Gastroenteritis en perros: tratamiento e importancia de la dieta

Tu mascota no puede comer la misma comida que cocinas para ti ni debes darle golosinas todo el día, aunque le gusten.

Ilustración: Claudia Margarita Guillén Miranda.

Lo veo a diario en consulta.

—Doctora, mi perro lleva tres días con vómitos, pero hoy está muy mal ya. ¿Qué puedo hacer?

—Doctora, vengo con él (cachorro de no más de tres meses de edad) porque se comió un pedazo de morcilla y tiene muchos vómitos y los párpados inflamados. Ya le di una benadrilina y una loratadina entera. No sé qué más hacerle. Vengo a ver si hay otra cosa que se le pueda hacer.

—Doctora, ayer comió de lo más bien: yuca, arroz, frijoles y carne. No sé por qué hoy está así con tantos vómitos.

—¿Doctora, tiene algo para el parvovirus? El perrito tiene eso porque no para de vomitar y de ensuciar con sangre.

—Es que no para de vomitar, se metió en el corral con los puercos y comió junto con ellos.

Parece una película de horror, pero no lo es. Son algunos ejemplos de los tantos que te encuentras en consulta o de los muchos que se comunican solo por teléfono para que de esa forma y sin ver al animal, puedas curarlo. Pocos, pero muy pocos, son los que van a pedir orientación sobre cómo alimentarlo.

La mayoría llega con la frase: “Pero eso fue lo que me dijeron que le diera”. Esos que le dijeron nunca son médicos veterinarios capacitados para dar una orientación adecuada. Pero lo más triste del caso es que los dueños hacen lo que oyen decir y llegan a consulta cuando el daño está hecho.

Cuando les explicas que el boniato y la leche no son adecuados para la alimentación de un perro, y mucho menos para la de un cachorro, abren los ojos como si vieran un fantasma.

Las gastroenteritis de forma aguda y súper aguda son los motivos más frecuentes en la consulta veterinaria.

El concepto de gastroenteritis lleva implícito la inflamación con sus respectivos puntos cardinales. El estómago y el intestino se ven afectados ya sea por protozoarios, bacterias o virus. Pero las gastroenteritis de origen alimentario son muy frecuentes.

A pesar de que las gastroenteritis vienen acompañadas de diarreas, que pueden ser sanguinolentas y vómitos, con su respectivo dolor abdominal, en ocasiones se presentan solo con vómitos. Posiblemente, las causas primarias más frecuentes sean los virus como el Parvovirus, Coronavirus y Rotavirus.

Los parasitismos también pueden causar una gastroenteritis, aunque no sea marcada. Por ejemplo, el Ancylostoma caninum es un parásito que se adhiere al intestino delgado del perro y puede provocar diarreas sanguinolentas y una anemia marcada. Sin embargo, puede dar una sintomatología difusa, dificultando el diagnóstico clínico sin usar laboratorio.

Otros parásitos importantes en el perro como amebas, giardias, coccidios, trichuris y áscaris pueden dar gastroenteritis, lo mismo de una forma que de otra. Las giardias, por ejemplo, impiden la absorción y terminan provocando acortamientos y distorsiones en el crecimiento de las microvellosidades. Los coccidios, por su parte, destruyen las células de la mucosa intestinal. Por ello es tan importante usar el diagnóstico de laboratorio en las gastroenteritis, aunque en muchas ocasiones es bien difícil hacerlo en nuestras condiciones y hay que actuar de forma rápida cuando llega el animal a consulta y tratar la gastroenteritis de manera general.

A veces, el dueño te dice “mi perro tiene Parvovirus, tiene muchas diarreas con olor a pescado”. Que el animal llegue a consulta con estas características no significa que tenga Parvovirus. Se puede asegurar que el 90 % de los perros con gastroenteritis no son por este virus. Para ello, se necesitan pruebas de laboratorio. De cualquier forma, es muy importante que el animal sea vacunado contra la enfermedad en su momento.

¿Cómo tratar una gastroenteritis?

Para las gastroenteritis, se necesita un tratamiento rápido, porque el animal puede venir con una deshidratación grave y con muchas alteraciones en el equilibrio +ácido-básico, por lo que es necesaria una terapia de fluidos urgente. El animal incluso puede llegar en shock.

Puede haber incluso una hemorragia intensa y palidez en las mucosas, que debe corregirse hasta con una transfusión de sangre.

Es muy importante la exploración clínica detallada, pues en ocasiones puede haber obstrucción intestinal por cuerpos extraños, con lo cual es posible que se necesite tratamiento quirúrgico.

Pero lo más importante es detectar la causa primaria, pues los excesos de comida y la intoxicación alimentaria son causas muy frecuentes. Aunque esa causa muchas veces no está clara, se puede administrar antibióticos para la diarrea infecciosa. La combinación de antibióticos como enrofloxacino, sulfas y cefalosporinas con metronidazol da muy buenos resultados, a pesar de que muchos animales se recuperan de forma espontánea en dos o tres días. Pero lo principal del tratamiento es el manejo nutricional.

Los antinflamatorios como AINES u glucocorticoides no son recomendados, aunque suelen ser usados en ocasiones. Se recomiendan antieméticos como metroclopramida, clorpromacina y en último caso el ondansetrón. En lo particular no, me gusta usar el dimenhidrinato, pues deprime mucho al animal.

En casos de vómitos persistentes, es bueno usar protectores de la mucosa gástrica, como ranitidina y sucralfato. El bismuto es muy bueno también como antidiarreico.

Desafortunadamente, algunos animales presentan signos como vómitos en horarios en los que no es posible encontrar un veterinario para atenderlos. Por ello, no es aconsejable dejar que el animal tome y tome agua, como muchas veces pasa, porque puede tener más vómitos y deshidratarse más rápido. Suspender la vía oral es muy importante a la hora de vómitos persistentes.

Poco a poco, y luego de que el animal sea tratado de urgencia, se le puede ir probando con antieméticos y con pocas cantidades de sales de rehidratación. Estas se pueden ir aumentando según el animal vaya respondiendo al método.

Muchas veces el animal muere por una severa deshidratación más que por la propia enfermedad.

¿Cómo manejar dietéticamente las gastroenteritis agudas?

Como explicaba anteriormente, es muy importante suspender la vía oral por 24 horas si hay vómitos persistentes. Aquí es segura la deshidratación y hay que administrarle electrolitos de forma parenteral (sueros).

Si se logra controlar el vómito, se pueden dar soluciones orales, pero aun así el animal puede negarse a comer o seguir presentando síntomas de deshidratación. Es entonces cuando se necesita alimentarlo también de forma parenteral. Las comidas en estos casos deben ser suaves y poco abundantes, con bajo índice de grasas. Pollo con arroz es un buen alimento para estos casos.

Muy importante es eliminar las fibras del alimento, para que tenga una mayor digestibilidad. Pero más importante aún es eliminar los lácteos, por su alto contenido de lactosa.

El animal se puede alimentar aunque tenga diarrea; es más complicado en caso de vómitos persistentes.

¿Qué es el Carminal Pets?

Este producto es otro de la línea del Laboratorio Catalysis. Está indicado para los problemas gástricos en perros y gatos.

Contiene productos como aloe vera, glutamina, vitaminas del grupo B, zinc, hinojo y ácido glicirricínico. Esos componentes pueden mejorar los síntomas de ardor en el estómago y la hinchazón abdominal. Pueden además regenerar la mucosa y aliviar el reflujo esofágico, así como ser un estimulante digestivo.

El Carminal Pets se usa a razón de 1ml por cada 5 kg de peso vivo del animal, con frecuencia de dos veces al día.

Ilustración: Claudia Margarita Guillén Miranda.

¿Cómo alimentar a tu perro?

Varias pueden ser las causas de gastroenteritis en perros. Aunque en Cuba se presenta mucho más esta patología en los meses lluviosos, a lo largo de todo el año la vemos con frecuencia en consulta.

Por ello, es imprescindible conocer cómo alimentar a tu perro. Debes tener presente siempre que tu mascota no puede comer la misma comida que cocinas para ti ni puedes darle golosinas todo el día, aunque le gusten. Hay cosas que comemos los humanos que son dañinas e incluso tóxicas para el organismo de los perros, como por ejemplo los embutidos (que representan una de las causas más frecuentes de gastroenteritis), el chocolate, la canela y los mariscos (que pueden causar la muerte por su alto grado de toxicidad para nuestros animales).

Si vas a tener un animal pequeño, o sea, cachorro, necesitas velarlo y no dejarle nada que pueda llevarse a la boca mientras esté solo. Las gastroenteritis por cuerpos extraños también suelen suceder y es más complicado a veces tratarlas, pues no contamos con medios de diagnóstico como equipos de ultrasonido para detectar la causa. No siempre se pueden detectar por palpación y a veces no da tiempo a salvar al animal.

Si tu animal tiene cerca basureros o lugares donde arrojen comidas descompuestas, debes tener especial cuidado con eso. A los perros, omnívoros al fin, les encanta comer cualquier cosa. La comida descompuesta es otro peligro para ellos.

Todo esto se puede evitar si los cuidas y velas por su alimentación. Esto significa pedir información especializada, pero más importante aún: no hacer lo que oigas en la calle, que puede ser un mito, muchas veces sin fundamento.

Pobres de esos animales callejeros que dependen de la comida que se encuentran por ahí. Ellos son fuertes, sí, han tenido que llegar a serlo por las condiciones en que se encuentran, pero pueden enfermarse y no tener quien los atienda.

La internet puede ayudarte, pero más te va a ayudar el veterinario que tengas cerca y que esté capacitado para orientarte en cómo tratar a tu mascota y alimentarla. 

A consulta no solo debes ir por un animal enfermo. Puedes ir también para evitar que llegue a ese estado.

Nota de la editora

La clínica está abierta a temas sugeridos por ustedes. Déjennos sus dudas en los comentarios, y las tomaremos en cuenta para próximas entregas.

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