Yadel Martí: un subestimado con alma de campeón

Esta entrevista está dedicada a Yadel Martí, “esta vez verde pero siempre león”

 En el Clásico Mundial de Béisbol 2006 (WBSC), toda Cuba viajó con sus lanzamientos. Algunos respiraron de su aire y otros vibraron con su espíritu pausado, donde siempre ha prevalecido la esperanza por la victoria. ¿Quién recuerda a Yadel Martí? Muchoslo hacen, y anhelan verlo una vez más con el número 90 en el box del Latinoamericano. Otros se preguntan por dónde andará lanzando ahora, con su habitual pajita dentro de la boca y ese doble movimiento en su pie de lanzar.

Me reniego a pensar que en la memoria colectiva de los cubanos se encuentra alojado el olvido. Al menos dentro del béisbol eso nunca ocurrirá. Por eso, quien no recuerde a Yadel asiduamente, al menos conservará en su mente, un espacio pequeño pero glorioso para un lanzador subestimado que se abrió paso en el deporte a golpe de grandeza. En el 2006 dejó en el alma de los cubanos un legado de superación. Fue un héroe impensado, una especie de enigma con un código oculto.

Sus apariciones ante Panamá y Venezuela en el Hiram Bithorn de Puerto Rico y su juego lanzado en la semifinal ante República Dominicana (que ganaría Pedro Luis Lazo), están marcados en la pupila del espectador cubano. En una época (luego del 2000) donde el equipo Cuba de beisbol dejó de ser Goliat contra David, por espacio de 12.2 innings Yadel Martí pareció ser Goliat de nuevo, cuando ningún equipo le pudo anotar carrera alguna en todo el torneo. Yadel Martí fue elegido en el equipo Todos Estrellas del WBSC 2006 con la distinción de ser el líder en efectividad (0.00), junto a lanzadores como Daisuke Matsuzaka (3 juegos ganados) y Johan Santana (mejor relevista).

Yadel Martí abandonó Cuba entre 2008 y 2009. En 2011 firmó un contrato de liga menor con los Atléticos del Oakland. Lanzó en AAA con el Sacramento River Cats (5-1) 4.92, tras una lesión pasó por Clase A avanzada (Stockton Port) para luego ser ubicado en AA con el Midland Rock Hound (2-0) y 0.75. Yadel no estaba siendo apreciado por la franquicia y decidió pedir su released para lanzar en la Liga Mexicana donde percibía un salario mejor. En ese intervalo se esfumó la posibilidad de llegar a las Mayores, el sueño de todo beisbolista.

Pero Yadel Martí no piensa en las cosas que pudieron ser y no fueron. Él entrena a diario en Fontainebleau, en el condado de Miami-Dade, buscando seguir en el béisbol por un tiempo más. Tiene 35 años y sigue desafiando la adversidad y tratando de continuar el camino hacia un honorable final. OnCuba habló con Yadel sobre pasado, presente y futuro.

¿Cómo está la vida de Yadel Martí? ¿Piensas retirarte o seguir algunos años más en el beisbol?

Bueno en estos momentos yo estoy sin trabajo en el beisbol pero me encantaría que algún equipo me diera la oportunidad de regresar por dos años más. Me estoy preparando para eso.

¿Donde estas entrenando o preparándote?

Estoy entrenando en las tardes, sobre las 5:30 pm en Tamiami Park, con un gran amigo y ex jugador, Hanzel Izquierdo. Él me está ayudando.

Viajando hacia el pasado ¿Como recuerdas tu explosión como lanzador en el primer Clásico Mundial en el 2006?

Bueno yo creo que ni yo mismo esperaba esa explosión. Realmente yo no venía como pitcher de primera línea, pues no era muy bien mirado por el manager Higinio Vélez, a quien le agradezco lo que hizo, pues me obligó a poner empeño para contrarrestar lo que él pensaba de mí como jugador.

¿Aún recuerdas cuando dijiste frente a la cámara: “San Diego, San Diego, quién lo iba a decir, no creemos en nadie”?

No pensé nunca que mi actuación fuese la que fue, porque mirando el asunto desde el punto de vista de él (Higinio Vélez) yo no iba a tener muchas oportunidades, pero la vida dio un giro y mira que bien lo hice. Mis compañeros y yo le dimos un merecido 2do lugar a Cuba en el más alto nivel que nuestro  beisbol había participado. Aunque me preparé bien, no pensé que mi trabajo llegara a ser tan destacado. Sin embargo, yo confiaba mucho en mí y en mis compañeros. Y sí, de veras, no creí ni creíamos en nadie.

¿Cuál es tu mejor recuerdo de ese Clásico? ¿Tienes alguna anécdota particular o algún recuerdo especial?

Bueno lo recuerdo todo, todo, como si fuera hoy. Y sinceramente hubo algo que no olvido. Yo no sabía que iba a ser el abridor contra Venezuela y me lo dijeron en la mañana, después de una llamada de Fidel. Él me dijo: “Estoy 100% seguro que hoy vas a ganar”. Fidel me dijo que también se lo había dicho a Chávez, y que luego me iba a decir por qué estaba tan seguro de que yo iba a ganar ese juego. Después del triunfo me llamó y me dijo que le había dicho a Chávez que él iba a ganar porque yo traía un Martí en el box y él no tenía un Bolívar. Cosas que solo se le ocurren a él. (Yadel se ríe). Muy imaginativo, yo lo respeto mucho aunque pensemos diferente.

Al regreso del Clásico ¿Cómo te fueron las cosas? ¿En qué año te fuiste y por qué decidiste viajar y buscar otro rumbo?

En el Clásico tuve muchas ofertas para desertar pero tenía a mi familia y yo me sentía bien en Cuba. También tenía mucho orgullo de regresar y ver cómo iba a ser mi vida después del Clásico. También quería ver como el pueblo, y en especial el estadio Latinoamericano, me recibiría después de que dos años antes me habían abucheado por una mala temporada. Y de verdad que si no hubiera sido por Higinio Vélez no me habría  marchado. En el 2007, después de mi derrota contra Estados Unidos, Higinio me dijo que debía darle paso a las figuras jóvenes. Si no hubiera sido por eso, nunca me hubiera ido de Cuba.

Llegas a la franquicia de Oakland en 2011 y ahí en las menores pusiste buenos números (7-1). Cuéntanos que sucedió ese año que no pudiste continuar tu carrera hacia las Mayores.

Creo que no llegué con una edad prudente ni con muy buenos números. El staff de Oakland era impresionante. Me enviaron a Doble AA y preferí mi released para ir a México por mejor sueldo.

¿Piensas que hubiera ocurrido con tu carrera de haber llegado más joven, o ya eso es cosa del pasado?

A veces pienso en eso, pero no lo logro imaginar, pues conocí una mujer que me dio una hija preciosa de 2 años y aunque nos separamos no cambiaría nada de lo que ha sucedido en estos últimos 7 años de mi vida. Creo que solo Dios podría decir que hubiese pasado, pero yo no quiero imaginar para tampoco lamentar. Dios supo lo que hizo y por qué lo hizo.

Entre 2012 y 2014 estuviste jugando en el beisbol mexicano. ¿Cómo te fue por tierras aztecas?

La última temporada me cambiaron a los Pericos de Puebla, donde quizás no me dieron muchas oportunidades. Ahí no me fue del todo bien, pero mis números en México fueron muy buenos tanto en la liga de verano como en la de invierno, o al menos así pienso yo.

En estos momentos te estás preparando fuerte. ¿Crees que aún te queda algún tiempo más en el béisbol?

Creo que necesito una oportunidad. No estoy tan fuerte ahora, sin embargo me estoy preparando y creo que con una opción podría llegar o acercarme al 100 por ciento para ver si queda Yadel por dos años más. Y como me separé, quisiera que mi beisbol me diera un respiro para continuar con mi vida emocional la cual no está muy bien.

¿Aún extrañas el Latino y ponerte el traje azul?

Bueno yo soy tan habanero, tan metropolitanos y tan industrialista como siempre. Creo que ese traje azul es lo más grande y grato que he podido usar. Ha sido una de las bendiciones más grandes que Dios me regaló después de mi familia.

Qué mensaje quisieras dejarle a los que nunca te han olvidado, lo mismo en Cuba que en el exterior.

Quiero que todo mis seguidores sepan que me siento honrado de saber que me recuerdan y que tienen en cuenta mis logros y fracasos, mis momentos malos y buenos. Que me perdonen porque, en ocasiones, aunque siempre traté de hacer lo mejor, no salieran las cosas bien. Que disculpen mi ausencia por 7 años, que me tengan en sus mentes y corazones como un hombre de pueblo. Me alegra mucho la vida saber que me siguen recordando. Muchas gracias a todos. Yadel Martí es del pueblo y para el pueblo.

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