Cuba prepara la bienvenida a Obama

Foto: The White House/Flickr

Foto: The White House/Flickr

Los cubanos están a las puertas otra vez de un acontecimento para no olvidar: la visita del primer presidente de EE. UU. en 90 años, y el primero después de más de 55 años de enfrentamiento bilateral.

Esta mañana la cancillería cubana confirmó de buena gana la noticia, en voz de su diplomática más conocida por los medios: Josefina Vidal.

//platform.twitter.com/widgets.js“Será una posibilidad para que el presidente Obama pueda apreciar la realidad cubana y seguir intercambiando sobre la posibilidad de ampliar el diálogo y la cooperación bilateral en temas de interés mutuo para ambos países. La visita constituirá un paso más hacia la mejoría de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos”, dijo la directora de América del Norte en el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano. “El presidente Obama será tratado con todo respeto y consideración y será una importante oportunidad para que pueda tener una aproximación directa a la realidad cubana y a todo lo que hemos estado haciendo en los últimos años en nuestro país como resultado de decisiones soberanas a las cuales ha contribuido la población cubana, precisamente para realizar las transformaciones que sean necesarias dirigidas a la mejoría del bienestar de la población”, agregó. Vidal, quien ha sido el rostro cubano de las negociaciones, reiteró que para lograr una normalización en las relaciones habría que resolver dos puntos claves: el levantamiento del bloqueo económico y financiero y la devolución a Cuba del territorio ilegalmente ocupado por la base naval de Guantánamo. “La visita del mandatario estadounidense será también una ocasión para ratificarle la voluntad del gobierno cubano de continuar avanzando en la construcción de una nueva relación”, señaló. Al mismo tiempo, la Casa Blanca en Washington ofreció más detalles de la travesía presidencial. Además de tener una reunión bilateral con el presidente cubano Raúl Castro, “el presidente Obama se reunirá con integrantes de la sociedad civil, empresarios y cubanos de todos los ámbitos de la sociedad.” “Esta visita histórica es la primera que realiza un Presidente estadounidense en funciones en casi 90 años y otra demostración del compromiso del mandatario de trazar un nuevo curso en las relaciones cubano-estadounidenses y conectar a los ciudadanos de EE. UU. y Cuba a través de una expansión del turismo, comercio y el acceso a la información.” La decisión de venir en marzo, sin embargo, no ha dejado de sorprender, pues en diciembre de 2015 Obama planteó varias condiciones para venir al archipiélago, que se presumió entonces podrían demorar en estar maduras. “Lo que le he dicho al gobierno cubano es que si en efecto puedo decir con confianza que hemos visto algunos progresos en la libertad y las posibilidades de los cubanos me encantaría realizar una visita como una manera de resaltar ese progreso. Si vemos retrocesos no tiene sentido que yo esté allí, no estoy interesado en validar el status quo”, le respondió por entonces en una entrevista a Yahoo News. Al parecer Obama ha visto esos progresos muy pronto. Recientes anuncios sobre experimentos de conexión a internet en los hogares en dos barrios de La Habana Vieja y la confirmación de que seguirá creciendo el número de zonas WiFi públicas en el país, han sido tomados, evidentemente, como gratas señales por su equipo de asesores. Es lo que se trasluce de las declaraciones del asesor del Consejo de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, una de las manos derechas de Obama con respecto a Cuba: “El gobierno cubano ha tomado algunas medidas para cumplir su compromiso de ampliar el acceso a Internet, la expansión de puntos de acceso inalámbrico y el anuncio de una conexión de banda ancha inicial. Estos son los pasos que debería servir de base para aumentar la conectividad con el resto del mundo y el acceso a la información para el pueblo cubano. Aún así, este progreso es insuficiente. Hay mucho más que se puede hacer —por EE. UU. y por el gobierno cubano— para avanzar en esta apertura de una manera que va a ser buena para los cubanos y bueno para EE. UU. Es por ello que el presidente Obama está viajando a Cuba”, insiste Rhodes. El mandatario estadounidense también se apresuró a marcar sus límites: “Todavía tenemos diferencias con el gobierno cubano que trataré directamente. EE. UU. siempre se levantará por los derechos humanos en todo el mundo”, aclaró en su cuenta de Twitter.  

//platform.twitter.com/widgets.js

Las reacciones no se hicieron esperar. El exilio histórico en Miami ya manifestó su desacuerdo con el viaje, mientras otros sectores más dialogantes de la comunidad en el sur de la Florida exponen su satisfacción.

En la mayor de las Antillas la noticia comienza a esparcirse y no es que tome a muchos por sopresa. Desde el 17 de diciembre de 2014 cada nuevo paso en la normalización de relaciones supera al anterior.

Igború Igboyá pa' Obama

Salir de la versión móvil