Presidente de Cuba y otros líderes latinoamericanos hacen propuestas para superar crisis laboral post COVID

En una cumbre virtual de la Organización Internacional del Trabajo, Miguel Díaz-Canel afirmó que "el momento es dramáticamente serio y exige acciones coordinadas" y que "se requiere consolidar el diálogo social en la definición y ejecución de las políticas de enfrentamiento y recuperación tras la pandemia".

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante su intervención en una cumbre virtual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 8 de julio de 2020. Foto: Cubadebate.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante su intervención en una cumbre virtual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 8 de julio de 2020. Foto: Cubadebate.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, participó este miércoles junto a otros líderes latinoamericanos en una cumbre virtual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la que se debatió sobre los efectos devastadores de la pandemia en los mercados laborales y plantearon soluciones para contrarrestarlos.

El mandatario de la Isla alertó de las “devastadoras consecuencias” de una crisis que “acrecentará la desigualdad y la pobreza”, aunque aseguró que “estos terribles impactos y nefastas consecuencias no sólo se deben a este letal virus, sino a años de políticas neoliberales y capitalismo salvaje”.

Díaz-Canel afirmó que “el momento es dramáticamente serio y exige acciones coordinadas” y que “se requiere consolidar el diálogo social en la definición y ejecución de las políticas de enfrentamiento y recuperación tras la pandemia”.

Además, predijo que en el futuro se pondrá a prueba la existencia del actual “orden económico internacional injusto” y aseveró que en Cuba, a pesar del incremento del embargo estadounidense y el impacto de la COVID-19, “nadie quedó desamparado”.

Durante la cumbre, organizada por la OIT para debatir el futuro del mercado laboral mundial, el presidente cubano dijo que a raíz de la pandemia de coronavirus fueron aplicadas en la Isla 36 medidas de carácter laboral, salarial y de seguridad social, y apuntó que en el país “existen condiciones para iniciar los procesos de recuperación y el camino hacia la nueva normalidad”.

Finalmente, dijo que Cuba cuenta con la voluntad de “continuar fortaleciendo el indispensable multilateralismo, la solidaridad y la cooperación internacional, con el compromiso de continuar garantizando la protección de los derechos de los trabajadores y avanzar en la construcción de un mundo más justo”.

Por su parte, el presidente uruguayo Luis Lacalle destacó que es necesario que “la comunidad internacional, protegiendo su salud, no caiga en el proteccionismo” y promueva nuevas formas de trabajo.

“Es importante que gobiernos y organizaciones internacionales entiendan cuáles pueden ser las consecuencias negativas de esta pandemia, y que el derecho comparado, las buenas prácticas internacionales y la ciencia acompañen a las decisiones de los Estados”, señaló en su discurso por videoconferencia.

Su homólogo colombiano, Iván Duque, agregó que el mayor evento de salud pública vivido por la humanidad en épocas recientes ha venido acompañado de una crisis socioeconómica “que no discrimina entre países grandes y pequeños, nos golpea a todos” y debe ser enfrentada “sin populismos ni demagogia”.

“No podemos caer en un dilema donde se contraponen la defensa de la salud y la vida frente a la de la economía, pues sin salud no tenemos desarrollo, y sin éste no habrá buenos sistemas de salud”, aseguró.

El presidente ecuatoriano Lenín Moreno recordó que cuatro de cada cinco trabajadores en el mundo se han visto afectados por las medidas de confinamiento parcial, y auguró una recuperación económica “difícil y lenta en la que podría surgir otra ‘pandemia’, la del mayor nivel de desempleo de la historia”.

Mientras, el mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei, declaró que los países con economías informales se han visto especialmente afectados por las medidas contra la COVID-19, y en ese sentido su nación, donde un 70 por ciento de los trabajadores tienen este tipo de actividad, también ha sido muy golpeada.

Giammattei recalcó en ese sentido que los programas de respuesta a la población afectada en el país, en los que se asignaron más de 1.800 millones de dólares, tienen entre otros objetivos ayudar a la transición de las pequeñas empresas a la economía formal.

“El reto es enorme, pero debemos tomar las oportunidades que da esta coyuntura para construir un futuro económico y laboral con relaciones laborales productivas que fomenten la justicia social”, subrayó.

En la cumbre participaron de manera virtual más de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, con el fin de plantear salidas al fuerte impacto de la pandemia en el mercado laboral, que según la OIT ha causado la pérdida de horas de trabajo equivalentes a 400 millones de empleos.

“Ningún país puede resolver esta crisis solo, estamos en esto juntos, y las soluciones multilaterales enérgicas y efectivas son más importantes que nunca”, subrayó en su intervención el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

EFE / OnCuba 

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