Al menos un grupo de cubanos se enrolaron en el ejército ruso por contrato, o sea, a cambio de un pago, que en este caso se supone que asciende al equivalente de unos 2500 dólares, según trascendió en la prensa rusa.
El medio La Gaceta de Riazán publicó que el punto de selección para el servicio militar contratado de esa región del distrito Central de Rusia, no lejos de Moscú, ha terminado las actividades previstas, y que entre los nuevos contratados se encuentran extranjeros, en concreto, varios ciudadanos cubanos.
“Los ciudadanos que hayan firmado un contrato recibirán una suma global de 195 mil rublos del presupuesto federal, y los ciudadanos de la región de Riazán recibirán también 200 mil rublos del presupuesto regional. Si realizan tareas en la zona del Cáucaso Norte, tienen derecho a recibir 204 mil rublos mensuales”, afirma el medio local.
Además del componente monetario, a muchos cubanos que se encuentran en Rusia, sin otras posibilidades de regularización, les atrae la promesa de que tan solo tras un año de servicio podrán acogerse a la ciudadanía rusa, tanto ellos como sus familiares directos, a raíz de la orden firmada por el presidente ruso Vladimir Putin en septiembre de 2022, que facilita a los extranjeros enrolarse en el ejército ruso por contrato. Anteriormente la legislación era más estricta y se debía servir no menos de cinco años para obtener la ciudadanía.
Aunque según la legislación los contratados deben encontrarse en situación regular en el país y conocer el idioma ruso, en las redes sociales, especialmente en grupos de cubanos, son frecuentes los anuncios de ciudadanos rusos promoviendo esta posibilidad incluso para los que no cumplen estos requisitos. “Solo se necesita el pasaporte, no importa la estancia ilegal”, le respondió una de ellas a un cubano que se interesó.
En el año y poco que dura la guerra en Ucrania, las bajas entre los efectivos rusos se cuentan por decenas de miles. Por otro lado, ha habido numerosas denuncias de soldados rusos sobre irregularidades en esos pagos. En los últimos tiempos son frecuentes las quejas sobre la escasa preparación y los insuficientes medios que reciben en muchas ocasiones. Para un extranjero, que ni siquiera conoce correctamente el idioma, la desventaja es evidente, por lo que los cubanos que se enrolen se exponen a pagar un alto precio por las prebendas prometidas.
