La música cubana también llevó el español a África

Según el Instituto Cervantes, en 27 países de África subsahariana lo aprenden más de 1,5 millones de estudiantes.

Un estudiante senegalés lee las obras de Federico García Lorca en el Aula Cervantes de Dakar, única sede del Instituto Cervantes en África Subsahariana. Foto: María Rodríguez/EFE.

Cuando era joven, el profesor senegalés Ndiogou Faye (71 años) bailaba con su grupo de amigos música en español. Eran ritmos que procedían de Cuba, que habían comenzado a llegar a Senegal en los años 40 y que están en el origen de la expansión de ese idioma en África.

«Guantanamera» era la canción más celebre y esta y otras se bailaban en casas y discotecas, hasta el punto de que popularizaron el español en un país donde el francés es el idioma oficial.

De hecho, Senegal es hoy el tercer país de África subsahariana donde más se estudia la lengua de Don Quijote de la Mancha, con 244.000 estudiantes según las últimas cifras del Ministerio de Educación Nacional senegalés.

«Cuando se empezó a enseñar el español en la enseñanza pública como lengua optativa, la mayor parte de los alumnos que ya bailaban esta música cubana quería saber la letra de las canciones que canturreaban», explica Faye, presidente de la Asociación de Profesores de Español en Senegal desde 1978 a 2018 e inspector nacional de esta lengua hasta hoy.

«Naturalmente, la mayoría escogía el español», añade Faye, recientemente condecorado por la Embajada de España en Senegal, junto a otros dos profesores senegaleses, por su contribución durante toda su vida a enseñar ese idioma en este país de África occidental.

Fútbol y telenovelas

Aunque en aquella época la música cubana fue una de las motivaciones para aprender español entre los jóvenes senegaleses, en la actualidad este idioma sigue teniendo adeptos en este y otros países africanos por la música latina; pero también el fútbol, por equipos como el Real Madrid o el Barcelona, o las telenovelas latinoamericanas que tienen muchísimos seguidores en el continente.

«En la televisión de Costa de Marfil se pasan telenovelas latinoamericanas y me encantaban casi todas las canciones. Las series están traducidas al francés, pero las canciones están en español», explica a Efe Nadia Djadji, estudiante de tercer año de doctorado en la Universidad Félix Houphouët-Boigny en Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil.

A pesar de que la única colonia que España tuvo en África subsahariana fue Guinea Ecuatorial, donde el español es lengua oficial; según el Instituto Cervantes, en 27 países de África subsahariana lo aprenden más de 1,5 millones de estudiantes.

En la mayoría de las excolonias francesas ocurre porque se heredó el sistema educativo de Francia, donde la lengua extranjera obligatoria es el inglés y como segunda lengua se puede optar entre español o alemán.

«Es un favor que le debemos a Francia con lo cual, como tenemos el terreno abonado ahora se trata de cultivarlo bien y regarlo con mucho cariño», dice a Efe Ignacio Villapadierna, director del Aula Cervantes en Dakar, la capital de Senegal.

El Aula Cervantes, situada en el campus de la Universidad de Dakar, se abrió en 2010 y es el único lugar en África subsahariana donde está representado el Instituto Cervantes, donde funciona como un centro de recursos para el español y para los amantes del mundo hispano, así como centro cultural español.

A pesar de la ausencia en el resto de países, el español se aprende en África subsahariana, principalmente en cinco excolonias francesas: Benín (412.515), Costa de Marfil (341.073), Senegal (243.982), Camerún (193.018) y Gabón (167.410), según los últimos datos recogidos por el Instituto Cervantes.

Aula Cervantes de Dakar, única sede del Instituto Cervantes en África Subsahariana. Foto: María Rodríguez/EFE.

Aunque en países anglófonos, como Kenia (2.686 alumnos), Sudáfrica (1.800), Ghana (781), Etiopía (600), Tanzania (461) o Gambia (419), entre otros, la lengua cervantina también cautiva a miles de personas atraídas por este idioma.

Mientras que en Sudáfrica el español se hizo más popular tras el Mundial de Fútbol de 2010, que ganó España; en Tanzania el idioma interesa debido al turismo y en el caso de Mauritania (1.548) tiene relevancia por los lazos históricos y económicos debido a la cercanía con las Islas Canarias.

En Angola (19 alumnos) el español no integra ningún programa de estudios públicos o privados, pero es la lengua extranjera más difundida por la relación entre Cuba y Angola desde los años 70, cuando unos 100.000 cubanos trabajaron allí más de 15 años en los sectores de la educación y la salud y la presencia de militares cubanos superó los 350.000.

Y es que no se puede hablar del español en África sin hablar de sus relaciones con Cuba, que ha influido en su aprendizaje en el continente negro.

Cuba tiene embajada en una treintena de países africanos, donde también fomenta el español, como en Senegal, Níger (1.305 alumnos), Burkina Faso (365) o Etiopía (600), Gambia (419), Mozambique (280) o Ruanda (551).

Manuales franceses de los años 50

En el año 2007, la asignatura de español dejó de enseñarse en la educación secundaria en Burkina Faso, eliminándose por la escasez de profesores con formación específica, así como por los recursos pedagógicos muy limitados e inexistencia de materiales adecuados.

Una realidad que se repite en los diferentes países africanos en los que se enseña el español, donde además de la falta de docentes los pocos manuales que tienen son muy antiguos.

«Hay que reforzar de cara al futuro inmediato el trabajo de actualización metodológica y la falta de manuales, la adaptación y creación de manuales modernos y que se ajusten a la realidad educativa de estos países porque estudian con manuales de los años 50 hechos en Francia», explica el director de la Aula Cervantes.

Por su parte, el embajador de España en Senegal, Alberto Virella, explica que cuando los alumnos «acaban su etapa de estudiante no tienen oportunidades para usar el español y lo acaban perdiendo».

Para Djadji sería interesante que hubiera más interés por parte de instituciones españolas y marfileñas y que más estudiantes pudieran beneficiarse de una beca para viajar a España.

«Saber lenguas -concluye Virella- te abre al mundo y África está abierta al mundo y desarrollando sus recursos humanos. Con su dinamismo, sus percepciones y puntos de vista, en algunos casos distintos pero en todo caso enriquecedores, creo que pueden contribuir mucho, como de hecho ya lo hacen los hispanohablantes de Guinea Ecuatorial, a la cultura en español».

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