Síndrome del “gato volador”

La gente piensa que los gatos vuelan, pero no es así.

Ilustración: Claudia Margarita Guillén Miranda.

Los gatos son en exceso curiosos. Por eso siempre se meten en problemas cuando de exploración se trata. Lo mismo te los encuentras en un closet que en cualquier lugar insólito. De ahí viene el dicho que todos conocemos: “la curiosidad mató al gato”.

El síndrome de rascacielos o síndrome de altura es un nombre que se usa para denominar las caídas de gatos desde los balcones o las ventanas de los edificios en áreas urbanas. La gente piensa que los gatos vuelan, pero no es así.

Algunos autores tienen teorías de que los gatos que van caída abajo se voltean hacia arriba. En 1976, el Doctor Gordon Robinson, cirujano veterinario, alegó que mientras, más alto fuera el edificio del cual caía el gato menos daño sufría este. Esto es paradójicamente manifiesto, porque los gatos que se caen de una mayor altura tienen menos riesgo que los que se caen del segundo o tercer piso; lo que lo hace una verdad bastante interesante. El récord de caídas en gatos lo tiene uno que se lanzó desde el piso 31.

Muchos gatos experimentan este síndrome desde el segundo mes hasta el primer año y después tienden a estabilizarse. A partir de los dos años, el porcentaje de los gatos que experimentan este síndrome desciende. De ahí en adelante se siguen controlando, pero no podemos dejar de pensar que son animales en exceso y por naturaleza curiosos.

Ilustración: Claudia Margarita Guillén Miranda.

Podemos pensar, incluso, que los gatos machos son más valientes que las hembras pero no es necesariamente así. Se ha demostrado que el mayor porcentaje de gatos que sufren este síndrome son hembras.

¿Qué pasa una vez que aterrizan?

Los gatos que caen desde grandes alturas pueden sufrir shock, hipotermia, fracturas, contusiones pulmonares, neumotórax. Hasta el 90 % de estos casos presentan traumatismos torácicos. Aproximadamente un 68 % sufre una contusión pulmonar y un 63 % neumotórax.

Algo muy interesante es que el 55 % de los gatos que sufrieron este síndrome, sí muestran los signos clínicos comunes cuando llegan a urgencias.

El tipo de respiración habla por ellos al doctor. Podemos ver la respiración torácica, después tenemos una respiración abdominal lenta y profunda que nos hace pensar en lesiones pulmonares. Pero también tenemos una respiración superficial rápida paradójica que ocurre con un neumotórax y también podemos pensar en derrame pleural o hasta una hernia diafragmática traumática.

El gran tesoro en las urgencias es ese 45% de los gatos que no muestran los signos clínicos en las primeras 24 horas. Y esto puede ser una trampa en general para los veterinarios jóvenes. Al parecer todo se ve bien y el gato se ha caído de un piso alto y lo mandan a su casa. Pero después de pasadas 24 horas pueden regresar con grandes problemas.

Por lo general cuando los gatos han sufrido un politrauma muy grande se mueren en el lugar. Los que han alcanzado llegar al lugar de atención de urgencias probablemente sobrevivan, pero la mala noticia es que puedan tener un serio problema porque hay una lista grande de fracturas que pueden haber sufrido.

Pero, lo más importante no es atender al momento las fracturas porque puede haber shock y eso es en lo primero que hay que pensar. El shock es el respaldo del cuerpo. Si estoy en shock entonces estoy vivo y mi cuerpo está respondiendo al traumatismo. En el shock el cerebro toma el control del sistema y toma una parte de sangre de las otras partes del cuerpo y como es el jefe la empuja al corazón y a los pulmones.

El shock presenta tres etapas. Está la precoz, la descompensatoria y la terminal.

En la etapa temprana los barorreceptores estimulan el sistema nervioso simpático y se produce la adrenalina y ella puede ocultar muchas cosas. La frecuencia cardiaca responde al llamado del cerebro y aumenta el volumen de sangre hasta en un 20% pero en cambio la entrega de oxígeno a los tejidos decae. Por eso si se detectan estos casos en el TRIAGE nunca debemos mandarlos a casa. Se deben hospitalizar y se debe observar todo lo que pasa. Monitorear a los pacientes por, lo mínimo, 24 horas, aunque no haya nada evidente.

En el estado compensatorio las cosas empeoran, las fuentes de energía ATP y la glucosa declinan y esto lleva a una arritmia que en el TRIAGE nos lleva a observar un tiempo de llenado capilar más alto, un pulso débil, las membranas mucosas se ponen pálidas o blanquecinas y hay hipotermia. Se llega entonces a una falla multiorgánica en proceso.

Luego tenemos la última etapa donde todo va a empeorar. Hay coma, hipoxia, bradicardia, hipotensión y falla cardiaca. Todo esto lleva al paro cardiopulmonar.

Aunque lo que se va a mencionar a continuación muy difícilmente está a nuestro alcance, es lo que se debe hacer en estas urgencias.

Como paso uno poner un electrocardiógrafo, luego poner un oxímetro de pulso y medir el oxígeno y ponerle un catéter, para tener una vía segura. Como paso dos medir el hematocrito, el nivel de lactato en sangre y la glucosa, lo cual nos va dar la información mínima para saber si necesito transfundir. En el paso tres se deben administrar fluidos, generalmente se eligen los cristaloides y se deben pasar en dosis adecuadas para shock.

En gatos se deben pasar bolos de 10-20 ml por kg en 15 minutos y después se revisan nuevamente los signos vitales. No se puede olvidar que el volumen total debe ser de 23-50 ml por kg de fluidos en una hora. Si nos damos cuenta luego que ya los signos están bien pues entonces no presionamos más con bolos y simplemente continuamos con las dosis normales.

Con respecto a la analgesia, los opioides son los de elección. Los AINE´s son los de menor escala.

En el caso de los neumotórax se debe hacer una toracocentesis con una mariposa, una llave de tres vías y una jeringuilla. Este método es fácil de usar, económico y todos debemos tener estos dispositivos en un nuestra sala de urgencias preparados para cualquier evento.

Este procedimiento se debe hacer entre el 7mo y 8vo y 8vo y 9no espacios intercostales. Si se quiere extraer aire hay que ascender al primer tercio del tórax y si se pretende extraer líquido hay que descender al tercer tercio del tórax y hacerla en la posición estándar en ambos lados.

Aunque queramos tener un rayos x para ver el estado del pulmón es aconsejable no hacerlo e ir directamente a la toracocentesis, porque llevar al gato a la posición de rayos x puede presionarlo y puede morir, mejor no presionarlo.

Es muy importante revisar bien al animal para ver si tiene heridas alrededor del tórax y saber de dónde provienen.

Hay neumotórax cerrados donde al siguiente día haya que volverle a extraer aire y quizá se deba dejar entonces una sonda. Pero si hay algo evidente que está ocurriendo en el tórax podemos abrirlo y corregirlo o bien se puede esperar.

En el caso de que exista neumotórax y también fracturas, lo primero que hacemos es estabilizar al paciente y luego someterlo a cirugía ortopédica.

¿Qué hacer si hay hernia diafragmática?

Es raro pero algunos de los casos pueden llegar a la consulta con hernia diafragmática traumática. Estas llegan a provocarle un dolor generalizado al paciente. En otros casos pueden tener hemorragia torácica. La hipoventilación que aquí ocurre lleva a un mal aporte de oxígeno en la circulación arterial que acaba con hipoxia. Al pasar los órganos abdominales a la cavidad torácica la presión de los lóbulos pulmonares se eleva y en estos casos se pueden observar los derrames de pleura. Hay atelectasia y también el paso de los órganos abdominales a la cavidad torácica y desgraciadamente los pulmones pierden su capacidad.

Se pueden hacer en estos casos radiografías torácicas y ultrasonografías torácicas también que nos van a dar las imágenes de los derrames pleurales y de los órganos herniados.

Es importante recordar que si se necesita tomar un rayos x a pacientes con sufrimiento respiratorio, hay que suplementar antes al paciente con oxígeno mínimo por 5 minutos antes de tomar la placa.

Los pacientes que presenten fracturas de costillas o lesiones en la pared torácica se deben vendar.

Si las imágenes muestran que el estómago está involucrado en la herniación y que pasó a la cavidad torácica, hay que tener presente la trocarización. Esto es una de las cosas más importantes en la hernia diafragmática traumática. El porcentaje de mortalidad es alto en cirugías que se han llevado a cabo en las primeras 24 horas. Tienen un 33 % de tasa de mortalidad. Las causas de esto en las cirugías de hernias diafragmáticas traumáticas son la falla multiorgánica, fracaso de la anestesia y shock.

Esto puede resultar un dilema para el cirujano porque siempre quiere proceder a operar pero el especialista en urgencias y al anestesiólogo dicen: NO. Y ahí viene la pregunta del cirujano: ¿Qué hacemos?

Es entonces cuando se debe esperar hasta estabilizar al paciente para poderlo intervenir. Mientras hay que hacer la preparación del paciente, hay que recortar la región abdominal y torácica. Después se realiza una incisión grande desde la apófisis xifoidea hasta la cara caudal del abdomen a través de la línea alba y después los órganos abdominales deberán retraerse suavemente hasta la cavidad abdominal y luego suturar el diafragma. Antes de la última sutura se evacua el aire libre del tórax y se cierra.

Existe algo importantes a tener en cuenta aquí y es que es una herida de reperfusión o bien una lesión por reperfusión por isquemia. Este es el síndrome que se asocia con la isquemia tisular en la hernia diagramática porque los órganos pasan a la cavidad torácica y algunos batallan ahí por falta de oxigenación. Después de llevar los órganos a la cavidad abdominal se restablece la circulación sanguínea y esto acarrea una inflamación que lleva después del daño oxidativo a una isquemia por reperfusión y a lesión. Todo esto resulta a un edema pulmonar por expansión que es una de las causas de muerte en el periodo post operatorio.  Por eso la principal sugerencia durante la cirugía es tener cuidado con la re-expansión de los pulmones colapsados porque hay una flexibilidad disminuida de ellos.

¿Qué hacer entonces? Pues simplemente extraer el aire. No re-expandirlos, dejamos que los pulmones regresen a su estado normal con presión negativa del tórax. Se hace una placa post operatoria del tórax y si sigue habiendo neumotórax, lo extraemos.

 

 

 

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