El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó este martes que el único protocolo que acepta es que Cuba entregue a los negociadores del ELN que están en la Isla y que son pedidos por su gobierno por el atentado perpetrado contra la Escuela de Oficiales de la Policía en Bogotá que dejó 22 cadetes muertos.
“Mientras yo sea el presidente de Colombia el único protocolo que acepto es que el gobierno de Cuba entregue a los responsables de ese crimen para que sean llevados a la justicia”, dijo Duque a periodistas después de reunirse con el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en la Casa de Nariño, donde abordaron temas relacionados con Venezuela, comercio, cambio climático y energía.
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Duque aseguró que en el atentado del pasado 17 de enero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra la Escuela de Policía General Francisco de Paula Santander, que dejó 22 cadetes muertos y 66 personas más heridas, participaron miembros de esa guerrilla que están en Cuba.
“Es un acto criminal, brutal, es un acto terrorista y un crimen de lesa humanidad que fue planeado, por meses, con la participación y el conocimiento del Comando Central de esa organización, que tiene y tuvo miembros en la isla de Cuba y que, además, estuvo desde allá participando activamente en muchas de esas decisiones”, afirmó.
Un día después del ataque, perpetrado con un carro cargado con 80 kilos del explosivo pentolita, el jefe de Estado colombiano reactivó las órdenes de captura de los negociadores del ELN en los diálogos que ese grupo mantenía con el gobierno y pidió a Cuba que los entregara.
Ante la petición, La Habana se remitió a los protocolos del proceso de diálogo y desde entonces el mandatario colombiano ha reiterado la importancia de que la Isla entregue a los negociadores para llevarlos a la justicia.
Cuba asegura que jamás ha permitido organizar atentados en su territorio
Duque hizo énfasis en que al ELN Colombia lo va “a enfrentar con toda la capacidad ofensiva, disuasiva y sancionatoria del Estado” y recalcó que por ese hecho “se hará justicia”.
Los diálogos de paz con el grupo guerrillero comenzaron en febrero de 2017 en Quito y en mayo del año pasado fueron trasladados a La Habana, donde la última ronda concluyó sin resultados tangibles el 3 de agosto, cuatro días antes de la posesión de Duque.
Al respecto, el presidente colombiano resaltó que su gobierno ha condicionado la mesa de negociaciones a que esa guerrilla abandone toda actividad criminal y libere a todos los secuestrados que tiene bajo su poder.
“Esperamos que esas personas respondan ante los jueces de Colombia por esos delitos. Eso no es el status quo, es cumplir con la Constitución y la ley”, concluyó.