Venezuela rompe relaciones con EEUU

Maduro rechaza la autoproclamación de Guaidó, lo considera una especie de golpe de Estado y la "mayor insensatez, desde la época de Carmona". Además, le pide al pueblo "nervios de acero" en este "momento especial" de la historia venezolana.

En esta fotografía de archivo del 18 de septiembre de 2018, el presidente venezolano Nicolás Maduro hace un gesto durante una conferencia de prensa en el Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, Venezuela. Foto: Ariana Cubillos / AP / Archivo.

En esta fotografía de archivo del 18 de septiembre de 2018, el presidente venezolano Nicolás Maduro hace un gesto durante una conferencia de prensa en el Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas, Venezuela. Foto: Ariana Cubillos / AP / Archivo.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este miércoles la ruptura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos. En un acto frente a sus simpatizantes, el mandatario dijo que daba 72 horas a los diplomáticos estadounidenses para que abandonasen el país.

La concentración chavista, organizada frente al palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, fue convocada por el oficialismo en respuesta a una masiva manifestación opositora, como parte de la cual el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se autoproclamó como “presidente encargado” del país.

La multitud oficialista coreaba “¡No volverán!”, un lema que se hizo popular para denunciar a los políticos que gobernaron Venezuela antes de la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999.

En el acto, Maduro aseguró que estaba en marcha un golpe de estado para instaurar un “gobierno títere” en Caracas, para “gobernar a Venezuela desde Washington”. También acusó de complicidad a “la oligarquía colombiana”.

Maduro advirtió a sus adversarios que “no se fíen” de los estadounidenses. “Los gringos no tienen amigos ni conocen lealtad a nadie. Los gringos tienen intereses y las agallas y las ambiciones… por el petróleo venezolano, por el gas venezolano, por el oro venezolano”, aseveró.

El presidente convocó a una “movilización permanente” de sus seguidores, frente a los “intentos golpistas” de “una oposición no tiene rumbo democrático”, y les pidió “nervios de acero” en este “momento decisivo” de la historia venezolana.

Aseguró que las movilizaciones para derrocarlo son “la mayor insensatez desde la época de Carmona”, en referencia al golpe contra Chávez liderado por Pedro Carmona en 2002, y que, como aquel, solo tiene un destino: el fracaso político.

En una de las primeras reacciones desde Estados Unidos, Mauricio Claver Carone, del Consejo de Seguridad Nacional, declaró a la cadena CNN que su gobierno lamenta que Maduro –a quien calificó como responsable de toda la violencia– “haya tomado esta decisión” y que esperaba “que se comporte con prudencia y vayamos a la pacificación del país y al orden democrático”.

La autoproclamación de Guaidó –quien ha negado haberse asilado en alguna embajada– fue reconocida por la adminstración Trump y varios gobiernos de la región, como Colombia, Brasil, Ecuador y Paraguay, mientras aliados económicos y políticos de Caracas, como Rusia y Turquía, reiteraron su apoyo a Maduro.

Las marchas a favor y en contra de Maduro coincidieron con el aniversario del establecimiento de la democracia venezolana tras la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en 1958.

Hacia la tarde se anunciaron las primeras víctimas de la jornada. Según informó una vocera de la estatal CorpoSalud, que depende de la gobernación del estado de Táchira, dos manifestantes fallecieron por disparo de arma de fuego y otros cinco resultaron heridos al final de una movilización en la ciudad suroccidental de San Cristóbal.

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