Parto en gatas (I)

¿Qué condiciones debe tener la gata para un parto normal?

Ilustración: Claudia Margarita Guillén Miranda.

Desafortunadamente, no todas las gatas gestantes expulsan todo el material de su gestación hacia afuera del útero, a través de la vagina y la vulva. Este proceso, llamado parto, a veces se hace muy engorroso para muchas de ellas.

¿Qué condiciones debe tener la gata para un parto normal?

Cuando se trata del parto, en la especie felina se hace necesario que la gestante cuente con un ambiente tranquilo, libre de extraños y de otros animales que puedan alterar el proceso. Cualquier cosa que la coloque en una situación de estrés o nerviosismo puede anular el trabajo del parto e, inclusive, inducir una cesárea. 

Es importante que la hembra tenga un buen estado nutricional durante la gestación y el parto. Debemos tener en cuenta que el crecimiento de los fetos se produce después de los 40 días de gestación. Es importante mantener una alimentación normal en la primera mitad de la gestación y luego suplementar a partir de los 35 días, cuando la hembra empieza a ceder nutrientes a los fetos que se están formando.

Ilustración: Claudia Margarita Guillén Miranda.

La gata, para parir, debe tener un desarrollo físico y anatómico normal. Para esto, obviamente debe tener la edad adecuada. No es conveniente que tenga crías antes del año y medio. En el caso de hembras de pelo largo o braquicéfalas (cráneo casi redondo), que son todavía menos precoces, hay que tratar de que alcancen los dos años antes de que tengan la primera cría. Esto garantiza su madurez física y anatómica para gestar.

La cintura pelviana debe tener una conformación normal que permita el paso de los cachorros con facilidad. También debe tener una buena dilatación el canal normal y blando del parto (compuesto por vagina, vestíbulo y vulva).

El sistema endocrino de la gata y de los fetos debe funcionar perfectamente para que se inicien los mecanismos del parto y termine de forma correcta. Este desarrollo endocrino permitirá contracciones uterinas suficientes en duración, frecuencia e intensidad.

Se deben tener también fetos normales en conformación, ubicación y tamaño.

Fases o estadíos del parto en la gata:

  1. Estadío de preparación: Se produce normalmente 12 horas antes del nacimiento. La gata no se debe molestar, ni por personas ni por animales. Debe tener el lugar donde va a tener la cría fijado. Aquí los cachorros empiezan a acomodarse para su nacimiento y comienzan a actuar las hormonas que van a provocar el parto.
  2. Estadío de nacimiento: Se produce entre 6 y 12 horas después del estadío de preparación. Los cachorros pasan a través del canal del parto y nacen.
  3. Estadío de expulsión de la placenta y de las membranas fetales que se considera normal hasta 6 horas después del nacimiento del cachorro, pasado este tiempo tenemos que empezar a sospechar de un cuadro patológico, como puede ser la retención placentaria, donde hay que actuar para lograr una buena finalización del parto y de su periodo posterior.   

Estadío 1: Contracciones uterinas sin compresión abdominal que ayuden a las contracciones internas y favorezcan el nacimiento de los cachorros. La pared abdominal se encuentra caída. Los movimientos fetales son fácilmente observables. La vulva está edematizada y aumentada de tamaño, facilitando el paso de los cachorros. Hay una descarga de mucosa intermitente. La gata se muestra inquieta. Este estado termina cuando el primer cachorro ingresa al canal de parto. Se produce centre 6 y 12 horas antes de que se produzca el alumbramiento de los cachorros.

Mecanismos hormonales del parto:

En el momento en que se produce el parto la progesterona disminuye y así lo hace también su función, que era mantener la gestación e inhibir las nuevas ovulaciones y las contracciones. En cambio, los estrógenos aumentan y este cambio de progesterona a estrógenos, que se produce en las últimas 24-48 horas antes del parto, permite que ocurra una disminución de la temperatura corporal de hasta un grado, y este es uno de los tantos síntomas que se deben evaluar para poder determinar cuál va a ser el momento del parto.

Los estrógenos también aumentan su síntesis a nivel de la placenta. Esto hace que se sensibilice el miometrio a la acción de la oxitocina y, a su vez, se produce la relajación y apertura del cuello uterino para que así puedan nacer los cachorros.

El gran tamaño de los fetos y el movimiento de ellos produce un estado de estrés que aumenta la síntesis de glucocorticoides maternos. Estos, a su vez, producen la maduración del eje hipotalámico hipofisiario – gonadal, la producción de glucocorticoides fetales y la producción de prostaglandinas luteolíticas, que son las encargadas en este caso de producir la lisis de los cuerpos lúteos.

También se produce un aumento de los glucocorticoides fetales por la maduración fetal.

La otra hormona que también aumenta es la Relaxina y con ella se relajan la pelvis y el canal del parto.

El aumento de las prostaglandinas produce una lisis del cuerpo lúteo y el aumento de la oxitocina llega directamente al útero sensibilizado, fundamentalmente por acción de los estrógenos; aumenta la cantidad de contracciones uterinas y se permite el nacimiento de los cachorros.

Estadío 2:  El cachorro está dentro del canal de parto. La temperatura corporal de la gata disminuye. Ya se notan las contracciones abdominales, que son fuertes. Se incrementa la frecuencia respiratoria y se inicia el jadeo. La gata toma posiciones de pujar. La membrana amniótica aparece a través de la vulva y es el momento en el cual se produce el alumbramiento.

Una vez que la membrana amniótica ha salido a través de la vulva o se ha reventado y aparece un líquido de color amarillento intenso significa que hay una contaminación con meconio. Se debe actuar rápidamente si no hay alumbramiento dentro de la media hora hasta la hora y media o dos horas después de haberse producido, porque está indicando un estrés importante por parte de los cachorros. 

Estadío 3: En este periodo tienen que estar eliminadas todas las placentas. Es el inicio del proceso de involución uterina y el útero se va preparando para un nuevo ciclo. Muchos propietarios se deshacen de los cachorros apenas nacen porque no los quieren tener y entonces la gata, por sus características de ciclo y de ovulación inducida en el término de 3 días a 7 días, estará en condiciones de ovular nuevamente, a diferencia de otras especies.

Evaluación del parto en la gata:

Cuando una gata en fecha de parto no ha iniciado el proceso de alumbramiento, se debe hacer una evaluación. Lo primero que se debe evaluar es la fecha de servicio y saber que la gestación en la gata puede durar hasta 66 días. Si es posible, controlar el semental empleado: determinar qué gato fue (raza, edad) y también evaluar esto en la gata. Saber si la gata ha tenido servicios anteriores de forma normal o anormal y cuántos cachorros ha tenido. Cuánto ha demorado el parto y si han sido cachorros normales o con patologías.

Algo importante es saber si en partos anteriores ha sido necesaria la intervención del obstetra. La gata madre pudo tener alguna enfermedad durante la gestación o quizá se le realizó algún tratamiento durante la gestación.  Es muy común que algunos propietarios, por desconocimiento, le administren anticonceptivos a la gata antes de que esta haya iniciado su ciclo; se apuran para interrumpirlo y así pueden provocar gestaciones largas, porque como son anticonceptivos de depósito y duran un tiempo directamente dentro del útero, el alto nivel de progesterona alarga las gestaciones y quizá sean necesario realizar una cesárea por el tamaño de los cachorros y el tiempo de la gestación. Es importante saber también cuántos cachorros nacieron en partos anteriores, cuántos fueron destetados. Si han nacido cachorros con alteraciones genéticas. Tratar de verificar en todos los casos cuáles han sido las características del puerperio de la gata, poniendo especial énfasis en la eliminación de todos los cachorros y las placentas. Es decir, verificar si no ha habido un Síndrome de Retención Placentaria o de enfermedad puerperal que pueda afectar a la próxima cría. Verificar las características del parto, donde miramos la hora de inicio, si ha habido o no cachorros nacidos. Observamos también el estado general de la hembra, si está en condiciones para alumbrar o está sufriendo una condición de estrés. Mirar su temperatura corporal. Verificar la naturaleza de las contracciones, si está actuando o no de acuerdo al tiempo de iniciación del parto.

Se recomienda también evaluar las características de los ruidos vulvares, así como saber si la gata está eliminado o no un contenido mucoso de color transparente, o licuefacción del tapón mucoso; observar que no traiga ninguna alteración con respecto al desarrollo del parto. Pero si por ejemplo la hembra está produciendo una secreción verdosa significa que hay un desprendimiento placentario y, si lo hay, debemos sacar los cachorros rápidamente dentro de las dos horas siguientes, porque la demora en la atención del parto nos puede llevar al nacimiento de cachorros muertos. Si el líquido es de color negro y con cierto olor, indica que ya hay cachorros muertos y debemos actuar de forma inmediata para resolver el problema y ocasionarle el menor daño al útero de la madre, de manera que podamos garantizar que la gata tenga crías nuevamente. Es importante el intervalo de nacimiento entre cachorros, que no debe pasar de la media hora o de una hora entre gato y gato, aproximadamente. Luego, debemos verificar el estado general de los cachorros nacidos, que no tengan alteraciones genéticas, que se estén recuperando normalmente.

 

 

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