Crece el sector privado en Cuba

Negocio privado en La Habana. Foto: Ramón Espinosa/AP)

El sector privado emplea ya en Cuba a alrededor de 1,3 millones de trabajadores, un notable incremento para el llamado «cuentapropismo» en la Isla, donde aún son empleados del Estado más de tres millones del total de 4,474,800 personas ocupadas, según datos recientes del Ministerio de Trabajo.

Este incremento del sector privado, impulsado dentro de las reformas del expresidente Raúl Castro, forma parte del «proceso de reordenamiento laboral» aplicado en Cuba desde 2009 para reducir plantillas estatales infladas, según confirmó la ministra Margarita González en una reunión para evaluar el estado actual del empleo y las inversiones en Cuba en la que participó el presidente Miguel Díaz-Canel.

Según los últimos datos oficiales, en la Isla tienen licencia para ejercer el trabajo por cuenta propia casi 600,000 personas, las que a su vez emplean a trabajadores en sus negocios, en especial en los cientos de restaurantes privados, casas de renta y otros servicios que han florecido a raíz del auge turístico de los últimos años.

El sector privado, ¿enemigo?

En la reunión, reseñada por la prensa cubana, el primer vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, reconoció que unido a los «niveles de subempleo que persisten en la nación» existen personas que ejercen «actividades económicas sin autorización para ello y, por tanto, no pagan impuestos».

Además, dijo que «deben buscarse formas de empleo más atractivas».

Por su parte, Díaz-Canel insistió la importancia de hacer cumplir el Código de Trabajo aprobado en junio de 2014, «violado en ocasiones por el sector no estatal al no respetarse las vacaciones de los trabajadores o exigirse requisitos físicos para acceder a determinadas plazas».

«Esto hay que detectarlo, controlarlo y enfrentarlo, porque nuestra Revolución no se hizo para eso», aseguró el gobernante.

La ampliación del trabajo privado ha sido, desde 2010, una de las reformas clave del gobierno cubano, con el objetivo de actualizar el modelo económico socialista.

En agosto pasado, las autoridades de la Isla anunciaron un proceso de reorganización del trabajo por cuenta propia, que ha congelado hasta ahora la entrega de nuevas licencias a restaurantes privados y casas de renta turísticas, entre otras actividades, con el fin de frenar ilegalidades, «desviaciones» y «corregir deficiencias».

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La ministra cubana de Trabajo y Seguridad Social también explicó que existe «fluctuación de la fuerza de trabajo» en sectores clave para el Estado como las especialidades médicas, pedagógicas, técnicas y económicas. Entre las causas de las bajas, la titular señaló la voluntad propia, los bajos salarios y la «lejanía de los centros de trabajo», a los que es difícil llegar debido al insuficiente transporte público en la Isla.

Desde su ascenso a la Presidencia en abril pasado y a diferencia de su predecesor, Miguel Díaz-Canel ha mantenido una activa agenda pública y sostenido regulares encuentros con altas figuras de su Gobierno, sobre los que la prensa oficial cubana ha informado casi cada semana.

En esta reunión el mandatario también pasó revista a una veintena de inversiones en sectores estratégicos para el desarrollo económico del país, como la industria del acero y el suministro de combustible.

Sobre este último se informó de un programa para ampliar la capacidad de almacenamiento que incluye la construcción de nuevos depósitos, el mantenimiento de los existentes y la recuperación de otros que están fuera de servicio, un programa calificado como «estratégico» por el presidente cubano.

EFE / OnCuba

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