Puerto Rico: crisis política por mensajes de texto

Miles de manifestantes han salido a la calle para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.

El gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló durante una conferencia de prensa casi dos días después de que las autoridades federales arrestaron a la exsecretaria de educación de la isla y a otras cinco personas por cargos de desviar fondos federales a contratistas poco calificados con conexiones políticas, el jueves 11 de julio de 2019 en San Juan, Puerto Rico. (AP Foto/Carlos Giusti)

Hace casi dos años, el huracán María puso al descubierto las enormes deficiencias de Puerto Rico y el deterioro de una infraestructura desatendida durante años, además de causar miles de muertes durante el mandato del gobernador Ricardo Rosselló. La semana pasada, el FBI arrestó por corrupción a dos de sus principales exfuncionarios.

Pero el escándalo que amenaza con derribar al gobernador de 40 años de edad se basa en los detalles de una conversación en línea repleta de groserías e insultos misóginos con otros nueve miembros de su gobierno –todos varones–, en la que algunos de los hombres más influyentes de la isla se comportaron como un puñado de adolescentes. La filtración de al menos 889 páginas del chat privado ha sumido a Rosselló en la crisis más profunda de su carrera.

En el chat de la aplicación de mensajes encriptados Telegram, Rosselló se refiere a una política de Nueva York de ascendencia boricua como una “puta”, describe a otra como “hija de perra” y se burla de la obesidad del hombre con el que posó para una fotografía.

La conversación también contiene referencias vulgares sobre la homosexualidad del cantante puertorriqueño Ricky Martin y una serie de emojis con el dedo medio levantado, dirigidos a la junta federal de control que supervisa las finanzas de la isla.

Para muchos puertorriqueños que siguen sin recuperarse por completo de uno de los peores desastres naturales en la historia de Estados Unidos, aunado al mayor colapso de finanzas públicas de la isla, los analistas del escándalo y la población civil afirman que el chat es la gota que derramó el vaso.

Miles de manifestantes marcharon el lunes por la capital por tercer día para exigir la renuncia de Rosselló.

Líderes de ambas cámaras del territorio estadounidense declararon que no tienen planeado un juicio político, pero una influyente asociación de alcaldes pertenecientes al partido de Rosselló retiró su respaldo al gobernador.

Los cantantes puertorriqueños Benito A. Martínez Ocasio, conocido como Bad Bunny, y René Pérez, conocido como Residente, publicaron en Twitter que planean viajar a la isla para unirse a las protestas.

El dramaturgo Lin-Manuel Miranda, cuyo montaje de la producción “Hamilton” se toca en las conversaciones, dijo que el chat es “una imagen muy perturbadora de la manera en que opera este gobierno”.

Incluso si Rosselló se mantiene en el cargo hasta las elecciones del próximo año, para muchos está claro que su imagen quedó sumamente debilitada y menos capaz de lidiar con crisis que van desde los procesos de bancarrota de la isla hasta sus continuos esfuerzos por obtener fondos federales para ayudar en la recuperación por los estragos del huracán María.

El lunes por la noche, Rosselló divulgó un comunicado en el que dijo respetar las protestas y que tomará en cuenta su mensaje.

“Desafortunadamente, a pesar de llamado responsable de manifestación pacífica de muchos de los participantes, otros tantos eligieron dañar propiedad y agredir a funcionarios que buscaban preservar el orden público en defensa de la seguridad y derechos de todos”, afirmó.

El escándalo por la conversación estalló un día después de que la exsecretaria de Educación en el gobierno de Rosselló y otras cinco personas fueron arrestadas por desviar fondos federales a contratistas poco calificados pero con conexiones políticas. Desde el jueves pasado, un personaje anónimo con acceso al chat filtró decenas de páginas de los textos a dos medios de comunicación locales. El sábado, el Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico publicó 889 páginas.

Los miembros del chat eran Luis Rivera Marín, secretario de Estado; Christian Sobrino, quien se desempeñó en una serie de importantes puestos económicos; Carlos Bermúdez, quien fuera asistente de comunicaciones; Edwin Miranda, un consultor de comunicaciones; Ricardo Llerandi, secretario del Interior; Anthony Maceira, secretario de Asuntos Públicos; y Elías Sánchez, quien en algún momento fue representante en la junta que supervisa la bancarrota de Puerto Rico.

El grupo menciona a la entonces presidenta del Consejo de la Ciudad de Nueva York Melissa Mark-Viverito, quien ha criticado al líder del Partido Demócrata Tom Pérez por oponerse a la estatidad de Puerto Rico, y a la que Rosselló se refiere como “puta”.

En referencia a Carmen Yulín Cruz, alcaldesa de San Juan que anunció su intención de postularse en contra de Rosselló en los comicios de 2020, el gobernador dijo que “dejó de tomar sus medicamentos”.

“Es eso o es tremenda HP”, continúa, utilizando las iniciales para un insulto.

Autoridades federales informaron la mañana del miércoles que la exsecretaria de Educación Julia Keleher; la exdirectora de la Administración de Seguros de Salud Ángela Ávila Marrero; los empresarios Fernando Scherrer-Caillet y Alberto Velázquez-Piñol; y las contratistas de educación Glenda E. Ponce Mendoza y Mayra Ponce Mendoza, fueron arrestados por el FBI por 32 cargos de fraude y delitos relacionados.

El supuesto fraude involucra 15,5 millones de dólares de fondos federales entre 2017 y 2019. El Departamento de Educación gastó 13 millones durante la gestión de Keleher, mientras que la Administración de Seguros de Salud desembolsó 2,5 millones con Ávila Marrero al frente.

A pesar del poco impacto que genera en Puerto Rico hablar de la corrupción de la clase política y la autocontratación, el chat indignó a los residentes de manera pocas veces vista, particularmente debido a que Rosselló proyecta una imagen de un apacible hombre de familia, dijo Mario Negrón Portillo, profesor de la facultad de administración pública de la Universidad de Puerto Rico.

“Todo el mundo se despertó un día y estaba el gobernador hablando malo y diciendo barbaridades. Eso conmovió al país”, dijo. “Creo que esto va a tener repercusiones más allá. No hay nada peor para un gobernante que perder legitimidad. Yo creo que Ricardo Rosselló ha perdido legitimidad”.

Uno de los miembros del chat se refiere a la directora de la junta federal de supervisión como “gatita”. Otro bromea que una senadora de la isla debería estar en un burdel. Junto a una fotografía suya en la que saluda a un hombre con sobrepeso, el gobernador escribe: “Todavía estoy ahí; es mi cuarta rotación. Genera un campo de gravedad muy fuerte”. Al discutir sobre la falta de patólogos forenses en la principal morgue de Puerto Rico, Sobrino dice: “¿No tenemos algún cadáver para alimentar a nuestros cuervos?”

Rivera Marín, Sobrino, Bermúdez y Miranda ya renunciaron a sus cargos o fueron despedidos.

Rosselló, hijo del exgobernador Pedro Rosselló, dijo el lunes en una entrevista radiofónica que “mi convicción es seguir trabajando”.

“Yo sé que hay personas que pueden pensar diferente, pero lo que he determinado que es mejor en este proceso es seguir trabajando sin distracciones, atendiendo todos los asuntos relevantes que ha creado esta situación”, afirmó.

El presidente de la Cámara de Representantes de la isla, Carlos Méndez Núñez, dijo el domingo por la noche que legisladores del Partido Nuevo Progresista de Rosselló, que cuenta con mayoría en ambas cámaras del Congreso, no estaban a favor de iniciar un proceso de juicio político en contra del gobernador.

Méndez Núñez dijo que a Rosselló se le fijó un plazo de una semana para reflexionar, mostrar arrepentimiento y demostrar que puede seguir gobernando.

“Esta semana va a sostener reuniones con alcaldes, con legisladores y ese periodo hay que dárselo”, dijo Méndez Núñez.

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