Ashly: capítulos que “enganchan” en la vida de la novelera de Cuba

Ni ella misma cree el tremendo ascenso que ha tenido en las redes sociales. La novelera de Cuba es un personaje de la vida real y esta es su historia.

Ashly la novelera de Cuba. Foto: Tomada de FB.

Los cubanos somos noveleros. Este gusto nos viene desde el nacimiento de las radionovelas con El derecho de nacer de Félix B. Caignet, en 1948. Incluso hoy, en tiempo de redes y tecnología, dedicamos tiempo a ver la novela de turno en la televisión.

Quizás por eso Ashly, la novelera de Cuba, haya tenido un crecimiento tan vertiginoso en sus redes sociales en menos de un año. Su perfil de Facebook ya suma más de 54 mil seguidores. Se trata de una mujer simpática, que con un desenfado tremendo cuenta su versión de la novela cada vez que termina un capítulo. Y las reacciones no se hacen esperar. 

La fama de Ashly en la cibercomunidad cubana es comparable ya con la de La Yuli de Cuba, o con actores o actrices como Alejandro Cuervo o Maykel Amelia. Ni ella misma cree el tremendo ascenso que ha tenido en las redes sociales. La novelera de Cuba es un personaje de la vida real, y esta es su historia.

¿Quién se esconde detrás de Ashly, la novelera de Cuba?

Ashly es una cubana muy genuina, farandulera, madre de Lia y Lorenzo, dos niños maravillosos. Una licenciada en Derecho, pero amante del periodismo. Cienfueguera y esposa del mejor hombre que he conocido.

¿Por qué ese seudónimo?

Hace un tiempo no tenía perfil en las redes sociales. Es un entorno que respeto mucho porque se usa para todo tipo de fines. Un día me decidí a formar parte de la comunidad de Facebook, pero preferí proteger mi identidad. El nombre de Ashly es el que desde hace años teníamos escogido para nombrar a mi primera nieta, y el apellido Medina fue escogido al azar. 

Ya había leído que muchos escritores famosos comenzaron su carrera empleando seudónimos, como por ejemplo Gabriela Mistral, por lo que no vi nada de malo en generar contenido a través de un perfil cuyo nombre e imagen no eran los míos. Pero siempre están presentes la franqueza, el cariño y el respeto con que escribo cada línea.

Ashly la novelera de Cuba. Foto: Tomada de FB.

¿Cuándo comenzó esa pasión por las telenovelas?

Desde pequeña fui amante de los dramatizados cubanos, pero con el nacimiento de mis hijos y demás responsabilidades de trabajo y el hogar, dejé de ver la televisión. En uno que otro horario libre me volví fiel seguidora de las novelas colombianas. 

Pasaron casi diez años sin que viera una novela cubana, hasta que llegó Tan lejos y tan cerca y comencé a verla porque mi papá había fallecido de COVID-19. El tema me interesó, aún no tenía Facebook, y ni pensaba en escribir sobre las novelas. Así comenzó mi nuevo acercamiento a las producciones nacionales.

¿Por qué comenzar a resumir cada capítulo de la novela, y por qué con Los Hijos de Pandora?

Disfruté mucho de Tan lejos y tan cerca, que fue la primera novela de la nueva etapa de mi vida, que había comenzado sin darme cuenta. Y a esta producción le siguió Los hijos de Pandora, que me encantó desde el primer capítulo.

Pero una difícil contingencia energética complejizó la situación interna del país, y dondequiera que uno llegaba escuchaba a la gente quejarse por no ver la novela la noche anterior. Eso me daba mucha tristeza. Yo no me la perdía, reservaba la carga de mi celular y veía la novela por Internet a través de Cubavisión en vivo. Luego se la contaba a mis amigas, pero algo versionada, agregándole mi opinión personal, y resaltaba algún otro detalle que me llamaba la atención. 

Con el paso de los días, mi mejor amiga me dijo que debía publicarlo y, tras su insistencia, lo hice. El resultado del primer resumen fue impresionante. Seis horas después la publicación ya tenía más de 2 mil likes y 300 comentarios. Fue cuando me di cuenta de que había gustado, y que podía seguir haciéndolo en función de un bien común.

¿Cuándo nació el trabajo de resumir los capítulos? 

Comencé a escribir los  resúmenes desde mi perfil personal de Ashly Medina el 9 de noviembre de 2022, pero rápidamente alcancé los 5000 amigos que admite Facebook. Por esa causa, en abril de 2023 abrí mi página Ahsly la novelera de Cuba, donde tengo más de 54 500 seguidores, aunque es una cifra que se mueve a diario.

¿Cómo es el cambio de una cubana de a pie a una influencer? ¿Cuánto exige la influencer a la cubana de a pie?

El cambio ha sido del tamaño de una montaña, como de la noche al día. Ser influencer exige mucho de mí. Tengo un compromiso enorme con mis seguidores, horas de investigación. Me acuesto a dormir bien tarde los días de la novela. Tengo que escribir el resumen en medio de una fiesta familiar, en la parada de la guagua e incluso estando enferma. 

Me he acostumbrado a hacer de todo con el celular en la mano, incluyendo los quehaceres del hogar. He cambiado muchos aspectos de mi vida. Soy más atrevida, más aventurera y hasta un poco más libre.

¿Y tu esposo no extraña a la cubana de a pie y reprocha a la influencer?

Mi esposo ha sido mi principal aliado. Disfruta de mis logros con orgullo, aunque a veces me exige mayor atención, y quiere lanzar el celular del segundo piso. Pero ahí es cuando se acuerda de que me lo compraron mis seguidores y se le pasa.

¿Qué pasó con tu celular y cómo te ayudaron tus seguidores?

En uno de mis viajes a La Habana me robaron el celular mientras esperaba una guagua en La Rampa. Imagínate, fue un golpe muy duro, ya llevaba unos diez meses generando contenido, tenía unos 42 mil seguidores, y era imposible que por mis propios recursos me pudiera comprar un nuevo móvil. 

Ese mismo día le pedí a Ledit, la esposa del actor Tulio Marín, que publicara en Facebook que me habían robado el celular, y que estaría mucho tiempo alejada de las redes. Y al día siguiente una de mis seguidoras publicó su número de tarjeta para que todo el que quisiera contribuir con dinero, transfiriera su modesto aporte, y así en siete días me hicieron llegar 16 mil pesos. 

En su momento agradecí a todos los que aportaron: actores, actrices, seguidores y a mis amigos de CubaActores. 

Aprovecho y lo reitero, porque viviré eternamente agradecida, porque si bien me hacía mucha falta el teléfono, amé la maravillosa actitud de tanta gente linda. Incluso los mensajes de aliento de quienes no aportaron dinero pero sí lealtad, y eso no tiene precio.

La fama te llevó a conocer a los actores. Incluso algunos te han cobijado en su casa, en tus visitas de guajira a La Habana. ¿Qué es lo que más te ha impresionado de tu relación con ellos? Alguna anécdota bonita o curiosa que se pueda contar…

Cuando comencé está aventura jamás pensé que me llevaría a conocer artistas. La primera que me descubrió fue la actriz Lily Bergues, que hoy forma parte importante de mi vida. Ella me abrió las puertas de su vida y de su casa, y me presentó a otros actores que me acogieron con gran afecto y lealtad. 

Hay otros actores que ni conozco personalmente, pero siento que no me hace falta porque somos muy cercanos a través del chat; entre ellos, la actriz Danae Hernández, a la que también adoro. 

Me ha llamado la atención la humildad de tantos actores, lo agradecidos que son, lo leales que han llegado a ser. Uno como simple espectador muchas veces los visualiza inalcanzables, y no es así. Aprecio y valoro cada palabra de agradecimiento y de cariño que ellos me hacen llegar en sus mensajes. Y por supuesto, el hospedaje en la capital de esta guajira es siempre bienvenido.

Una anécdota que sin duda me gustaría compartir es del día que conocí a prácticamente todo el elenco de Asuntos pendientes. Creo que ha sido uno de los días más emocionantes de mi vida. Resulta que el actor Tulio Marín me había insistido para que asistiera a El Espacio, un centro que está frente a la Ciudad Deportiva, y ahí nos conoceríamos. Para mí sorpresa allí estaban muchos actores, que al verme comenzaron a aplaudirme y agradecerme. Sentía que había entrado al salón de la fama de un programa de televisión. Fui muy feliz ese día.

Y las novelas como un juego te han llevado al periodismo en serio. Cuéntame al respecto…

Si, así es. El primero que me dijo que yo hacía unas excelentes crónicas periodísticas fue Felo Ruiz, director de Asuntos pendientes. En ese momento fue que decidí auto prepararme un poco al respecto, y un tiempo después asumir el periodismo de manera profesional. Por supuesto, que aún implica años de estudio, y experiencia que se va ganando poco a poco.

Comencé a colaborar con CubaActores, a partir de desarrollar una labor similar y perseguir objetivos comunes —reconocer el trabajo y el talento de los actores cubanos—, y me siento privilegiada de formar parte de ese equipo maravilloso. El hecho de que valoren el trabajo empírico que realizo como periodista me llena de orgullo.

¿Cómo reflejar la cubanía a través de la oralidad, el humor y el doble sentido, sin dejar de contar lo que pasa en cada capítulo? 

Digamos que hablo de forma muy similar a como escribo, aunque por supuesto uno se adecua a los escenarios y a las personas con las que interactúa. Pero soy dicharachera, algo graciosa cuando entro en confianza. 

El doble sentido es genético, lo llevamos los cubanos en la sangre. Siempre quise marcar la diferencia entre lo que hago y lo que hacen otros internautas. Y que el resumen, por extenso que fuera, no resultara tedioso. Ese ha sido el resultado. Desde que estoy viendo la novela ya se me van ocurriendo cosas.

¿El futuro de Ashly la novelera, la influencer, la cubana de a pie, la esposa, la madre y la casi periodista?

Me encantaría seguir novelando de la mano de nuestros actores y actrices, resaltar la labor que realizan y reconocer el esfuerzo y el talento de ellos. Quisiera tener un espacio en el que con frecuencia pudiera interactuar con mis seguidores, aunque para ello tenga que permutar para La Habana; porque, aunque me considero el terror de la autopista, ya me resulta agotadora, “por tu life”.

¿Alguna máxima novelera?

Disfrutemos de la novela sin preocuparnos por banalidades que no definen nada dentro de la trama. Respetemos el trabajo de los actores, independiente de la calidad actoral que consideremos que tienen. Sentémonos en familia a ver la novela y entrar en debate. Hagamos los guiones populares de lo que está por venir, y sin miedo ni temores sigamos afirmando: “me gusta la novela cubana“. 

¡Qué preguntón tú eres este tu niño…!

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