Canadá designó a Cuba como “puesto no acompañado”, debido a nuevas informaciones sobre las misteriosas lesiones sufridas por diplomáticos canadienses y estadounidenses y sus familias. Esto significa que las familias de los diplomáticos no podrán vivir con ellos durante su estancia en la Isla, informó CBS.
Los diplomáticos fueron avisados este lunes en la mañana y el gobierno canadiense comenzó los preparativos para enviar a los familiares de vuelta al país en las próximas semanas.
Miembros del gobierno informaron a periodistas en Ottawa que 10 canadienses en la Isla sufrieron síntomas, incluidos dolores de cabeza, náuseas y dificultades de concentración.
Según un nuevo reporte de especialistas médicos, los canadienses han experimentado “un nuevo tipo de posible daño cerebral”. Un funcionario del gobierno dijo que estas lesiones son nuevas para la ciencia.
“Las causas son aún desconocidas pero podrían ser producidas por seres humanos”, indicó un reporte de prensa de Global Affairs.
Según los funcionarios, quienes parecían recuperarse han visto que los síntomas se persisten. Algunos de los afectados son menores de edad, aunque no dijeron cuántos.
Los diplomáticos canadienses y sus familias no viven en su conjunto en ningún tipo de complejo habitacional, y esto cierra una posible vía de investigación. Todavía no hay una explicación clara para las enfermedades, aunque el gobierno canadiense dice que las teorías sobre ataques sónicos y de enfermedad con origen psicológico han sido descartadas.
Una evaluación ambiental realizada el 4 de abril no encontró ninguna causa sospechada. Pero un alto funcionario del gobierno canadiense dijo que la explicación más probable aparenta ser médica. No obstante, el gobierno explicó que no hay señales de peligro para los turistas de su país en Cuba.
Canadá tiene puestos diplomáticos no acompañados en varios países, incluidos los de Kabul y Trípoli.
La historia de misterios sónicos se prolonga
La mayoría de los casos de daños a canadienses reportaron en mayo de 2017, aunque hubo incidentes separados en agosto y diciembre en los que los afectados sintieron una fuerte presión en los oídos, dijeron en enero de este año funcionarios canadienses.
Según la televisión canadiense Global News, las autoridades canadienses enviaron en junio de 2017 un equipo médico para tratar de determinar si las dolencias experimentadas por su personal eran reales o imaginarias. La visita ese mes de del Dr. Jeffrey Chernin de Health Canada reveló síntomas similares a los experimentados por personal estadounidense en Cuba.
También el 29 de septiembre de 2017, EE.UU. emitió una alerta pidiendo a sus ciudadanos no viajar a Cuba y ordenó la salida del personal no esencial de la embajada debido a los supuestos ataques sufridos por sus ciudadanos en la isla.
El Departamento de Estado de EE.UU. admitió en enero pasado, por primera vez públicamente, no estar seguro de que los aludidos ataques sufridos por 24 estadounidenses en Cuba fueran una agresión acústica como había asegurado hasta el momento.
“Seguimos sin tener respuestas definitivas sobre la fuente o la causa de los ataques, y hay una investigación al respecto en marcha”, dijo sin embargo en marzo el Departamento de Estado.
“La salud, seguridad y el bienestar del personal del Gobierno de Estados Unidos y de sus familiares es de la mayor preocupación para el secretario [de Estado, Rex] Tillerson y fueron un factor clave en la decisión de reducir el número de personal asignado a La Habana”, agregó la nota. Además, dijeron entonces, “la embajada operará como un puesto no acompañado, definido como un puesto en el cual no está permitido que residan los familiares”.
Las relaciones de Estados Unidos y Cuba pasan por un momento muy delicado porque Washington acusa a La Habana de saber quién perpetró entre noviembre 2016 y agosto de 2017 los supuestos ataques a sus funcionarios –y sus familiares– y no decírselo, además de no haberlos protegido adecuadamente, pero el Ejecutivo cubano lo niega.