Los arcoíris rizados de Leysa Carrillo

Una estilista cubana triunfa en Las Vegas con sus técnicas para decolorar el pelo rizado, llenarlo de colores y mantenerlo saludable.

Leysa Carrillo. Foto: @leysahairandmakup

Para Leysa Carrillo, estilista cubana de 37 años inmigrante en Las Vegas, cada cabello rizado es diferente. Antes de convertirlo en un mar de colores, se reúne con sus clientas, analiza los patrones del cabello y su textura y deciden la mejor técnica, el procedimiento menos invasivo.

Su objetivo es claro desde el mismo nombre de su negocio: Forever Curl. No importa lo que haga, el cabello siempre mantendrá un rizo saludable y natural.

Leysa se considera experta en este tipo de cabello y una educadora, por lo que es miembro del equipo artístico de Cosmo Prof, una de las compañías más grandes de Estados Unidos, que organiza eventos y talleres para estilistas. Además, ha sido considerada entre las 10 estilistas más influyentes en Estados Unidos por Modern Salon.

En 2017 ganó dos premios en una noche del BTC One Shot con fotografías de sus transformaciones y el uso de los colores.

Estilista profesional por más de 11 años, tiene en Instagram más de 70 mil seguidores. Muestra videos y fotos de ondas multicolores en cabellos afro, así como transformaciones espectaculares de mujeres que en un “antes y después” a veces apenas conservan parecido. Sus creaciones, dice, las considera parte de su “mundo artístico”.

“Siempre soñé un futuro lleno de arte y creaciones mágicas. Desde pequeña siempre quería ser bailarina o cantante”, dice Leysa, y cuenta que “luego de mucho batallar con el baile, me gradué de la Escuela de Espectáculo Musicales en La Habana”.

Después de terminar su carrera viajó por el mundo con el show “Havana Night”, donde actuó en al menos 17 escenarios internacionales, incluyendo Estados Unidos en 2004. “Aquí en Las Vegas el show fue un éxito, pero después de dos años compartiendo nuestra cultura cubana, el casino-hotel cerró y yo decidí darle otra oportunidad a una carrera diferente”, dijo a OnCuba.

¿Cómo llegas al mundo de la peluquería?

Fui a la escuela de cosmetología y a la misma vez continué bailando en otros shows, incluyendo el Cirque du soil. No tenía ninguna idea de que la peluquería sería para mí, por eso continuaba con el baile, pero con el dinero que hacía en los shows me pagué las mejores clases y certificados de peluquería en lugares como California y New York.

Yo siempre tuve una mente muy competitiva. Creo que cada cubano la tiene por la manera en que crecemos. En ese entonces me dije “Si hago la peluquería, quiero llegar a una manifestación que deje huellas”. Nunca tuve nadie como motivación, solo mis fuerzas para salir a delante.

Foto: @leysahairandmakup
Foto: @leysahairandmakup

¿Por qué tu Instagram se llama Forever Curl?

Yo realmente fui una iniciadora de la tendencia colorida en cabello crespo. Forever curl (crespo para siempre) quiere decir que los colores que yo hago a pesar de que son muy difíciles de conseguir, nunca comprometo la integridad del cabello, siempre estará crespo.

Yo encontré mis propias maneras de lograr todos estos colores que ya existían pero los hice lucir mágico en el cabello rizado.

¿Cómo tu forma de ver la peluquería te abrió los caminos siendo emigrante y mujer?

Piensa en esto: no crecí ni fui a la escuela en este país, y ahora manejo un negocio grande por mí misma. Yo hago posible para muchas mujeres lo “imposible”. Las ayudo a confiar y amarse como son, sin barreras. Es muy lindo hacer esas transformaciones y ver las caras felices después de los servicios. Es toda una satisfacción ver todas estas mujeres que muchas llegan a verme de otras ciudades con 5 y más horas en avión.

La peluquería es una forma de verme a mí misma como una artista, porque creo algo especial para cada persona, de manera diferente.

Forever Curl ya es un movimiento que va más allá de la peluquería o el maquillaje. ¿Cómo son tus actividades en la comunidad, los workshops y tu labor como educadora en una sociedad tan diversa como Las Vegas?

Forever Curls soy yo, lo que amo y respiro con una pasión “fuera de lo normal”. Este movimiento me ha llevado a muchas revistas, grandes shows y una conexión con las marcas de cabello y los consumidores, así como a tantos estilistas que confían en mí.

¿Cómo es el antes y el después de tus clientas? ¿Cómo son las reacciones ante la transformación?

Las transformaciones llevan una consulta previa donde miramos todas las razones, las ideas y planes y también se van a casa con un plan para preparar el cabello antes del servicio. En cuanto a textura, hay mucha diferencia y todas se tratan diferente. Me especialicé haciendo, cometiendo errores, reparando otros y enseñando a otros y aprendiendo de cada caso, de manera independiente.

Tu especialidad es el cuidado del pelo afro, ¿cuáles son sus peculiaridades? 

Podría hablar por horas de eso, pero lo esencial es que se necesita mucha comunicación con las clientas. El cabello es diferente y en ocasiones más frágil y seco, por lo que también hay que tener paciencia para su cuidado. Cuando ya no hay nada que pueda hacer yo, siempre trato de mantener la positividad por encima de todo, lo cual es importante.

¿Hay alguna anécdota especial que se haya quedado contigo durante estos años?

En una ocasión una de mis clientas me contó que su niña de 8 años juega en la sala a ser como yo, una estilista de pelos rizados.

¿Qué consejos darías a las cubanas de todo el mundo que tienen el pelo rizado y viven atadas a tratamientos de keratina, entre otros?

Es difícil, por un problema cultural y de comunicación con lo externo. No las culpo, pero lo que sí les aseguro es que no hay nada más bello que el amor a lo que somos. Y si lo miras bien, [mantener el pelo rizado] es más barato que pagar por esos servicios de keratina.

Es un poco difícil llevarlo rizo en Cuba por la falta de información. Aunque yo siempre lo llevé natural, pero recogido por el baile y el calor.

¿Cómo ves los emprendimientos en la isla de mujeres que al igual que tú trabajan el pelo rizado de manera natural?

Me parece muy bien, me encantaría conocerlas y ayudarlas de alguna manera, conectar con ellas.

¿Qué otras pasiones tiene Leysa?

Dar a los otros, como a las mujeres necesitadas que no pueden acceder a tratamientos de estilismo. Eso es algo que trato de hacer cada año. Estas mujeres viven en las calles y ver su felicidad después de la transformación, me hace muy feliz también. De alguna manera conecto con sus historias a través de la peluquería.

En Cuba me gustaría hacer algo parecido en un orfelinato, donde cada año hago donaciones.

Dentro de mis pasiones también están viajar, comer, compartir tiempo con mi familia y mi perro dálmata.

Me hace feliz poder hacer ejercicios, bailar y una buena compañía.

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