Cuba y la UE: pasos hacia la convergencia

Culmina en La Habana primera ronda de negociaciones «fructíferas», con vistas a un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, que normalizaría los vínculos bilaterales y daría el tiro de gracia a la Posición Común

Por: Jorge Luis Rodríguez González

Después de dos días de conversaciones, Cuba y la Unión Europea (UE) acordaron una hoja de ruta para las negociaciones de un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación que, de alcanzarse, daría soporte jurídico a las relaciones bilaterales que se han caracterizado por ser anormales, y sería una estocada de muerte a la denominada posición común, el instrumento diplomático unilateral del grupo de los 28 mediante el cual se rigen los vínculos entre ambas partes desde 1996.

El martes y el miércoles, los representantes de la UE y Cuba se reunieron a puertas cerradas en La Habana para acordar las bases y los principios que marcarían la negociación del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación.

Finalizada esta primera reunión, el director general para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler, aseguró en conferencia de prensa en la sede de la UE en La Habana, que junto a la contraparte cubana, encabezada por el viceministro de Relaciones Exteriores Abelardo Moreno Fernández, llegaron a un acuerdo sobre los elementos principales que deben incluirse en el instrumento bilateral que pretenden alcanzar.

Lo mismo aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, que en un comunicado publicado en su página web, apuntó que se decidió «una hoja de ruta para las negociaciones y otros aspectos organizativos y de comunicación entre las partes para el desarrollo de este proceso».

En su pronunciamiento, Cuba apuntó que los intercambios de esta ronda «se desarrollaron de forma constructiva y positiva», mientras que el jefe del equipo negociador europeo dijo que fueron «muy fructíferos».

Este encuentro es el primero que sostienen La Habana y Bruselas desde que en marzo la nación caribeña aceptó la propuesta de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton —hecha el 10 de febrero—, con el objetivo de relanzar las negociaciones sobre la normalización de las relaciones.

Acompañado por los funcionarios europeos Ben Nupnau y José Soler Carbo, Leffler expresó su convicción de que «podemos avanzar hacia un acuerdo sólido, ambicioso y constructivo en el contexto actual si focalizamos en la sustancia y los objetivos compartidos entre Cuba y la UE».

Según adelantó el jefe de la contraparte europea, el acuerdo incluirá pilares como diálogo político y gobernanza, cooperación y políticas sectoriales, y economía y comercio. Tendrá también un apartado sobre la gestión de la relación bilateral.

En sus declaraciones a la prensa nacional y extranjera acreditada en La Habana, se refirió a «una visión común de los objetivos principales» y a muchas convergencias entre Cuba y la UE.

No obstante, Leffler admitió también las divergencias, que pasan fundamentalmente por sus interpretaciones sobre los derechos humanos.

Cuba es la única nación latinoamericana que no tiene un Acuerdo Político y de Cooperación con la UE y una de las pocas en el mundo que se encuentra en la misma situación.

Ello ha sido porque la UE ha condicionado el diálogo a exigencias de cambios políticos en la Isla, lo cual está recogido en la Posición Común aprobada por los ejecutivos europeos a sugerencia del entonces presidente español José María Aznar. Esa es igualmente la razón por la que en ocasiones las relaciones entre Cuba y la UE se han comportado muy tensas.

Sin embargo, las negociaciones sobre el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación se realizarán con la Posición Común en vigor. Ese tema no se tocó en este ciclo, según Leffler.

«La Posición Común todavía está en vigor en la Unión Europea. Y eso lo sabíamos todos, que no va a cambiar al inicio de la negociación. No hemos hablado de la Posición Común en la negociación», afirmó el funcionario.

La Habana tampoco hizo mención a esa política restrictiva en su comunicado de este miércoles.

Al asumir la negociación a sabiendas que la Posición Común se mantiene vigente, Cuba da muestras de una postura pragmática y de estar consciente de que si los gobiernos europeos casi no mencionan ese instrumento unilateral y además se llega a aprobar el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, el proyecto de Aznar quedaría literalmente muerto. La UE no tendría razones para resucitarlo.

La Posición Común establece que mientras Cuba no emprenda los cambios que le exige la UE no se normalizarán los vínculos bilaterales. Sin embargo, La Habana tiene acuerdos

con más de la mitad de los Estados europeos. Además, la cooperación europea ha fluido.

Una señal del interés de la UE por tener una mayor influencia en Cuba la lanzó el canciller francés, Laurent Fabius, quien en su reciente visita a La Habana —la primera de un Ministro de Asuntos Exteriores galo después de 31 años—, afirmó que «no hay diferencias irreconciliables».

Poco después el secretario de Estado de Negocios Extranjeros de Portugal, Luis de Campos Ferreira, también llegó a Cuba, y manifestó interés por avanzar en las relaciones bilaterales en todas las esferas, cuando Cuba se vuelve particularmente atractiva para quienes se interesan en ella debido a los cambios en materia económica, fundamentalmente los relacionados con el comercio exterior y la inversión extranjera.

Leffler comentó que el futuro acuerdo a negociar serviría como «plataforma para un mejor entendimiento» de las diferencias y «para identificar caminos hacia la convergencia».

Al responder una pregunta de la prensa sobre si la UE venía con precondiciones, apuntó que «queremos negociar un acuerdo» y que «no es muy constructivo venir con condiciones e imposiciones», y sí con «expectativas».

Este giro se produce cuando la Isla está sumida en un plan de reformas para actualizar su sistema económico y social, un esfuerzo que, dijo Leffler, estamos listos para acompañar.

«En el contexto actual de cambios importantes en Cuba y esfuerzos de modernización hay un papel posible para la UE basado en las experiencias propias de la Unión Europea y oportunidades para cubanos y europeos en ese fortalecimiento de la cooperación», señaló el representante de Bruselas.

La próxima ronda se celebrará en Bruselas, en fecha que será acordada por los canales diplomáticos, apuntó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Respecto a cuánto durará el proceso de negociación, Leffler dijo que es «un poco temprano» dar una fecha, y reiteró la que «lo más importante» es avanzar en confianza, respeto y entendimiento mutuo».

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