Víctor Mesa, el Capitán Planeta cubano

Víctor Mesa

La tarde del 7 de noviembre llovió fuerte en Matanzas. Tanto, que los oficiales de turno decidieron dar por concluido el tercer y último encuentro entre Cocodrilos y Cachorros a la altura del sexto episodio, justo cuando los dueños de casa se habían amotinado ante los lanzamientos de Noelvis Entenza.

La suspensión no le sentó bien al manager de casa, Víctor Mesa, quien venía de perder la noche antes y ese día quería lavar las afrentas con el detergente del desquite. El choque había empezado cuesta arriba para él (4×0), pero sus jugadores lograron descontar par de carreras y amenazaban con hacer otras más en el momento en que dijo presente el aguacero.

Para determinar si el terreno había quedado en condiciones de reanudar el desafío, se esperó el tiempo que establece el reglamento. Entonces el comisario y los árbitros acordaron ponerle fin a la velada, y fue ahí –exactamente ahí– cuando ardió Troya… Esto es, VM montó en cólera, gritó un grupo de ofensas, manoteó, y corre una versión sin confirmar (ya sabemos que nuestra Dirección Nacional de Béisbol no es propensa a ofrecer luces) de que soltó un escupitajo que alcanzó al comisario del partido.

Después de eso circuló este parrafito: “Se inhabilita por tres subseries  (9 juegos) al Director del Equipo de Matanzas, Víctor Mesa Martínez, por conducta inapropiada en el juego 382 entre HOL y MTZ del día 7 de Noviembre, a cumplir desde hoy día 9 de Noviembre del presente año”.

Poco antes, en agosto, otra vez por razones vinculadas con el líquido vital, el mítico pelotero había sido sancionado a tres choques fuera del dugout. Cuentan que todo se debió a que unos aficionados la emprendieron desde las gradas contra él, que generosamente les tiró la cubeta de agua del equipo. Dicen, incluso, que estaba fría como un témpano, lo cual es ideal si tomamos en cuenta el calor imperante a la sazón en las tribunas.

Unos años atrás, luego de un estira-y-encoge con un árbitro en el Labra, el hombre se puso en fase creativa, recogió un poco de tierra y le pintó de carmelita el blanco de los ojos. Después, la DNB anunció: “Tras escuchar todos los criterios emitidos y valorar la infracción cometida, las circunstancias concurrentes en los hechos ocurridos, la historia deportiva del infractor y que no existieron consecuencias agravantes posteriores, se propone suspender temporalmente de continuar participando en la 51 Serie Nacional de Béisbol al director del Equipo Matanzas Víctor Mesa Martínez, por espacio de cinco (5) juegos, a partir del día 27 de marzo de 2012”.

Finalmente, unos meses más tarde, en la 52 SNB, recordamos al travieso muchachón enrareciendo el aire con durísimos piropos dirigidos a la progenitora del umpire ante las cámaras de la televisión, en una escena que graduó a medio país en materia de lectura labial.

Visto el caso, comprobamos que el mejor jardinero central de la pelota revolucionaria es una suerte de Capitán Planeta en el trópico, por aquello del uso que hace de los elementos de la naturaleza: tiene buen repertorio con el agua, sabe amasar la tierra, echa al viento las más inimaginables maravillas verbales…

Lo preocupante de todo esto es que aún no ha usado el fuego.

 

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