Gobierno argentino envía fuerzas federales a Rosario para combatir el narco

El anuncio tiene lugar tras una serie de hechos de violencia en Rosario, la tercera ciudad de Argentina con 1,3 millones de habitantes.

Miembros del Ejército argentino custodian una rueda de prensa de los ministros argentinos de Seguridad y de Defensa junto a autoridades locales, este lunes, en la sede de Gobierno de la provincia de Santa Fe, en Rosario. Foto: Franco Trovato Fuoco/EFE.

El Gobierno argentino anunció este domingo el envío de fuerzas federales a la ciudad de Rosario para enfrentar al narcotráfico. La decisión fue informada tras cuatro asesinatos de civiles en los últimos días, perpetrados por “narcoterroristas” según el ejecutivo.

Según la oficina del presidente, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, hizo el pedido. “La Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario asistirán a la policía de Santa Fe en su combate contra el narcotráfico”, anunciaron.

La medida incluye el envío de las fuerzas armadas para brindar apoyo “siempre dentro de los términos de la ley de seguridad interior”. 

Si bien las fuerzas armadas argentinas no pueden intervenir directamente, la excepción que contempla la legislación opera cuando participan para “apoyar las operaciones de seguridad interior” mediante la afectación “de sus servicios de arsenales, intendencia, sanidad, veterinaria, construcciones y transporte, así como de elementos de ingenieros y comunicaciones”, apunta un reporte de Afp.

El anuncio del Gobierno tiene lugar tras una serie de hechos de violencia en Rosario, la tercera ciudad en tamaño de Argentina con 1,3 millones de habitantes.

Dos taxistas, un chofer de ómnibus y un empleado de una estación de servicio fueron asesinados esta semana.

Los ataques narcos responden, según el gobierno de Santa Fe, al endurecimiento de las condiciones de detención de los presos de alto perfil en las cárceles de la provincia.

En el caso del empleado asesinado en la estación de servicio, los atacantes dejaron una nota en la que exigían “derechos para los presos de las cárceles” y amenazaron con “matar más inocentes”.

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