Emprender un negocio de cicloturismo en La Habana

Ebert Trujillo, cariñosamente el Tío para sus conocidos, es un cubano que inspirado en sus viajes por Suramérica decidió montar un negocio de cicloturismo en La Habana.  Su familiaridad con el versátil vehículo que años antes le sirviera para trasladarse a la escuela y posteriormente al trabajo, le ha valido para sumar esta propuesta, -creativa e inusual en el contexto habanero-, a la larga lista de negocios particulares en Cuba, insertados en el proceso de reordenamiento económico llevado a cabo por el gobierno de la isla, desde el 2008.

Para conocer algunos pormenores de su empresa, en el que juega un papel fundamental el uso de Internet, conversó Ebert con OnCuba.

¿Cicloturismo?

Como mucha gente de nuestra generación, la bici china fue mi medio de transporte para ir al preuniversitario, en las vacaciones, por ejemplo, salíamos en grupos para las playas del Este o el Parque Lenin. Durante mucho tiempo no tuve una bici que valiera la pena, hasta el 2009 cuando compré una para ir al trabajo, con cambios de velocidades, desde entonces no he vuelto a subir a una guagua.

Durante mi estancia en Buenos Aires, Argentina, supe de una oferta muy barata para un tour de ciudad en bicicleta, de noche, para hacerlo más interesante. Me encantó el enfoque desenfadado de los dos guías que nos atendieron. Me dieron una visión de la ciudad que no conocía. En otra ocasión hice un tour en Bariloche, Patagonia. En esa segunda ocasión fue que la chispa prendió la mecha en mi cabeza.

Llevaba tiempo pensando que quería hacer para ganarme la vida en Cuba. No quería crear un negocio por el solo hecho de ganar dinero. Quería algo que me apasionara e inspirara a querer hacerlo bien y mejorar cada día. A partir de ahí comencé a darle forma a la idea. Debía adaptar el concepto a mi ciudad, a Cuba en general. Lo que hacemos hoy es solo una parte de las tantas ideas que tengo escritas. O sea, hay varias etapas que pondremos en práctica con el tiempo.

¿Tuviste alguna traba?

La apertura me dio la posibilidad de considerar seriamente el hecho de tener una empresa propia. En el famoso listado de las actividades por cuenta propia que legaliza el estado  cubano no aparece algo que diga renta de ‘algo’ o servicio de tours. Necesitaba una licencia que me permitiera rentar mis bicicletas y ofrecer excursiones guiadas, o sea que me permitiera andar libremente con clientes. La funcionaria de la oficina de Trabajo donde acudí a pedir asesoría me explicó que no había una licencia para eso. Por suerte meses después las cosas cambiaron. La licencia por la que decidí ampararme es la de Instructor de Prácticas Deportivas.

Recientemente autorizaron a cuentapropistas a ofrecer servicios de excursiones y hacer contratos con agencias de turismo estatales. A mi me interesa hacer las cosas como son, no tener que esconderme. Pagar lo que deba como impuesto, y ¡cuentas claras!

¿Qué de novedoso tiene el tour de bicicleta?

Lo que hago en sí está muy de moda en muchas ciudades del mundo. Sé que hay muchos en Cuba que habían pensado en este tipo de empresa, incluso se de algunos que lo hacen en menor escala. Sin embargo hay algo que sí, al menos pienso, marca una diferencia. Nosotros (aclaro, somos un grupo) queremos mostrar más que lo que se ofrece en agencias de turismo, o en guías para viajeros. Estos explotan mucho lo que es imagen cubana: ya sea sitios de interés arquitectónico, históricos, culturales. A todo el mundo se le vende la Habana Vieja, los trovadores y el mojito.

Nosotros queremos ir más alla de estas imágenes. Queremos mostrar donde se mueve la vida diaria de los cubanos, los barrios que no son precisamente El Vedado o Habana Vieja, sitios que tienen que ver con el cubano de a pie. Un ejemplo sería la Plaza de Cuatro Caminos, que la incluimos en nuestro recorrido por ser ¡cubanía pura! También andamos diseñando un recorrido para el otro lado de la Bahía, en Regla y Guanabacoa. Incluso mi querido y desteñido Alamar tiene mucho que mostrar a los viajeros que realmente se interesen por conocer a fondo Cuba.

¿Cómo obtuviste las bicicletas?

Buena pregunta. Todas mis bicis son de segunda mano, o más manos de hecho. Todas compradas en Cuba. Por suerte para mi y para muchos otros, existe la versión cubana de Craigslist, el polémico sitio web Revolico. Este sitio, me permitió rastrear todas las bicis que valían la pena. Fui a muchos lugares. Guanabo, Parque Lenin, Sevillano, Boyeros. Algunas eran ideales, en otras me equivoqué totalmente. Hasta un tándem (bici doble) se pude conseguir en Guanabacoa. A cada vendedor le pedí que me redactara algo así como un recibo de compraventa. Trataba de elegir modelos con buenos componentes, piezas que fueran duraderas.

¿El público meta son los cubanos, los extranjeros o ambos?

Quisiera poder decir que todos, pero no me es posible todavía. Tengo la esperanza que sea así en el futuro. Quiero ofertar un servicio de calidad, y eso tiene su costo. Mantener las bicicletas cuesta, cambiar piezas, sustituir bicis cuando ya no sirvan. Eso eleva el precio del servicio a cifras que un cubano no pagaría todavía. Entonces el enfoque es hacia el público extranjero básicamente. Pero como me interesa ofrecerlo a cubanos también, he encontrado una forma de hacerlo. Cuando tengo un número de clientes extranjeros que cubren holgadamente ciertos gastos, incluyo a cubanos, a un precio que podría llamarse de costo. Así lo he hecho varias veces, y lo pienso seguir haciendo cada vez que sea posible.

¿Cómo podemos acceder a este servicio?

Por el momento somos una empresa sin domicilio fijo. Respondemos a un número telefónico, a perfiles y páginas webs en Internet. Los clientes nos contactan y les damos orientaciones. Los citamos el día y hora señalados en un punto de encuentro y allí les esperan las bicis. El viaje termina donde mismo comienza. Ahora trabajamos en el tema publicidad, para darnos a conocer en casas particulares principalmente, y al amparo de la nueva ley, muy pronto en Hoteles y agencias de turismo. En cuanto aparezca el local, pues tendremos nuestro cartel en la puerta.

¿Cuánto ha incidido el uso de Internet en la socialización de tu negocio?

Sin Internet este proyecto no existiría. Como toda herramienta, de nada sirve si no sabes usarla. Si sabes cómo, te puede reportar el provecho que no te esperabas, y así me pasó. Comencé por una simple página de Facebook para el negocio. Al día siguiente de crearla ya un usuario me estaba contactando y pidiendo información. Facebook es mucho más que fotos y amigos. Tiene una poderosa plataforma para empresas. Con el tiempo fui concibiendo la idea de un sitio web. Ya está casi listo y comenzamos a promocionarlo. También usé la plataforma de www.tripadvisors.com , uno de los mayores sitios de viajeros. Te permite ubicar tu negocio, y lo que es mejor, que los clientes escriban referencias de cómo les pareció cuando lo visitaron.

Los clientes se comunican por correo electrónico mientras están fuera de Cuba. Aún me quedan otras plataformas de sitios de viajeros por explotar, como las dedicadas exclusivamente al cicloturismo.

Internet permite ser mucho más proactivo a la hora de darse a conocer. No me interesa la publicidad brutal que he visto en algunos países, es desquiciante. Pero dentro del marco de lo aceptable me interesa aparecer a la vista de posibles clientes.

 ¿En qué te basaste para establecer las tarifas? ¿Podrías hablarnos de ganancias y pérdidas?

Conformar los precios me costó mucho trabajo, de hecho aun están sujetos a cambios, porque cada día voy aprendiendo más. Me dediqué a hacer un estudio de las tarifas que se manejan en el mundo. Están todas muy equiparadas, sobre todo en los tours de ciudad. Luego me enfoqué en que representaba esa tarifa en un país como Cuba. Por lo general terminé reduciendo en un 5 o 7 porciento. Aún no somos lo suficientemente competitivos.

Me enfrento a una inversión que espero poder recuperar. Por lo general los clientes han estado conformes con Servicio y Costo. Siempre aparece alguien diciendo ‘En mi país es más barato’, pero bueno, habrá cosas allá que son más caras. Para las excursiones más largas todavía ando en la conformación de precios. Es más difícil, porque se tienen en cuenta otros factores, como hospedaje, salario del guía y dieta para comidas. A veces son excursiones de varios días.

Sobre las ganancias, pienso que una inversión como esta se puede recuperar en 2 años aproximadamente. Lograr un período de ganancia pura puede ser difícil, porque no son bicis nuevas, algunas serán sustituidas. Pero estoy satisfecho por cómo se va recuperando la inversión.

Sobre las pérdidas, un ejemplo, como se depende del turismo, una baja turística es también pérdida. Por eso debemos poner a funcionar otros servicios como un taller de reparaciones especializado, que dará trabajo a unos cuantos y ayudará en el “tiempo muerto”.

Escrito por: Yeniela Cedeño

Fotos: Cortesía del entrevistado

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