uno siente por lo que hace. Y yo amo mi labor como árbitro.

Además, creo que es una forma de reconocer a Cuba, al tenis cubano, y eso también me satisface mucho.

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Días después de esta entrevista, Alain recibió la noticia de que había sido seleccionado para participar en el torneo Delray Beach Open de la Florida. Allí se desempeña desde este lunes y hasta el próximo 27 de febrero. Luego, entre el 20 de marzo al 2 de abril repetirá su participación en el Miami Open.

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