El gobierno cubano suspendió temporalmente la entrega de licencias a un grupo de actividades de trabajo privado, llamado oficialmente “por cuenta propia”.
La medida forma parte de un parte de “un proceso sistemático de revisión y perfeccionamiento, encaminado a corregir deficiencias”, según informó Marta Elena Feitó, viceministra primera de Trabajo y Seguridad Social de la Isla.
De acuerdo con lo publicado este martes en la Gaceta Oficial Extraordinaria No.31, hasta tanto no concluya este proceso “se decidió no otorgar nuevas autorizaciones” para una veintena de actividades, entre ellas el arrendamiento de viviendas y habitaciones; los servicios gastronómicos en cafeterías y restaurantes (paladares); la gestión de permutas y compraventa de casas; la reparación de equipos electrónicos; y la joyería.
Además, no se volverán a autorizar de manera definitiva las actividades de “vendedor mayorista de productos agropecuarios”; “vendedor minorista de productos agropecuarios”; “carretillero o vendedor de productos agrícolas en forma ambulatoria”; “comprador vendedor de discos” y “operador de equipos de recreación” (para los equipos rústicos).
No obstante, la Gaceta Oficial precisa que “los trabajadores que en la actualidad se encuentran autorizados a ejercer las actividades mencionadas en los apartados anteriores pueden continuar su realización”.
También aclara que, como una disposición transitoria única, las solicitudes de autorización para ejercer las actividades ahora suspendidas o eliminadas, que se encuentran en trámite antes de la entrada en vigor de la nueva resolución este 1ro de agosto, “se rigen por lo establecido en las disposiciones legales por las que se iniciaron”.
En declaraciones al diario Granma, Feitó explicó que las medidas pretenden que “ninguna acción quede al margen de la legalidad”.
Una reciente evaluación del trabajo privado en Cuba demostró la presencia de ilegalidades entre las que la viceministra citó la utilización de materias primas, materiales y equipos de procedencia ilícita; el incumplimiento de las obligaciones tributarias y la subdeclaración de ingresos; las imprecisiones en el control, y las deficiencias en la contratación económica para la prestación de servicios u oferta de productos.
Feitó dijo que las decisiones adoptadas están en correspondencia con lo analizado en la más reciente reunión del Consejo de Ministros, y lo dicho por el presidente Raúl Castro en la clausura de las más recientes sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Comentó que como principio “no se otorgarán autorizaciones en lugares donde sean detectados hechos constitutivos de delitos”.
En opinión de la viceministra las nuevas medidas “no constituyen un retroceso en el desarrollo de la actividad”, pues “con ellas se pretende consolidar la organización y el control del trabajo por cuenta propia, de manera tal que este continúe avanzando de manera ordenada y eficiente”.
Sin fecha pero con cambios
La Gaceta Oficial Extraordinaria no ofrece una fecha tentativa para la culminación de la revisión y el perfeccionamiento del trabajo privado. No obstante, Feitó detalló a Granma que “una vez listo el resto de las regulaciones jurídicas necesarias, entre otras decisiones, se procederá a poner en práctica una agrupación de actividades afines, con lo cual se busca reducir la dispersión existente y perfeccionar el alcance de ellas”.
La viceministra primera de Trabajo y Seguridad Social puso como ejemplo la próxima implementación de la modalidad “servicios de belleza”, la cual integrará siete actividades del trabajo por cuenta propia separadas hasta hoy: barbero, maquillista, masajista, manicura, peluquera, peluquera peinadora de trenzas y peluquero tradicional.
“A partir de la agrupación será posible agilizar y reducir los trámites administrativos, disminuir la documentación, y a su vez, ampliar el perfil de las actividades ofreciendo un servicio más integral”, dijo.
En otros casos, una actividad todavía vigente se dividirá de acuerdo a sus especificidades. Es el caso de “elaborador vendedor de alimentos y bebidas mediante servicios gastronómicos en restaurantes”, a partir de la cual se han diseñado dos: “servicio gastronómico en restaurante” y “servicio de bar y recreación”, cuyo alcance se definirá en las normativas que se publiquen una vez finalizado el reordenamiento.
Feitó Cabrera adelantó como otra de las novedades la autorización al dueño de un negocio privado con trabajadores contratados, la posibilidad de designar a uno de estos para asumir el cumplimiento de sus deberes. Esto será autorizado por causa de una enfermedad prolongada, del titular o sus familiares, o por su salida al exterior, en cuyo caso “se concederá dicha prerrogativa por el período de tres meses”.
En cuanto a los transportistas privados, se prevé la modificación del reglamento de la licencia, “restituyendo su alcance municipal, provincial o nacional, así como la actualización de los requisitos para su otorgamiento”, según precisó Débora Canela Piña, especialista principal en el Ministerio del Transporte.
Canela Piña señaló que ya han comenzado a aplicarse la inspección técnica de los vehículos, el análisis de los expedientes de los choferes, y el ordenamiento de los servicios en sistemas de rutas, piqueras, terminales o puntos de embarque.
Para La Habana “se permitirá la asociación de transportistas privados a las cooperativas de taxis ruteros creadas y se iniciará un experimento que abarque la totalidad de los vehículos, entre cuatro y catorce pasajeros, que deseen operar en rutas de la capital del país”, comentó la especialista.
Quienes formen parte del experimento tendrán beneficios como adquirir el combustible para operar a precios diferenciados, acceso al mercado mayorista para la compra de herramientas, partes, piezas de repuesto y accesorios al precio minorista menos un 20 por ciento de descuento.
Los vehículos y piqueras deberán señalizar “correctamente” las rutas, precios, y horarios. “El precio de las rutas se establecerá por tramos, que no superarán los 8 kilómetros, con un precio de 5 CUP”, aseguró Canela Piña.
Pagar lo que corresponde y a tiempo
El perfeccionamiento del trabajo privado en Cuba también contempla modificaciones en el aspecto tributario. Vladimir Regueiro Ale, director de Ingresos del Ministerio de Finanzas y Precios, explicó que la unificación de un grupo de actividades y el reconocimiento de otras “conlleva, entre otras medidas, a determinar para cada caso nuevas cuotas de tributación”.
“Hay incremento de cuotas mínimas en algunos casos, pero también reducción en otros”, adelantó.
En el impuesto por la utilización de la fuerza de trabajo “se aplicará el tipo impositivo mínimo que establece la Ley tributaria”, que es del 5 por ciento. Además, se eliminará la exención de pago por los cinco primeros trabajadores y se impondrá una base progresiva para su cálculo, de acuerdo al número de contratados.
Granma detalla que “por los primeros cinco trabajadores el impuesto será el 5 por ciento del salario medio mensual correspondiente a la provincia de que se trate; del sexto al décimo se aplicará sobre el monto resultante de la suma de dos salarios medio; del 11 al 20 sobre la cifra de tres salarios medio; y a partir de 21 trabajadores se tomarán como base para el cálculo seis salarios medio”.
Regueiro Ale afirmó que “de manera general” entre la cantidad de actividades que actualmente tributan por el régimen general y las que lo hacen por el simplificado, “se ha mantenido un balance similar”.
Otra novedad será la implementación “de forma gradual” del sistema de cuentas bancarias fiscales. El director de Ingresos del Ministerio de Finanzas y Precios dijo que a un grupo de trabajadores privados “se les comenzará a exigir la creación de una cuenta bancaria con trascendencia fiscal, en la cual se deben ir reflejando las operaciones de ingresos y gastos relacionadas con la actividad que ejercen”.
Esta información estará a disposición de la Oficina Nacional de Administración Tributaria durante todo el proceso de control y verificación del pago de los tributos de estos trabajadores. El grupo por el que se iniciará este procedimiento incluye a los arrendadores de vivienda, servicios constructivos y gastronómicos en paladares y bares, así como para los transportistas solo en el caso de La Habana.
Granma concluye que “poner orden en casa” resulta una “máxima prioridad” para el Estado cubano y asegura que las nuevas medidas no buscan “dar marcha atrás” al trabajo privado en Cuba sino ponerle freno “de inmediato” a aquellos cuentapropistas que “violan las normas establecidas y se pierden en los entresijos de la ilegalidad y el desorden”.
Según datos del propio diario, al cierre del primer semestre del año 567 982 personas ejercían el trabajo por cuenta propia en Cuba, lo cual representa el 12 por ciento del total de los trabajadores de la Isla. El 32 por ciento de los incorporados a esta modalidad laboral son jóvenes; el 33 por ciento son mujeres; el 16 por ciento también está vinculado a algún centro estatal; y el 11 por ciento son jubilados.
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Más allá de estas cifras, Granma reconoce “la incuestionable validez” de esta opción de empleo, a la que atribuye un incremento en “la oferta de bienes y servicios con niveles de calidad aceptables”, y permitirle al Estado cubano “concentrarse en actividades trascendentales para el desarrollo económico”.
En octubre de 2010 comenzó la aplicación de medidas destinadas a flexibilizar y ampliar el trabajo privado en Cuba, autorizado en la Isla desde la década del noventa. A partir de entonces se incrementaron las actividades permitidas y el control de su ejercicio, se eliminaron prohibiciones para la comercialización de nuevas producciones y servicios, y se aprobó un régimen especial de seguridad social para los trabajadores de este sector.